8 claves para conseguir que tu hijo deje de morder

Mordidas, gritos, patadas, arañazos. Enséñale a tu hijo que existen formas más positivas para relacionarse con los demás.
8 claves para conseguir que tu hijo deje de morder

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 octubre, 2022

A partir del año de edad, muchos niños aprenden a manifestar sus sentimientos y emociones con golpes, arañazos o mordidas. Esto es normal, pero el problema es cuando esta situación se vuelve una conducta habitual. En ese caso, debes conseguir que tu hijo deje de morder definitivamente. Para ello, te contamos algunas claves que te serán de utilidad.

Ten en cuenta que las mordidas pueden deberse a diferentes factores, mientras que las soluciones para erradicar esta conducta también son variadas.

¿Por qué muerden los niños pequeños?

El tema de la mordida en los niños pequeños ha sido objeto de estudio de pediatras y psicólogos. De esas investigaciones se ha concluido que los pequeños muerden por varias causas. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Llamar la atención y reclamar afecto.
  • Expresar emociones y sentimientos como ansiedad, frustración, celos o tristeza.
  • Explorar el mundo a través de la mordida.
  • Curiosidad por ver cuál es la reacción de la otra persona (quejido, grito o llanto, entre otras).
  • Sobreestimulación o falta de estimulación.
  • Cuestiones biológicas: puede ser porque tienen hambre, le están por salir los dientes o tienen malestares en la boca, entre otras.

Conoce estas claves para conseguir que tu hijo deje de morder

Una vez que has podido identificar la causa, puedes saber qué hacer par que tu pequeño no muerda más de forma intencional a otros niños o adultos. ¡Toma nota!

1. Anticípate a los hechos

Si morder a otras personas se ha transformado en algo habitual para tu pequeño, podemos intentar encontrar un patrón y anticiparnos a los hechos. Ante la conducta repetitiva, hazte preguntas como las siguientes: ¿muerde a sus compañeros del jardín o solo a uno en especial?, ¿qué actividades son las que inducen a este comportamiento?, o ¿qué expresa el niño cuando muerde?

Saber diferenciar esos momentos puede ayudarte para intervenir a tiempo y enseñarle al menor otras formas más positivas de interactuar con los demás.

Si el pequeño está acostumbrado a morder a otras personas, una buena medida es ofrecerle algún objeto como reemplazo. Este puede ser un mordedor, un juguete o incluso algún alimento.

2. Ofrécele elementos de reemplazo

Si tu hijo muerde a los demás porque comienzan a salir sus dientes, ten siempre a mano un juguete, un mordedor o algo de comida para que lo ayude a distraerse de la molestia. Así, evitarás que muerda a otras personas.

3. Mantén siempre la calma

En el caso de que tu niño comience a morder a otro pequeño a causa de un enojo o una frustración, mantén siempre la calma y no le grites. Lo mejor es retirarlo del lugar y explicarle con tranquilidad que su conducta es inaceptable porque le está haciendo daño y provocándole dolor a otra persona.

4. Tranquiliza al niño, pero sin validar su comportamiento

Seguramente que cuando reprendas al niño por su conducta de morder, él se va a sentir confundido, frustrado y enojado. En ese momento, debes brindarle contención emocional. Por ejemplo, puedes abrazarlo para que se calme. Dile que comprendes sus emociones, pero no valides su comportamiento anterior.

5. Enséñale a ser empático

“La empatía es ponerte en la piel de otro para averiguar qué esta sintiendo exactamente esa persona”.

-Deepa Kodikal-

Acércate junto con tu hijo al niño o adulto que fue mordido y pregúntale cómo se siente y cómo puedes ayudarlo. La idea es que tu pequeño comprenda que la otra persona ha sentido dolor. De esta forma, se le enseña a ser empático y a ponerse en el lugar del otro. Luego, debes animarlo a que pida disculpas por lo sucedido.

6. Habla con tu niño sobre las razones de su comportamiento

Una vez superado el momento, cuando tu niño esté calmado, habla con él sobre lo sucedido. Formula preguntas que sean adecuadas para su edad. La idea es que lo ayudes a comprender cuál fue exactamente la situación que no puedo resolver de otro modo y que provocó la mordida de su parte.

Es bueno ofrecerle contención al niño y, cuando esté en calma, explicarle que las mordidas causan dolor a las personas y que hay otras formas de obtener lo que se desea.

7. Explícale que las mordidas no sirven para obtener lo que quiere

Si a tu niño le cuesta expresarse, es probable que utilice la mordida como una forma de hacer sus pedidos de atención, de comida o de juguetes, entre otros. Utiliza un tono firme y explícale que con las mordidas lo único que provoca es dolor. También, que de ninguna manera va a obtener las respuestas satisfactorias que busca con un mordisco, porque la otra persona probablemente se molestará y no querrá prestarle atención.

8. Estimula a tu niño para que pida las cosas de buena manera

Entre el primero y los tres años de edad, el desarrollo del lenguaje es veloz y todos los días los menores aprenden palabras nuevas. En una publicación de la Asociación Americana de Pediatría y el CDC de los Estados Unidos, se explica que los niños pasan de decir pocas palabras alrededor del primer año, a decir más de 50 y a formar oraciones simples alrededor de los 24 a 30 meses.

Aprovecha esta etapa de aprendizaje y enséñale a solicitar las cosas por su nombre. Aunque al principio es dificultoso, el uso del lenguaje es la mejor forma de evitar que el niño tenga que recurrir a una mordida o a un golpe para pedir algo que quiere.

Una conducta repetitiva se cambia al ser repetitivo en las soluciones

Cuando tu niño se ha habituado a morder por la razón que sea, debes saber que para conseguir que deje de hacerlo debes ser repetitiva y constante en las soluciones que propones. No alcanza con decir que no solamente una vez. Eso no será suficiente para que el pequeño lo comprenda. El secreto está en repetir la explicación, el abrazo, el ejemplo y el perdón, una y otra vez.

Recuerda que las habilidades sociales se aprenden y se practican. Cuanto más temprano y más lo hacemos, mejor entendemos de qué se trata la convivencia, la empatía, el respeto y la consideración por el otro.


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