¿Sabías que es probable que nuestro bebé y nosotros mismos hayamos sido hermanos de otro que no superó la primera etapa del embarazo? Aquí te explicaremos todo sobre el síndrome del gemelo evanescente.
¿Sabías que muchos de los embarazos de un hijo único son en su inicio una gestación con dos o más fetos? De hecho algunos estudios europeos han comprobado que entre el 15% o 10% de los embarazos de hijos únicos fueron al inicio de mellizos.
Con la llegada de las ecografías 4D y la práctica de un seguimiento prenatal más disciplinado, los médicos han ido descubriendo la posibilidad de que existan más embarazos de niños múltiples en las mujeres de lo que se pensaba.
El gemelo que desaparece
Por algún problema biológico uno de los dos fetos no llega a desarrollarse y muere e incluso desaparece del útero. Por eso es que se habla del gemelo evanescente. Aún no se sabe cuál es el motivo de que esto ocurra.
El acto de desaparición es tan sutil que la madre ni se da cuenta de lo que ocurre. Puede experimentar algún pequeño sangrado vaginal al inicio del embarazo y pasar desapercibido.
Con respecto a la desaparición, se cree que el embrión que no se llega a desarrollar es absorbido por la placenta de la madre, expulsado de alguna forma o incluso puede ser absorbido por el feto que permanece fuerte.
Teorías vienen y van
Como esta ocurrencia no ha podido ser estudiada a fondo, muchos científicos y doctores especulan con un sinfín de teorías. Un de las más famosas tiene que ver con la vinculación que podrían tener los niños zurdos a este tipo de episodios.
Existe la hipótesis de que cuando los niños terminan por ser zurdos, es porque posiblemente él mismo fue el superviviente de un embarazo gemelar en el cual su hermanito iba a ser el derecho.
Y de hecho, esto es posible porque existen los casos de gemelos espejo. Esto pasa cuando dentro de una pareja hermanos, uno se decanta por usar su mano derecha como la más fuerte y el otro la izquierda.
Consecuencias psicológicas
Lo más importante aquí es considerar la posibilidad de que nuestro bebé sea un gemelo solitario. De ser así, él mismo podría desarrollar características psicológicas que son dignas de observar.
La verdad es que el tema es difícil de trabajar, porque es imposible contar con información sobre este hecho. Pero en caso de tener la certeza de que el fenómeno ocurrió, lo mejor es trabajarlo con nuestro hijo desde temprana edad.
El mellizo solitario generalmente es una persona muy susceptible
Características del gemelo solitario
Según algunos psicólogos, el mellizo solitario es una persona muy susceptible, que busca a sus hermanos en todo momento y que desarrollan una personalidad muy aprensiva con las personas que aman.
Como teóricamente este es un hecho traumático, aquellos que han pasado por esto podrían sufrir de depresión, sentirse solos o que todo el tiempo les falta algo o a alguien.
Algunos especialistas consideran que los efectos psicológicos pueden afectar incluso en la madre. Debemos entender que incluso de forma inconsciente, este es un episodio de pérdida que puede generar traumas.
Importancia de lo psicológico
La existencia del síndrome del gemelo evanescente nos llama a darle mayor importancia a los factores y problemas psicológicos de las madres y bebés. Internalizar sobre la psiquis de nuestro pequeñín es vital para su crecimiento personal.
Si sospechas que eres la madre de un gemelo solitario y más aún, si tienes conocimiento de ello, lo recomendable es hablarle poco a poco al chiquillo sobre su pasado cuando este desarrolle los elementos intelectuales para entender la información.
Los padres deben ser muy observadores con respecto a la conducta del menor. Es necesario recordar que todo lo aquello que los afecte psicológicamente o en su subconsciente, determinará su forma de relacionarse en el futuro.
Problemas en la socialización
Un aspecto que siempre debemos vigilar los padres es la forma en la cual nuestros hijos se comportan con otros. Pero si crees que el tuyo es un gemelo solitario, esto es fundamental. Ya sabes por qué lo psicológico es tan importante para nuestros consentidos.
Bibliografía
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- Jaime, A. L. A., & Torres, J. L. T. (2016). Síndrome del gemelo evanescente. Revista Internacional de Salud Materno Fetal, 1(1), 19-20. http://ojs.revistamaternofetal.com/index.php/RISMF/article/view/8
- Estela, D. E. V., & Maturrano, F. H. L. (2013). Feto evanescente, feto compreso, feto papiráceo. Interciencia, 4(3), 121-125. https://www.clinicainternacional.com.pe/pdf/revista-interciencia/11/caso_clinico_feto.pdf