Cómo enseñarle a tu hijo la correspondencia uno a uno

¿Sabes cómo enseñar a tus hijos la correspondencia uno a uno? Te contamos qué es para entenderlo y ayudar mejor a los pequeños.
Cómo enseñarle a tu hijo la correspondencia uno a uno
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 01 octubre, 2020

Igual que se enseña a contar a los niños pequeños, también es importante enseñarles, o al menos introducirles, desde una edad temprana, la correspondencia uno a uno. En realidad, hay dos de que tu hijo aprenda esta habilidad: de manera incidental o mediante la enseñanza explícita.

Esto significa que tu hijo aprenderá naturalmente este concepto de forma independiente a través del juego, pero que también puedes darle oportunidades para enseñarle durante el juego. No te pierdas algunas de estas maneras para que además de enseñarle, paséis un rato excelente juntos.

Una vez que los niños aprenden la correspondencia uno a uno, será capaz de tener una comprensión más clara sobre el valor del un número cuando demuestra la cantidad de cosas. ¡Es algo muy necesario para el aprendizaje diario!

Aprendiendo incidentalmente la correspondencia uno a uno

Los niños, de manera natural, estarán expuestos a oportunidades en su vida diaria para practicar la correspondencia uno a uno. También tendrán estas experiencias en el mundo real que les ayudarán a aprender que las matemáticas se enrutan en escenarios de la vida real.

Niña juega con arena en casa para aprender la correspondencia uno a uno.

Los más pequeños experimentarán la correspondencia uno a uno en muchos escenarios de juego y cotidianos, como los siguientes:

  • En el juego con la arena (haciendo pasteles y colocando una “vela” en cada uno).
  • Con un juego de té y tazas junto con sus platillos haciendo que beben y charlan.
  • Poniéndose calcetines, zapatos y guantes (aprenden el valor de un par).

Como padre o madre, puedes modelar la correspondencia uno a uno en la interacción diaria con tu hijo para que aprenda con solo mirarte. Por ejemplo, cuando cuentes objetos, toca cada uno y aleja uno a la vez. Cuando lea, señala cada palabra sobre la marcha.

Aprendiendo explícitamente la correspondencia uno a uno

Proporciona experiencias prácticas para que tu hijo cuente utilizando una variedad de objetos, como cuentas, botones, bloques, piezas de LEGO, tablas de madera, juguetes de construcción, alimentos, etc.

Las experiencias deben ser divertidas y significativas, como contar cuántos vasos se necesitan para la mesa de la cena, o tu hijo perderá interés y no desarrollará un amor por las matemáticas.

Cuando contéis juntos, tienes que asegurarte de usar siempre objetos reales y concretos. Más adelante, puedes contar imágenes de objetos a medida que lee. Por ejemplo: “¿Cuántas nubes ves en el cielo?”. Los niños en edad preescolar son demasiado pequeños para contar números abstractos, como 3 + 5.

Los niños aprenden conceptos matemáticos a través de un enfoque concreto-pictórico-abstracto. Comienza siempre con lo concreto; presenta imágenes a tiempo y deja el aprendizaje abstracto para la escolarización formal, cuando tu hijo esté listo para ello.

Hacer que la etapa abstracta llegue demasiado pronto hará que el niño retroceda, no hará que aprenda más rápido o esté más preparado. No enseñes correspondencia uno a uno dándole una hoja de trabajo a tu niño en edad preescolar. Este no es un aprendizaje significativo y no es apropiado para el desarrollo de los pequeños. Las hojas de trabajo pueden dañar el desarrollo de tu hijo en edad preescolar.

Actividades de correspondencia uno a uno para niños en edad preescolar

El mejor lugar para comenzar con los niños pequeños es contar las partes de su cuerpo, porque los pequeños experimentan el mundo a través de sus cuerpos.

Comienza contando una nariz, una boca, luego pasa a dos ojos y orejas. Pide a tu hijo que también cuente sus ojos y orejas. Pronto, podrá contar los dedos de una mano, luego los de la otra y, después, ambos juntos. Cuenta también los dedos de los pies.

Niña jugando con los patitos de goma en la bañera.

Gran parte del aprendizaje matemático se basa en el lenguaje. Aprovecha cada oportunidad para usar el lenguaje mientras realiza estas actividades. Algunos ejemplos para que hagas con tus hijos son los que te nombramos a continuación.

Contar objetos cotidianos

Adquiere el hábito de contar las cosas a medida que las encuentres en la vida cotidiana. Cuenta tus pasos mientras caminas con tu hijo; cuenta los coches rojos con los que os cruzáis; contad los calcetines mientras os lo ponéis… ¡Las oportunidades están en todas partes! Solo hay que estar atento para detectarlas.

Cantar canciones y rimas

Cantar y contar canciones y juegos con los dedos resulta excelente para enseñar a tu hijo pequeño a contar. Es posible que todavía no tenga correspondencia uno a uno, pero este es un buen momento para comenzar. Al principio, solo memorizará los nombres de los números, pero con la práctica empezará a corresponder el número correcto con el dedo o la parte del cuerpo.

En la bañera para aprender la correspondencia uno a uno

La hora del baño es un buen momento para aprender a contar. Con un niño pequeño, puedes ofrecerle algunos juguetes como patos y verbalizarlo: “Te estoy dando 2 patos”; “Aquí hay otro pato. Ahora vamos a contar cuántos tienes”. Toca o levanta cada pato mientras dices el nombre de cada número lentamente. Cuando sea mayor, ofrécele más juguetes en el baño.

¡Las opciones son ilimitadas! Cualquier oportunidad que encuentres en el día será un buen momento para iniciar a tu hijo pequeño en la correspondencia uno a uno, una necesidad para el aprendizaje y comprensión posterior de los números.


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