La sociabilidad es algo innato y necesario para el ser humano. Nuestra vida está impregnada, en todas sus facetas, de la interacción social con los otros. Las habilidades sociales constituyen un recurso muy preciado si queremos desenvolvernos adecuadamente y tener una vida feliz. Por ello, si deseas ayudar a tu hijo a ser más sociable, quédate en este artículo.
La socialización en la infancia es un aspecto clave que hemos de ayudar a desarrollar a nuestros pequeños. Si logramos que esta sea adecuada, los niños podrán beneficiarse de las numerosas ventajas de contar con una red social de apoyo, además de la facilidad para adaptarse e integrarse en las numerosas situaciones sociales que encontrará a lo largo de su vida.
Ayudar a tu hijo a ser sociable es ayudarlo a ser libre
Es conveniente aclarar que no todas las personas somos iguales, y eso es maravilloso. Cada niño tiene sus propios rasgos de personalidad que le hacen único y le confieren unas habilidades y cualidades especiales.
Al nacer, el temperamento de unos bebés y otros es claramente diferenciable. Existen niños más proclives a explorar el entorno y a buscar la experimentación de sensaciones nuevas. Otros pequeños tienen mayor tendencia al retraímiento y la estimulación interna. Este temperamento juega un papel importante en cómo se va a desarrollar su socialización, pero no es determinante.
No hemos de tratar de modificar la personalidad de nuestros hijos. Si un infante disfruta el juego individual o las actividades en solitario, es perfectamente aceptable. El problema surge cuando un temperamento retraído, introvertido o tímido le supone al niño una limitación y un condicionamiento para desarrollarse.
Cuando el niño desearía ser más sociable, poder entablar amistades y participar con sus iguales pero no lo hace por miedo, es cuando ha perdido su libertad. Si no le proporcionamos el soporte y las herramientas necesarias para vencer sus temores, esta situación puede desembocar en un problema mayor, como la fobia social.
Claves para ayudar a tu hijo a ser sociable
No critiques a tu pequeño
Si prefiere pasar tiempo en solitario, su deseo es totalmente respetable. Si, en realidad, desearía poder compartir con otros niños pero tiene miedo, tus reproches solo lo harán sentir culpable e inadecuado. Del mismo modo, no lo compares con hermanos, primos o amigos más sociables. Acepta y ama a tu hijo como es.
Fomenta su independencia
Pemítele asumir pequeñas responsabilidades de forma gradual; asígnale tareas sencillas y aliéntale a tomar decisiones. Todos estos pequeños gestos lo ayudarán a construir la confianza en sí mismo y en sus capacidades. Un niño con confianza y autoestima no tendrá problemas para relacionarse.
Sé un ejemplo de conducta
Para tu hijo tú eres su mayor referente. De ti va a aprender cómo interpretar el mundo y cómo comportarse. Si tú reflejas con tus actos y comentarios la idea de que es agradable y divertido conocer personas y compartir con ellas, tu hijo lo asumirá como propio.
Por tanto, trata de mostrarte sociable, seguro y extrovertido con amigos y vecinos. Deja que tu hijo te vea relacionarte y disfrutar de ello para que él también desee hacerlo.
Proporciónale oportunidades para socializar
Las habilidades sociales se desarrollan y perfeccionan a través de las experiencias. Un niño con oportunidades variadas y abundantes para relacionarse con otros tendrá mucha menos dificultad que un pequeño sin las mismas.
Entonces, llévalo al parque, a la piscina, a actividades extraescolares, talleres o campamentos que se organicen en tu ciudad. Aprovecha también para organizar reuniones familiares en las que pueda estar con sus primos, o cenas con amigos que tengan hijos de edades similares. Cuantas más oportunidades tenga para practicar, más fácil le irá resultando.
Amóldate a su personalidad para ayudar a tu hijo a ser sociable
Los niños introvertidos suelen sentirse más cómodos en su propio terreno y con pocas personas. Por ello, puede ser una buena idea invitar a uno o dos amigos a casa a jugar a o a dormir. Al verse capaz de relacionarse en esta situación, ganará confianza para aventurarse a hacerlo en otras más complejas para él.
Dale un pequeño apoyo
Para aquellos niños con más dificultad puede ser beneficioso realizar pequeños ejercicios de role-play en casa. Podéis representar con ellos situaciones del día a día y ayudarlo a saber y practicar cómo comportarse en las mismas.
Bibliografía
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- Fernández Peña, R. (2005). Redes sociales, apoyo social y salud. Perifèria: revista de recerca i formació en antropologia, (3).
- Buck R. (1991) Temperament, Social Skills, and the Communication of Emotion. In: Gilbert D.G., Connolly J.J. (eds) Personality, Social Skills, and Psychopathology. Perspectives on Individual Differences. Springer, Boston, MA