Los vínculos entre padres e hijos pueden ser los más enriquecedores o los más devastadores que experimentemos en nuestra vida. Cada vez más, padres y madres hacen grandes esfuerzos por lograr una crianza adecuada, positiva y respetuosa.
Sin embargo, para establecer un buen vínculo de cualquier tipo, la comunicación es un elemento clave y, a la hora de comunicarnos con nuestros hijos, podemos encontrarnos con grandes dificultades. Muchas de ellas se deben a la brecha generacional que afecta a las familias y que hemos de ir reduciendo.
Con la llegada de la adolescencia es cuando los conflictos y malentendidos se intensifican. No obstante, estos pueden provenir de mucho antes. Lo que sucede es que la necesidad de independencia y “rebeldía” propia de los jóvenes nos pone cara a cara con problemas que antes quizá no habíamos advertido.
Si queremos establecer relaciones de confianza y respeto en la familia, es necesario que comprendamos el papel que juegan estas diferencias entre generaciones.
¿Qué es la brecha generacional en la familia?
La brecha generacional hace referencia a ese pequeño o gran abismo que existe entre unas generaciones y otras en cuanto a valores, ideales, creencias y objetivos. En las familias se manifiesta como los distintos principios o estilos de vida que tienen los hijos respecto a los padres, abuelos o familiares más adultos.
Uno de los ejemplos más claros y significativos son las diferencias existentes respecto a la opinión y el uso de internet y las redes sociales (brecha digital). A este respecto, es común que sean los nietos quienes enseñan a sus abuelos (e incluso a sus padres) a manejarse con las nuevas tecnologías. Sin embargo, esta brecha abarca mucho más allá, y genera problemas y fricciones diarias importantes.
Por ejemplo, los padres pueden considerar que los valores de la generación actual son erróneos, que sus aficiones son inadecuadas y, en general, que su modo de ver la vida no es el correcto. Es común que exista la resistencia al cambio y la tendencia a pensar que el modo en el que nosotros nos criamos y pensamos fue, a todas luces, mejor.
Esto, evidentemente, genera una distancia entre padres e hijos. Pero, además, los códigos de comunicación de los jóvenes son novedosos y diferentes a los que utilizaron otras generaciones. Por ello, es posible que los padres no logren comprender y dialogar adecuadamente con sus hijos, en especial, cuando son adolescentes.
¿Cómo salvar la brecha generacional?
Conoce su mundo
En primer lugar, es necesario que te intereses por el mundo que rodea a tu hijo y en el que se desenvuelve. Preocúpate por conocer sus películas, dibujos o series favoritas. Ponte al día con las redes sociales que utilizan sus amigos o que él te pide utilizar. Aprende las palabras, abreviaturas y códigos de comunicación que suelen utilizar en su generación.
Aunque en un principio te sientas totalmente ajeno y desorientado, conocer su mundo te permitirá conocer mejor a tu hijo. Podrás entender a qué se refiere cuando te hable de algo que le gusta o le preocupa y podréis compartir un intercambio enriquecedor.
Además, solo desde esta posición podrás juzgar si algo es adecuado o no, y poner límites sensatos. Prohibir y rechazar algo que tu hijo te pide sin conocerlo solo incrementará la distancia entre vosotros.
Respeta a su generación
Las diferencias entre padres e hijos siempre han existido y todos tendemos a pensar que lo nuestro, lo que nos resulta familiar y conocido es mejor. Sin embargo, acepta que tus hijos no son tú, y que su mundo actual es diferente a aquel en el que tú creciste.
Por tanto, respeta esas diferencias y ábrete al cambio. Acompaña y aconseja desde el respeto a lo que son y a lo que viven, sin criticar, juzgar o menospreciar su estilo de vida o su generación.
Fomenta una comunicación sana
Por último, trata de establecer, desde la infancia, un vínculo de afecto, respeto y confianza con tus hijos. Sentirse apreciados y valorados les animará a mantener una comunicación familiar fluida y saludable.
Recordad que todos podéis enriqueceros mutuamente, que cada generación tiene algo que aportar y que podéis complementaros. El amor, el respeto y la comunicación son la mejor forma de salvar la brecha generacional en la familia.
Bibliografía
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- Rodríguez, E., & Megías, I. (2005). La brecha generacional en la educación de los hijos. Fundación de Ayuda contra la Drogadicción. https://www.fad.es/wp-content/uploads/2019/06/Brecha.pdf
- Vélez, M. (2020, junio 15). Inmigrantes y nativos digitales, ¿en qué se diferencian? Recuperado agosto de 2020, de https://lamenteesmaravillosa.com/inmigrantes-y-nativos-digitales-en-que-se-diferencian/