Los hidratos de carbono ofrecen una serie de beneficios para la salud de los niños que vale la pena conocer. Estos nutrientes deben formar parte de la pauta diaria para mantener un buen estado de salud, pero no todos ellos son igual de importantes. Como norma general, siempre conviene priorizar los de tipo complejo, ya que afectan en menor medida a las glucemias sanguíneas.
Antes de comenzar hay que destacar que muchos de los alimentos con alto contenido en carbohidratos que se ofertan en el supermercado tienen un nivel de refinamiento excesivo. Un ejemplo de esto son los cereales infantiles, porque cuentan con poca fibra y mucho azúcar. Esto podría impactar de manera negativa sobre el metabolismo del niño, sobre todo en condiciones de sedentarismo.
Beneficios de los hidratos de carbono en los niños
A continuación, vamos a comentarte los principales beneficios de los hidratos de carbono en los niños. Cabe mencionar que no es positivo suprimir estos nutrientes en la dieta de los más pequeños, a pesar de la mala fama con la que cuentan en la actualidad.
1. Estimulan el crecimiento
Los carbohidratos (más concretamente la glucosa) son nutrientes capaces de activar una de las rutas más anabólicas del metabolismo humano, la vía mTor. Dicho mecanismo es crucial para garantizar el crecimiento de los tejidos, un aspecto bastante importante en la etapa infantil. Por lo tanto, una ingesta insuficiente de hidratos de carbono por parte de los más pequeños podría impactar negativamente sobre su salud a mediano plazo.
Eso sí, además de asegurar una ingesta suficiente de carbohidratos, es necesario cubrir los requerimientos de los demás nutrientes esenciales para garantizar un crecimiento adecuado. Un déficit de otros elementos, como las vitaminas, podría condicionar otros problemas estructurales, como ocurre en el raquitismo.
2. Aseguran un buen estado de energía
La función principal de los carbohidratos es servir de sustrato energético para la realización de actividades de elevada intensidad. Por este motivo, se recomienda su consumo antes de practicar ejercicio para conseguir un mejor rendimiento. De hecho, mantener un déficit de los mismos podría precipitar la aparición de la fatiga y limitar el desempeño.
Pero además de lo antedicho, los azúcares contribuyen a una buena recuperación posterior a la actividad física, pues estimulan la fabricación de los depósitos de glucógeno, que son las reservas de glucosa del cuerpo. Para maximizar este proceso, se ha demostrado que es positivo consumir dichos nutrientes junto a una dosis significativa de proteínas de alto valor biológico. De este modo, también se evita el riesgo de sufrir lesiones posteriores.
3. Pueden contribuir al tránsito intestinal
Los carbohidratos complejos suelen estar acompañados de fibra, la cual le ofrece varios beneficios a la salud:
- No se digieren en el intestino y aumentan el volumen del bolo fecal, aceleran el tránsito y previenen el estreñimiento.
- Garantizan la supervivencia de las bacterias “buenas” del tubo digestivo que conforman la microbiota.
- Retrasan la absorción de los hidratos de carbono y esto reduce el riesgo de padecer glucemias elevadas.
Cabe destacar que nos referimos a los carbohidratos complejos, como aquellos contenidos en los cereales integrales, en los frutos secos, en la avena o en el arroz yamani. Los azúcares refinados de la bollería o de las golosinas no ofrecen estos efectos beneficiosos.
Cuando se plantean dietas con bajo contenido en carbohidratos, en general se limita también la ingesta de fibra. Cada día, hay que asegurar una ingesta mínima de 25 gramos, objetivo difícil de alcanzar en los pequeños. A su vez, cuando la dieta se excede en la cantidad de azúcares simples, aumenta la fermentación intestinal y la resecación de las heces. En ambos contextos, el tránsito intestinal se enlentece y favorece al estreñimiento, al dolor abdominal crónico y a las flatulencias.
Conoce los beneficios de los hidratos de carbono en los niños
Según has podido comprobar, los hidratos de carbono son nutrientes esenciales para la salud a cualquier edad. Deben estar presentes en la dieta de manera regular y equilibrada con otros elementos, para que el organismo funcione de manera óptima.
Una carencia de glucosa puede traducirse en un menor rendimiento o una mayor fatigabilidad. Eso sí, siempre habrá que priorizar los azúcares de tipo complejo (procedentes de las verduras, las legumbres, los granos integrales y los cereales integrales) por encima de los refinados o ultraprocesados.
Para terminar, es necesario destacar que conviene asegurar la práctica de actividad física de manera regular en los niños, priorizando el trabajo de fuerza. Así, se utilizarán los azúcares como sustrato energético principal, se evitará la transformación grasa y su acumulación y se evitarán varias consecuencias metabólicas negativas.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Mao, Z., & Zhang, W. (2018). Role of mTOR in Glucose and Lipid Metabolism. International journal of molecular sciences, 19(7), 2043. https://doi.org/10.3390/ijms19072043
- Alghannam, A. F., Gonzalez, J. T., & Betts, J. A. (2018). Restoration of Muscle Glycogen and Functional Capacity: Role of Post-Exercise Carbohydrate and Protein Co-Ingestion. Nutrients, 10(2), 253. https://doi.org/10.3390/nu10020253