La tristeza es una emoción como la ira, el miedo o la alegría. Todos los sentimientos cumplen la función de proporcionar un equilibrio emocional a la persona. Sin embargo, las emociones, incluso las negativas, si sabemos manejarlas, nos ayudan a superar los problemas. Los niños, al igual que los adultos, también pueden sentirse afligidos. Pero ¿cómo podemos los padres combatir la tristeza de nuestros hijos? Te lo contamos en esta nota.
En los momentos de pesimismo o ante dificultades, la tristeza puede motivarnos a pedir ayuda y a darnos el empuje que necesitamos para superar ese “bache”. La cuestión es que esta, en la sociedad que vivimos, no está bien vista, y todos intentamos reprimirla. Nadie quiere que lo vean triste porque les hace parecer vulnerables. Por eso, es importante educar a los niños no a reprimir la tristeza, sino a combatirla.
Restar importancia a la tristeza de los niños no ayuda
Son diferentes circunstancias las que pueden hacer a los niños sentirse tristes: una ausencia prolongada de sus padres, una mudanza, un cambio de colegio, el fallecimiento de una mascota, la muerte de un familiar, entre otras. A ningún padre le gusta ver a sus hijos tristes ni pasar por esas situaciones, por lo que todos intentan evitar que se sientan así. Cuando no lo conseguimos buscamos restar importancia a lo que ha sucedido, pero no es la mejor opción.
Combatir la tristeza en los niños: ¿Cuándo debemos preocuparnos?
La tristeza es una emoción como cualquier otra, no es buena ni mala, pero siempre cumple una función. Hay muchas situaciones que pueden hacer sentir tristes a los niños. Lo que ocurre es que hay estados pasajeros, que los niños sienten de forma momentánea, y no deben preocuparnos más allá de que ha sido algo circunstancial. El problema es cuando la tristeza empieza a formar parte de la vida del niño más de lo que debería, y entonces sí, debemos intervenir. Estos son algunos ejemplos:
- El niño llora muy frecuentemente y por cualquier motivo.
- La tristeza que siente tu hijo se prolonga en el tiempo.
- No quiere comer y se muestra sin hambre o, por el contrario, come en exceso.
- Problemas para conciliar el sueño, se mueve mucho en la cama por las noches sin lograr dormir lo que debería.
- Se enfada y se queja cuando hay algo que no le sale bien.
- Ha perdido todo el interés por jugar con otros niños e incluso solo.
- Aparecen problemas de comportamiento.
- Habla poco, cuando es un niño que siempre ha sido comunicativo.
Consejos para ayudar a nuestros hijos a combatir la tristeza
Es necesario que los padres ayuden a sus hijos a que entiendan las emociones que sienten, en este caso la tristeza. Que puedan reconocer los distintos estados de ánimo y sepan cómo expresarlos con las palabras. Para ello debemos tener en cuenta estos puntos:
Que los padres no oculten la tristeza cuando ellos la sienten
Todos sabemos que los niños aprenden del ejemplo de sus padres, y si estos ocultan sus sentimientos y emociones a sus hijos, ellos harán lo mismo. Por eso, es importante que los adultos expliquemos a los niños por qué nos sentimos tristes, para que ellos tengan ejemplos de situaciones similares cuando se sientan así.
Ayudar a los niños a identificar lo que sienten
En ocasiones, los niños tienen confusión con lo que sienten y lo expresan a través de conductas agresivas, como golpes o empujones. La tristeza es una emoción que puede ir acompañada de la frustración y la ira. Los padres deben ayudar a sus hijos a que identifiquen este sentimiento y se desahoguen, pero siempre desde el respeto.
No tener miedo a reconocer la tristeza cuando la sentimos
Estar triste forma parte de los diferentes estados de ánimo de una persona. Por esta razón, es crucial explicarle al niño que, aunque no nos gusta sentirnos así, es normal que nos pase. Y que cuando sentimos la pérdida de algo o de alguien, o nos sentimos solos o rechazados, la tristeza aparece para cumplir su función de hacernos avanzar.
Escucharles
Hacer que siempre se sientan escuchados y que pueden compartir con nosotros un tiempo y un espacio para contarnos cómo se sienten y conversar al respecto.
Realizar viajes, paseos y excursiones
Hacer excursiones, como salidas al campo o al mar, entre otras actividades, harán que les ayude a sentirse felices y con una actitud positiva frente a su día a día.
Enseñar a los niños a no esconder sus emociones
Siempre debemos hacerles ver que da igual la emoción que sientan, pero que nunca deben avergonzarse y esconderlas. Deben expresarlas siempre desde el respeto, pero nunca ocultarlas.
Abrazar y mostrar el cariño al niño
Los abrazos, las muestras de amor y cariño, a todos nos sientan bien. Además, le harán reducir tensiones y mejorar su autoestima. ¡A abrazarnos!.
Sobre cómo combatir la tristeza en los niños diremos que…
Ya has visto como puedes combatir la tristeza en tus hijos con algunos de los consejos que te hemos dado en este artículo. Habla siempre con ellos y hazles saber desde pequeños que todas las emociones son adaptativas, incluidas las que no nos hacen sentir tan bien. Deja que te cuente cómo se siente, no le quites valor ni importancia a sus sentimientos y enséñale siempre la parte amable y positiva de la vida.
Recuerda que no podemos forzar a nadie a estar felices y alegres todo el día, y a los niños tampoco. Valida sus emociones y deja que las exprese con respeto.
Bibliografía
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- Barrett, R. (1987). Los niños tristes. Rojo y Azul, 10.
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