¿Qué aprende tu hijo de tus actitudes?

Todo lo que se observa en el hogar puede llegar a ser imitado por los más pequeños de la casa. ¡Descubre cómo evitar las malas actitudes para no generar consecuencias negativas!

Los primeros años de vida de un niño son exactamente los más importantes para su formación. Es en esta etapa en la que suelen captar toda la información que le suministren sus padres. Ellos absorben todas tus actitudes de forma natural.

Con el tiempo, esto que aprende llega a formar gran parte de su personalidad. Esta se desarrollará a lo largo de su vida pero es necesario que cuides de tus actitudes y comportamientos cuando estés con tu hijo. Así fomentarás en él buenos valores que le ayudaran en su día a día.
Antes de continuar leyendo, podrías preguntarte: ¿Qué han aprendido tus hijos a través de tus actitudes hasta hoy? Si no estás segura de tu respuesta, no te preocupes. En Eres Mamá te daremos algunas pistas, solo sigue leyendo.

Si criticas a tu hijo, él aprenderá a hacer lo mismo con los demás

Cuando tu hijo se equivoca, pasa por un momento de frustración. Si a esto le sumas críticas destructivas de tu parte, solo le ayudarás a sentirse peor. Además harás de él una persona insegura y desconfiada de sus capacidades.
También podría darse el caso de que critiques a otra persona frente a tu hijo. Cuando tu pequeño vea que te burlas y denigras la integridad de la otra persona, captará el mensaje. Lo archivará y cuando menos te lo esperes, actuará de la misma forma contigo y con otros niños.
Lo pondrá en práctica utilizando tus mismas palabras. Se volverá poco empático y muy egoísta. Prestará especial atención solo en las cosas malas de las personas, obviando lo bueno.

Si ridiculizas y humillas a tu hijo, él aprende a ser tímido

Es necesario que entiendas que hay diversas formas de humillar a tu hijo. Por ejemplo:

  • Cuando le pegas o lo comparas frente a otros
  • Al decirle frases como “no sirves para nada” o “eres un inútil
  • Cuando lo ridiculizas frente a los demás utilizando etiquetas despectivas que luego podrían utilizar en su contra.

La mayoría de las veces puedes confundir la disciplina con la humillación. Es importante que sepas que son dos cosas totalmente distintas. De hecho, podrías obtener un efecto contraproducente en tu hijo.
En lugar de criar a un niño sano y emocionalmente fuerte, lo harás un niño tímido, inseguro y blanco de burla para quienes le rodean. Las consecuencias emocionales de esto son severas pues le afectarán por el resto de su vida.

Si toleras a tu hijo, él aprende a ser paciente

La paciencia es una gran virtud que podrías enseñar a tu hijo a través de tus actitudes con las acciones concretas del día a día. No puedes pensar que tu hijo nació aprendiendo todo, por ello  debes tolerar su ritmo de aprendizaje.
Debes dejar a un lado las quejas cuando asistes a la consulta con el pediatra, al estar en medio de una de sus rabietas o cuando te esté hablando y te encuentres ocupado. De esta forma ayudas a tu hijo a ser capaz de esperar, evitar la impulsividad, el nerviosismo y el estrés frente a las situaciones que complicadas que se presentarán en su vida.

Si tus actitudes hacia tu hijo son de aceptación y amistad, aprenderá a ver el amor

Tu opinión es importante para tu hijo para sentirse aceptado y a gusto contigo. Aprende a aceptarlo y para él será más fácil ver tus virtudes y defectos de forma equilibrada. Esto hará que tenga más confianza en sí mismo junto con una buena autoestima.
El amor con el que lo trates le ayudará a sentirse valorado y podrá vivir en armonía con los demás. Ayúdalo a desarrollar buenas y sanas relaciones en el ambiente en que se desarrolla y podrá enfrentarse a cualquier circunstancia con menos problemas.
Antes de culminar con este artículo, es necesario recordarte que dependiendo de tus actitudes  y tu ejemplo, tu hijo tendrá buenos o malos valores. Estos formarán su personalidad, de la cual eres y serás responsable.
Esperamos que haya sido de gran ayuda y que te haya impulsado a ser un mejor ejemplo para tu hijo. Recuerda que es importante ayudarlo a tener un sano crecimiento emocional, a sentirse aceptado y encontrarse bien donde esté y con quien se encuentre.

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