Apendicitis en el embarazo: síntomas y riesgos

La inflamación del apéndice cecal es la complicación no obstétrica más frecuente del embarazo. Sin embargo, su diagnóstico oportuno es dificultoso. Entérate todo lo que debes conocer al respecto.
Apendicitis en el embarazo: síntomas y riesgos
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 20 diciembre, 2022

La apendicitis en el embarazo es un contratiempo poco frecuente, pero potencialmente grave, tanto para la mamá como para el bebé. Se trata de un problema desligado a la gestación, que ocurre como consecuencia de la inflamación del apéndice cecal.

El diagnóstico temprano y la intervención oportuna de esta patología son factores claves para la pronta resolución del cuadro y para evitar complicaciones mayores. Pero, desafortunadamente, en la práctica resulta todo un desafío detectarla a tiempo, y por eso queremos enseñarte ante qué signos debes encender las alertas. ¡No dejes de leer!

Apendicitis y el embarazo

Como anticipamos al principio, la apendicitis es una patología poco frecuente durante el embarazo y se estima que ocurre en 1 de cada 2000 gestas. No obstante, es la urgencia quirúrgica no obstétrica más frecuente de la gestación, incluso más prevalente que las colecistitis o las pancreatitis.

Si bien no existe un factor predisponente especial durante el embarazo (pues la frecuencia de aparición es similar a la de la población general) se sabe que la mayoría de los casos ocurren en el segundo trimestre. Y a diferencia de lo que sucede en un adulto promedio, la gestante tiene un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves a partir de esta inflamación:

En parte, este aumento del riesgo está relacionado con las dificultades para arribar a un diagnóstico temprano, ya que los síntomas no siempre son tan reveladores y la exploración física es un tanto compleja. A continuación, te compartiremos las manifestaciones más comunes para que te mantengas atenta.

El dolor en el vientre bajo es un síntoma común del embarazo.
El dolor abdominal agudo de la apendicitis es intenso, sostenido, localizado y no mejora con los cambios de postura ni con maniobras comunes.


Signos y síntomas de apendicitis en el embarazo

La inflamación del apéndice cecal provoca síntomas muy sugestivos en la población general, pero durante el embarazo pueden confundirse con algunos malestares habituales. No obstante, si sospechas que algo se sale de lo usual, no dudes en consultar cuanto antes.

  • Dolor abdominal intenso y sostenido. En general, inicia como una ligera molestia en el centro del abdomen o debajo de las costillas y luego se ubica en el bajovientre, al costado del ombligo. Al cabo de unas horas, notas un dolor exquisito del lado derecho, cerca de la ingle, que no irradia ni cede con ninguna maniobra. Es posible que pienses que el bebé está encajado ahí, pero cuando se mueva, en lugar de alivio, sentirás más dolor. También es posible que la ubicación del dolor cambie debido al desplazamiento de los órganos intraabdominales, por el crecimiento del útero.
  • Náuseas y vómitos. Durante la gravidez es normal sufrir de náuseas y vómitos. Pero si estas reaparecen de forma súbita y se acompañan de un fuerte dolor abdominal, debes consultar cuanto antes.
  • FiebreCuando registres una temperatura de 37,5 °C o mayor, acude a la urgencia. Sobre todo si tienes otros síntomas.
  • Malestar general.
  • Inapetencia.
  • Diarrea o estreñimiento. Cualquiera de estos cambios en el ritmo evacuatorio que se salga de lo habitual, puede alertar una irritación intestinal. Por lo tanto, considéralas como señales de alarma.
  • Distensión abdominal, gases o acidez.

Diagnóstico de apendicitis en el embarazo

Los síntomas de apendicitis no son exclusivos de esta condición. De hecho, es posible que muchos de ellos los hayas experimentado a lo largo del embarazo o por otras causas de enfermedad, como por ejemplo, una infección urinaria.

No obstante, la clave está en determinar si algo sale de lo habitual y consultar ante la más mínima duda con el médico.

Si efectivamente se sospecha una apendicitis durante el embarazo, el profesional a cargo procederá a examinarte detalladamente.

En primer lugar, te realizará un examen físico completo, el cual incluye la palpación del abdomen mientras estás acostada. Según la etapa en la que te encuentres, tu apéndice se ubicará de manera diferente, por lo que no siempre es sencillo concluir el diagnóstico de esta forma. Es posible que también te recueste de lado para practicar algunas maniobras adicionales.

A continuación, te solicitará algunos estudios complementarios a fin de recabar datos más sugestivos. En general, se solicitan las siguientes pruebas:

  • Orina completa y cultivo de orina (a fin de descartar una infección urinaria).
  • Analítica sanguínea (para evaluar los marcadores de infección en sangre, como el recuento elevado de glóbulos blancos).
  • Ecografía abdominal completa (en busca de signos de inflamación del apéndice o de perforación del mismo).

Muchas veces los hallazgos de estas pruebas no son del todo concluyentes. Pero ante la sospecha y, sobre todo, para evitar riesgos potencialmente graves, el médico podrá indicar una cirugía laparoscópica con fines diagnósticos. Y, eventualmente, terapéuticos.


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¿Cómo se trata la apendicitis durante el embarazo?

Esta patología es de resolución quirúrgica, sobre todo en el contexto del embarazo, ya que las complicaciones potenciales de una apendicitis no tratada incluyen la muerte del binomio.

Debido a que el contexto de estas cirugías no es el habitual, requiere de un abordaje multidisciplinario, que incluya al obstetra, al neonatólogo, al cirujano y al anestesiólogo, entre otros especialistas.

Algunos autores han evaluado la conveniencia de no operar a la gestante ante una apendicitis y tratarla con antibióticos, en línea con el paradigma propuesto en la última década. Si bien existe evidencia a favor de esta conducta expectante o no quirúrgica en ciertos grupos humanos, no hay información suficiente ni concluyente en las embarazadas.

Por ende, al día de hoy, la resolución de la apendicitis en las mujeres gestantes sigue siendo quirúrgica.

Los dolores de parto se pueden aliviar mas no evitar.
Cuando sospeches que puedes estar sufriendo una apendicitis, acude lo antes posible al servicio de urgencias.

Cuidados posoperatorios

Una vez que se haya realizado la apendicectomía, la futura madre debe tener algunos cuidados personales en cuenta para evitar más complicaciones:

  • Realizar la cura diaria de la herida según las indicaciones del médico tratante.
  • Esta cura generalmente consiste en la limpieza con soluciones antisépticas y en un adecuado lavado durante el baño.
  • Seguir el tratamiento ambulatorio prescrito, generalmente a base de antibióticos tópicos o sistémicos.

¿Qué hacer y qué no hacer cuando se sospecha una apendicitis en el embarazo?

Los especialistas recomiendan que ante la presencia de síntomas sugestivos de una apendicitis durante el embarazo, evites automedicarte con analgésicos. Incluso, evita comer o beber zumo, té y cualquier otra bebida que no sea agua.

Si tienes dudas, trata de buscar técnicas para relajarte y distender tu abdomen, mientras te pones en contacto con tu médico para darle aviso de tu condición. Puede tomar un baño tibio, pedirle a tu pareja que te ofrezca algunos masajes, hacer algo de yoga y evacuar bien los intestinos.

Cuando el dolor y el malestar es por causa de una apendicitis, nada de esto será suficiente para aliviarte. Por eso, si notas que se trata de algo más, no pierdas tiempo y concurre a la central de urgencias para ser evaluada.

Recuerda que el diagnóstico y el tratamiento temprano de la apendicitis son claves para resguardar tu salud y la de tu bebé. Trata de tomártelo con calma, pero no retrases la consulta. Pues más vale una falsa alarma que una situación que lamentar.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.