El peligro de las infecciones urinarias no tratadas durante el embarazo

El peligro de las infecciones urinarias no tratadas durante el embarazo

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 02 abril, 2020

Las infecciones urinarias son muy comunes en el embarazo, pese a ello, pueden ser peligrosas si no se tratan de la forma correcta. Por lo tanto, el monitoreo constante por parte de los médicos es vital en estos casos. No obstante, en ocasiones, las infecciones no presentan síntomas, lo cual los convierte en amenazas serias.

Durante el embarazo, la mujer cambia radicalmente su manera de orinar. Aumenta tanto la frecuencia de ir al baño, como la cantidad de orina que expulsa. Dicha alteración es atribuida principalmente a las hormonas y luego, a la presión que ejerce el útero agrandado sobre la vejiga. Sin embargo, hay otros factores que pueden influir en los cambios al orinar.

En ocasiones, las infecciones urinarias pueden provocar un aumento en la frecuencia de micción; es decir, el número de veces que se va al baño a orinar. Una de las más conocidas es la ‘cistitis‘.

Para detectar si la causa de los cambios es una infección, es preciso reconocer ciertos síntomas; tales como:

  • Dolor al orinar.
  • Sangrado al orinar.
  • Ganas de orinar frecuentes.
  • Calambres y dolor en la espalda.
  • Cambios en el color de la orina (se torna turbia y con mal olor).
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Infecciones urinarias asintomáticas

Cuando se presentan infecciones urinarias sin síntomas evidentes, es cuando pueden ser más peligrosas. Comenta el ginecólogo Marcelo Rodríguez, que a esta afección es producida por la bacteriuria asintomática, que es como se le llama a la infección. Es un padecimiento bastante frecuente en las embarazadas, pero si no se trata puede provocar un parto prematuro.

Hasta el momento, la única manera de diagnosticar la bacteriuria asintomática, es mediante un examen de orina. Es decir, cualquier mujer puede padecerla y desconocerlo hasta realizarse la prueba. En el caso de las embarazadas, tienen la obligación de realizar un examen al menos dos veces durante esta etapa.

Detectar la infección urinaria a tiempo, puede contribuir a la ejecución de un tratamiento para eliminarla. Sin embargo, cuando esta no es tratada, se convierte en un peligro para la salud de la madre y el feto.

Cuando no se presentan síntomas, la mujer convive con la infección sin sospechar el daño que le está provocando. Este padecimiento  puede contaminar el sistema renal y desencadenar en una infección generalizada. Si esto llegase a ocurrir, el embarazo puede interrumpirse de manera brusca.

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Medidas de prevención

Cuando se detectan este tipo de infecciones, las embarazadas comienzan a ser tratadas por medio de antibióticos. No obstante, podemos evitar que se desarrollen estos padecimientos, tomando en cuenta los siguientes consejos.

  • Mantén una hidratación adecuada. Beber mucha agua y otros líquidos ayuda a mantenerte hidratada y a eliminar los desechos del organismo.
  • Cuando sientas que debes orinar, hazlo. Evita suprimir la necesidad de ir al baño.
  • Asegúrate de vaciar totalmente la vejiga cada vez que vas a orinar. Es conveniente hacerlo con tranquilidad; darnos nuestro tiempo, sin apuros y sin dejarlo a la mitad.
  • Para evitar que las bacterias se acerquen al tracto urinario, al secarnos, debemos hacerlo desde adelante hacia atrás.
  • Recuerda orinar inmediatamente después de tener relaciones sexuales.

Cualquier pequeño descuido puede ser peligroso cuando una mujer está embarazada. Es por ello que es de suma importancia mantener un buen control médico a lo largo de la gestación. Tanto la salud del bebé como de la madre, pueden verse comprometidas con tan solo sufrir una infección común.

Por fortuna, las infecciones urinarias se pueden evitar y combatir. Sin embargo, lo más importante en estos casos, es el diagnóstico temprano. Acude con regularidad al médico y no dejes de atender sus recomendaciones, porque de ello dependen que tu embarazo se desarrolle con normalidad.


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