Las infecciones urinarias durante el embarazo
Estar embarazada significa sufrir cambios en el organismo que en ocasiones generan vulnerabilidad frente a las infecciones urinarias. Aquí te explicamos todo sobre este importante e interesante tema.
Cuando las mujeres están en período de gestación, evidencian cambios hormonales que ocurren dentro de su interior . Si estos no se controlan de la forma adecuada, se pueden generar consecuencias en la salud propia y la del bebé que se gestaciona.
De acuerdo con investigaciones, la segunda enfermedad más frecuente de las mujeres embarazadas giran en torno a las infecciones urinarias. Esto se provoca por microorganismos llamados entobacterias, los cuales invaden y afectan el sistema urinario.
Estas afecciones se manifiestan a través de síntomas como ardor al orinar, molestia pélvica y otras sensaciones desagradables cuando la vejiga no está llena de líquido. En los casos más graves, se puede presentar alta temperatura y sangrado o secreción vaginal .
¿Cuáles son las causas de este padecimiento?
Hay múltiples. Uno de los orígenes de las infecciones es la hidronefrosis del embarazo . Esto no es más que la disminución del tono uretral, el cual reduce el protector ácido y aumenta la glucosa en la orina. En esta fase es cuando la propagación de bacterias se hace más favorable.
La reducción uretral se debe al efecto que genera el aumento de segregación de la progesterona, la cual a su vez dilata la relajación de los uréteres . Estos son los canales que unen a la vejiga con los riñones.
Otra causa es la presencia de litiasis o piedras en los riñones. Las enfermedades vinculadas a la diabetes, la deficiencia renal y demás padecimientos que impidan el funcionamiento correcto de la vejiga también aumentan las probabilidades de infección. Todo esto debe ser regulado con la ayuda de tu médico.
La contaminación del sistema urinario afecta a los bebés durante la gestación
¿Una infección urinaria puede afectar al feto?
Lamentablemente, esto es preocupante porque se ha demostrado que el 20% de las mujeres en gestación presentan este tipo de problemas.
Por lo general, está dolencia motiva un sinfín de partos prematuros, los cuales siempre son peligrosos. Bajo esta condición, la concepción se hace más difícil porque el crecimiento intrauterino se ve afectado. Incluso, los bebés podrían nacer bajos de peso.
Hay abortos espontáneos motivados por este padecimiento. Lo importante es mantener un control médico y cumplir con los tratamientos que se asignen. Podemos concluir que esta es una condición fácil de manejar si se tiene la precaución adecuada.
El cuidado y la prevención son la clave para evitar estas molestias
Consejos para evitar las infecciones urinarias
Existen medidas que puedes implementar para no sufrir este padecimiento. A continuación te enumeramos las principales:
- No aguantes las ganas de orinar. Algunas mujeres tienen este mal hábito que genera cistitis. Recuerda que la vejiga tiene un espacio limitado y lo que menos deseamos es complicar un estado de gestación, sin mencionar que a la larga esta acción provoca también incontinencia.
- La higiene será tu mejor aliada. Esto de seguro lo has oído desde hace mucho, sin embargo, cobra mayor importancia cuando se está embarazada. El aseo es la primera medida para evitar la proliferación de bacterias.
- Usa jabones suaves. No olvides que debes usar productos bajos en Ph. De lo contrario podrías lograr el efecto contrario. Los artículos de limpieza fuertes traerán complicaciones a tu sistema urinario.
- Ingiere jugos naturales como arándano y piña. Existen estudios que señalan que estos alimentos evitan que ciertos microorganismos penetren a las vías urinarias. Esta medida es totalmente preventiva.
- En el caso de tener relaciones con tu pareja lo ideal es limpiar el área genital y orinar después del acto.
El agua como el líquido milagroso
No hay duda de que tus riñones te agradecerán la ingesta de este líquido vital en grandes cantidades. En especial si posees algún problema con tu sistema urinario (vejiga, uretra, riñón). Consumir de ocho a diez vasos de agua es lo más recomendable .
Recordemos además que el agua es el elemento fundamental para evitar un parto prematuro y cuidar la salud de tu pequeño. Esta ayudará a liberar toxinas a través de la orina y contribuirá al buen funcionamiento de tus riñones, vejiga y uretra . La evidencia que lo estás haciendo bien será un orine claro y limpio.