Alimentación recomendada para niños con bajo peso

La alimentación recomendada para niños con bajo peso es aquella que indique el pediatra y nutricionista para ayudar a llevar a tu hijo al peso ideal.

Escrito y verificado por la nutricionista María Patricia Piñero.

Última actualización: 05 julio, 2023

Como mamás, siempre estamos atentas a la alimentación de nuestros hijos, pues sabemos que al comer de manera adecuada tendrán un óptimo crecimiento y desarrollo. Por eso, cuando notamos que están por debajo del peso ideal, nos alarmamos. En este artículo, te ofrecemos algunos consejos y pautas sencillas sobre la alimentación recomendada para niños con bajo peso.

A continuación, nos adentraremos en todas las aristas relacionadas con la alimentación de tu pequeño, para recuperar un peso deficiente. Pero recuerda que cada consejo debe ir de la mano con la opinión del pediatra y otros profesionales de la salud.

Descubre cómo es la alimentación recomendada para niños con bajo peso

Al darnos cuenta de que nuestros niños tienen un bajo peso, debemos seguir estas pautas que ayudarán a recuperar su buen desarrollo y crecimiento.

1. Consulta con el profesional de salud

Lo primero es consultar con los profesionales de la salud. El pediatra y el nutricionista conforman el personal idóneo para manejar estos casos. Sin embargo, es posible que el bajo peso del niño se resuelva con algunos cambios sencillos en los hábitos y patrones alimentarios desde el hogar.

2. Descarta las causas

Es importante que descartes los factores genéticos del niño, ya que es posible que sean delgados por naturaleza. Otras razones pueden ser psicológicas, hormonales, metabólicas, gastrointestinales o el uso de medicamentos que reducen el apetito. En otros casos, pueden desarrollar trastornos alimentarios, por lo cual necesitará ayuda del psicólogo. También, es válido que quemen más calorías de las que ingieren cuando son muy activos.

3. Cambia la conducta hacia las comidas

Al modificar algunos patrones generales en la alimentación del niño, podemos lograr un cambio de conducta que beneficie la ganancia de peso:

• Aumenta el número de las comidas: hay que tener presente que los niños tienen estómagos pequeños y necesitan distribuir sus comidas en varias porciones. En este sentido, requieren comer entre 5 o 6 veces al día. De esta forma, aportamos la energía y los nutrientes que necesita durante la jornada.
• La familia debe dar el ejemplo: los niños aprenden por observación, de allí que el cambio de hábito comienza desde casa. Para que adopten una buena costumbre en la comida, toda la familia debe modificar sus hábitos por otros más saludables.
• Haz de la hora de comer un momento placentero: enseña que la comida tiene un horario y una rutina diaria, para lo cual se requiere atención, enfoque y disfrute. Apaga el televisor y comparte el momento con tus hijos. Trata de inventar nuevas preparaciones para que se entusiasmen.
• Combina alimentación saludable con ejercicios: Cuando la comida es saludable y se refuerza con una rutina de ejercicios constantes, se ayuda a un aumento de peso, sobre todo de masa muscular. Esto es más notorio en los niños mayores. Además, según la organización Mayo Clinic, el ejercicio antes de las comidas, estimula el apetito.

4. Asesórate sobre qué alimentos seleccionar

Lo más importante de un nuevo plan de alimentación es la combinación de todos los grupos de alimentos. Estos aportarán los nutrientes en cantidad y calidad, así como la energía que el niño requiere para aumentar de peso. De acuerdo con un grupo de expertos, esta debe estar enfocada en una alimentación saludable. Veamos cuáles entran en este listado:

• Alimentos variados: los huevos, la leche entera, los quesos, los pescados, las aves y, ocasionalmente, las carnes aportarán la proteína animal. Por los vegetales, lo harán las legumbres, las semillas y los frutos secos. Por su parte, los cereales, las pastas, el pan, la avena, la cebada y otros, les darán la energía. Finalmente, para complementar, las frutas y verduras ofrecerán las vitaminas y los minerales necesarios.
• La fibra: esta no debe sobrepasar el requerimiento del niño con bajo peso. La razón principal es que produce saciedad y la idea es estimular el apetito. Así que no se debe exagerar con los alimentos integrales.
• Incluye grasas saludables: las grasas son las que aportan más energía, ya que 1 gramo se convierte en 9 calorías. La Asociación Española de Pediatría recomienda el aceite de oliva como la más saludable. También, se puede usar el aceite de linaza, el aguacate, los frutos secos y el aceite de canola. Además, la mantequilla de maní y la grasa de coco son buenas opciones como fuente energética.
• Meriendas nutritivas: se recomiendan meriendas que sean fáciles de preparar y que estén llenas de energía y nutrientes. Por ejemplo, un puñado pequeño de frutos secos, una rodaja de pan con mantequilla de maní o fruta con queso, entre otras. También, se permiten el yogur, las barras de granola o los panes integrales.
• El agua será siempre la mejor opción, pero para ayudar al aumento de peso se recomiendan las bebidas calóricas y nutritivas, como leche entera, los jugos de frutas naturales o los complementos nutricionales.

5. Ten en cuenta qué alimentos no debes incluir

La alimentación recomendada para niños con bajo peso debe ser de alta calidad nutricional. Por lo tanto, anota aquellos alimentos que no pueden estar presentes en su dieta.

Por ejemplo, evita la comida rápida y los ultraprocesados, ya que están cargados de aditivos y sus calorías no aportan nutrientes. Se recomienda preparar comidas similares, pero desde la casa, así se controlarán los ingredientes. Debes evitar los siguientes alimentos:

• Bebidas gaseosas y otras azucaradas.
• Galletas procesadas.
• Pasteles y bollería.
• Jugos comerciales.
• Papas fritas.
• Pizza industrial congelada.
• Snacks variados.
• Caramelos, golosinas y dulces.

6. Incorpora las calorías de a poco

Se recomienda adicionar las calorías poco a poco, para determinar el nivel de aceptación de algunos alimentos. Aquí te dejamos algunas ideas:

• Incorpora frutas deshidratadas sin azúcar añadido. Al ser más dulces que las tradicionales, tendrán buena aceptación del paladar. Además, sus calorías están concentradas y su menor contenido de agua produce menos saciedad.
• Agrega el aceite de linaza y otros saludables para enriquecer algunas preparaciones, como jugos de frutas, salsas y mantequilla de maní, entre otros.
• Usa el caldo de pollo como medio de cocción para la pasta y el arroz.
• Preparar helados naturales sin azúcar añadido. Para ello, usa leche entera, huevos, frutas deshidratadas y sus jarabes.

Estas son las raciones diarias recomendadas

La revista Anales de Pediatría recomienda las siguientes raciones diarias de alimentos para niños en edad preescolar y escolar.

• Proteína animal y vegetal: 3 o más raciones. En el caso de los pescados, la Asociación Española de Pediatría recomienda consumirlo de 3 a 4 veces a la semana si se trata de pescado magro, o 2 veces si son ricos en grasas.
• Frutas frescas o deshidratadas: 3 a 5 raciones.
• Tubérculos y raíces: 6 raciones o más (incluye batata, papa, ocumo, ñame y apio, entre otros).
• Cereales: 6 raciones.
• Verduras y hortalizas: 3 a 5  raciones.
• Productos lácteos: de 2 a 3 raciones de yogur, quesos y leche.

El apoyo médico y familiar es clave

El primer paso para atender el bajo peso de tu hijo es llevarlo con su médico pediatra. Después de estar segura de la causa, sigue las instrucciones e incluye la atención profesional del nutricionista. En general, un niño con bajo peso necesita cambiar su comportamiento hacia la comida. Para ello, debe contar con el apoyo familiar e incluir alimentos variados, de calidad, saludables y un extra de energía y nutrientes que ayuden al aumento del peso.