Aftersun: el recuerdo de las últimas vacaciones de una hija con su padre

Reflexión sobre Aftersun: esta preciosa película narra la historia de Sophie, una niña con toda la vida por delante, y su padre, un joven desgarrado que no le encuentra sentido a su existencia.

Escrito y verificado por la psicóloga Sharon Capeluto.

Última actualización: 12 marzo, 2023

No seré hipócrita: Aftersun me dejó un nudo en la garganta durante días. Sin embargo, es digna de recomendación para quien se deja atravesar por esas historias conmovedoras que a menudo nos ofrece el mundo del cine.

Se trata de una película tan preciosa como triste. El relato se centra en el estrecho vínculo entre un padre portador de una angustia demoledora y una hija, de once años, inteligente y astuta. Cuando Sophie es adulta recuerda con nostalgia unas vacaciones en Turquía que compartió con Calum, su padre, décadas atrás.

Alerta: ¡hay spoilers!

Aftersun, la ópera prima de Charlotte Wells

Charlotte Wells es la escritora y directora escocesa que deslumbró con su debut cinematográfico a fines de octubre del 2022. Su película dramática recibió importantes premios y nominaciones que se esperan con grandes expectativas. La magia del film está en su sencillez. El ritmo lento permite al espectador apreciar cada detalle y, a su vez, verse inmerso en un silencio agobiante, mientras que la tonalidad sepia invita a comprometerse con la melancólica historia.

Por momentos, la trama parece más que cotidiana. Sin embargo, lejos de lo que se puede suponer, eso no la hace insignificante. La película está inundada de contenido simbólico que merece la pena advertir. Se trata de una narrativa sutil pero cargada de muchísimo poder.

En Aftersun, Paul Mascal interpreta al personaje de Calum y Frankie Corio, al de Sophie. La historia se reconstruye a partir de recuerdos profundos e imágenes difusas captadas por una cámara analógica. Padre e hija conviven durante unos días en un all inclusive de una zona costera turca, antes de que la niña tenga que regresar a su escuela en Glasgow, donde vive junto a su madre.

Cuando la vida pesa demasiado

Calum es un joven de treinta años a quien le resulta muy difícil poder disfrutar. Con problemas económicos, pero principalmente existenciales, pone su mayor esfuerzo para regalarle a Sophie momentos felices juntos. Pese a su corta edad y al amor genuino e intenso que siente por su hija, Calum no logra encontrarle un sentido a su vida. Él atraviesa una grave depresión que intenta ocultarle a la niña.

Los ojos de Sophie transmiten un doble mensaje. Por un lado, refleja a una niña en pleno desarrollo que quiere divertirse con los «chicos grandes» del hotel y dar su primer beso. Está entusiasmada por conocer el mundo, ese mismo que le resulta insoportable a Calum. Pero, por otro lado, su mirada denota una angustia inminente que se sustenta en la herida de tener un padre que no es capaz de arroparla en el frío de la noche.

Aunque no cuenta con absoluta consciencia de esto, la niña percibe que su padre está roto en mil pedazos. Si bien el veraneo tiene ocasiones de disfrute que incluyen risas, piscinas y bailes, los momentos hirientes le dejan a la Sophie adulta una dolorosa memoria. Como cuando ella le pregunta inocente e insistentemente: «cuando tenías once años, ¿qué imaginabas que ibas a estar haciendo ahora?».

Heridas infantiles y cuentas pendientes

Durante toda la película se mantiene latente la sensación de una despedida. Sophie parece haber transitado un proceso de duelo bastante intrincado. Sin embargo, quedan muchas preguntas sin responder, por lo que se trata de una historia de pérdidas y cuentas pendientes.

En el recuerdo, no queda claro qué pertenece a la realidad y qué a la fantasía. Como sea, las heridas infantiles derivadas del vínculo con su papá parecen acompañar a Sophie incluso en sus treinta años. Por su parte, antes de rendirse, Calum ha intentado revertir su tristeza con diversos métodos. Por ejemplo, ha recurrido al Tai Chi, a libros de autoayuda y a la meditación. Pero, ¿cómo aceptar que no fue suficiente? ¿Cómo amigarse con la idea de un adiós inevitable?

Aftersun no es para cualquiera

Muchos podrán decir que en Aftersun no pasa nada. Y lo cierto es que pasa lo que tiene que pasar. Los sucesos no se cuentan con una llana literalidad, sino que aparecen, poco a poco, a través de poderosas metáforas. El contraste entre los lentes de Calum y los de la niña, permite descubrir el mensaje principal: el agua brillante de la piscina que Sophie disfruta, es un océano oscuro y profundo que lo cubre hasta desaparecer.