Los adenomas hiposifarios son tumores benignos de lento crecimiento que se forman en las células que constituyen la glándula hipófisis. Afectan por igual a hombres y mujeres, aunque son especialmente peligrosos en aquellas que se encuentran en periodo de gestación.
Conoce la función de la glándula pituitaria
La glándula pituitaria tiene forma de frijol y se sitúa en la base del cráneo, un poco detrás de la nariz y entre las orejas.
Con menos de un gramo de peso, es de vital importancia en el funcionamiento del organismo y, a pesar de su pequeño tamaño, influye en casi todas las partes del cuerpo porque regula la función de otras glándulas.
Además, la glándula pituitaria es conocida por ser la encargada secreta varias hormonas. Cuando se produce un trastorno de esta glándula, las consecuencias pueden ser muy incapacitantes. Los adenomas hipofisarios o pituitarios son el caso más común.
¿Qué son los adenomas hipofisarios?
Los adenomas hipofisarios son generalmente tumores benignos de la glándula pituitaria. La mayoría son de crecimiento lento, lo que significa que no son cancerígenos y no se diseminan a otras partes del cuerpo. Tienen una mayor incidencia entre los 30 y los 40 años.
Se trata de una patología relativamente común que causa una disminución o hiperproducción de hormonas secretadas por la glándula pituitaria (hormonas tiroideas, suprarrenales u ováricas). Los adenomas hiposifarios se pueden diferenciar según el tamaño: microadenomas (menores de 1 cm) o macroadenomas (mayores de 1 cm).
Actualmente no se conocen las causas que provocan los adenomas hiposifarios, por lo que se desconocen las pautas concretas para la prevención del mismo. El tratamiento más común es su resección quirúrgica y tratamientos que compensen el exceso hormonal.
¿Cómo influyen los adenomas hipofisarios en el embarazo?
Dependiendo de su tipo y tamaño, los adenomas hipofisarios a veces causan complicaciones en el embarazo. Ocasionalmente, la gestación puede hacer que los tumores crezcan y que los síntomas sean más notables. Ciertos tipos de tumores pueden aumentar el riesgo de diabetes y presión arterial alta.
Los médicos generalmente recomiendan que las mujeres dejen de tomar medicamentos para tumores cuando quedan embarazadas. Sin embargo, si se presentan síntomas de tumores hipofisarios es posible tomar ciertos medicamentos. La mayoría de ellos no parecen dañar al feto.
Durante el embarazo se produce un aumento de la glándula hipófisis y, en caso de que haya adenoma hipofisario, puede aumentar su tamaño. En cualquier caso, el tratamiento durante el embarazo dependerá del tamaño de dicho tumor y de los síntomas que trae consigo.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de los adenomas hipofisarios dependen del tipo de hormona u hormonas que fabrican y, en el caso que no fabriquen hormonas, de los síntomas derivados de su crecimiento o del bloqueo en la fabricación de otras hormonas.
Así mismo, los signos y síntomas de los adenomas hipofisarios a menudo aparecen cuando se desarrolla el tumor y cuando producen demasiadas hormonas. Este desequilibrio hormonal causará una variedad de síntomas que incluyen, entre otros, los siguientes:
- Retraso del crecimiento
- Infertilidad
- Disfunción sexual
- Producción anormal de leche
- Problemas de visión
- Aumento o pérdida de peso
- Fatiga crónica
¿Cuáles son las causas?
La causa del crecimiento celular descontrolado en la glándula pituitaria que crea un tumor sigue siendo desconocida. Las hormonas que produce ayudan a regular funciones importantes, como el crecimiento, la presión arterial y la reproducción.
Un pequeño porcentaje de casos de tumores hipofisarios se da en familias, pero la mayoría no tiene un factor hereditario aparente. Aún así, los científicos sospechan que las alteraciones genéticas juegan un papel importante en el desarrollo de los tumores pituitarios. De hecho, se considera que estos casos, con posibilidad de heredarse, suceden en pacientes con algunos síndromes familiares complejos.
Por último, ten en cuenta que el tratamiento para combatir los adenomas hipofisarios puede ser la eliminación del tumor o el tratamiento del exceso de hormonas que produce. Esto puede realizarse mediante tres modalidades terapéuticas: el tratamiento médico, la radioterapia o mediante una intervención quirúrgica.
Bibliografía
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