El ejercicio es fundamental en la vida de cualquier persona para mantener una adecuada salud. Con la actividad física mejora la circulación, se quema grasa innecesaria y se ponen en movimiento los huesos y los músculos.
Debido a esto, es recomendable que pongas en práctica los siguientes ejercicios para fortalecer los músculos de tu bebé.
Durante los primeros años de vida, el bebé necesita adquirir tono muscular para sentarse, gatear o caminar. Mediante la actividad física, podrás ayudarle a fortalecer sus pequeños músculos para que tenga las habilidades motrices necesarias.
Además, el momento del ejercicio será ideal para compartir un rato con tu bebé y ayudarle a construir hábitos sanos.
“Cuanto mayor sea tu nivel de energía, más eficiente es tu cuerpo. Cuanto más eficiente es tu cuerpo, mejor te sentirás y más usarás tu talento para producir resultados increíbles.”
–Anthony Robbins–
Los mejores ejercicios para fortalecer los músculos de tu bebé
Estudios revelan que los bebés y los niños en edad preescolar necesitan tener al menos media hora de ejercicios a diario. Implementar esta actividad en la rutina familiar disminuirá las posibilidades de sobrepeso y de otras enfermedades asociadas a esta condición.
¿Por qué son necesarios los ejercicios para fortalecer los músculos de tu bebé?
El desarrollo cerebral está vinculado directamente con la actividad muscular en los niños, especialmente en edades tempranas.
Los niños que carecen de desarrollo muscular no construyen conexiones neuronales tan efectivas como los que sí tienen actividad física regularmente.
Además, como ya lo mencionamos, cuando los niños se ejercitan desde edades tempranas, tienen más posibilidades de continuar con este hábito en la edad adulta. Desde muy pequeño, el bebé puede comenzar a desarrollar flexibilidad, coordinación y equilibrio.
De 0 a 6 meses
- Coloca al bebé boca arriba en la cama y pon tus dedos índices entre sus manos. Cuando los apriete, tómalo por las manos e impúlsalo para elevar su torso de la cama. El bebé aumentará poco a poco la fuerza y tratará de levantar su propio cuerpo. Mantenlo elevado unos segundos y luego vuelve a apoyarlo en la cama con delicadeza.
- Coloca al bebé en posición vertical al lado de tu hombro. En esta posición, el bebé podrá levantar su cabecita por algunos segundos. Debes asegurarte de apoyar su espalda con tus brazos para que su cuerpo no se incline hacia atrás.
- Ubica al bebé en posición boca abajo sobre una superficie suave pero firme. Durante los primeros meses, el bebé no hará mucho en esta posición, pero a medida que crezca esto cambiará. Intentará girar su cabeza y apoyar su cuerpo en los antebrazos para mirar alrededor.
- Pon al bebé de espaldas y sujeta sus pies. Alterna los movimientos sosteniendo una pierna extendida y llevando la otra hacia su pecho. Repite este movimiento tres veces con cada pierna y déjalo descansar antes de volver a hacerlo.
De 6 a 12 meses
- Mientras el bebé está acostado de espaldas, tómalo por los antebrazos y llévalo a sentarse manteniendo la espalda erguida. Sostenlo durante unos segundos y luego devuélvelo lentamente a la posición inicial. Repite el ejercicio cuatro veces.
- Pon al bebé boca abajo y cuidadosamente ubica sus antebrazos bajo sus hombros. Luego tómalo por las caderas y elévalo hasta formar un ángulo de 45° sobre el suelo. Deja que el bebé repose sobre sus antebrazos.
- Otro de los ejercicios para fortalecer los músculos de tu bebé debe empezar con el pequeño recostado de espaldas. Toma su pierna derecha y, manteniéndola recta, llévala hacia su oreja izquierda. Vuelve a la posición inicial y repite el movimiento 5 veces alternando con la otra pierna y oreja.
- El ejercicio que es comúnmente conocido como “la bicicleta” también es adecuado para los pequeños de esta edad. Recuéstalo sobre su espalda, sujeta sus pies y simula el movimiento que hacen las piernas al pedalear.
Recuerda que es fundamental que involucres a tus hijos en el hábito del acondicionamiento físico. Y, por supuesto, puedes reunir a tu familia alrededor de la actividad física.
Además de ser una práctica saludable, es una gran estrategia para promover la convivencia familiar. Ayudar a tus hijos a tener costumbres saludables les permitirá ser adultos felices y con rutinas adecuadas.