Sin dudas, es todo un desafío poder descansar por las noches mientras se espera un bebé. ¡Sobre todo si hace calor! Para ayudarte en esta tarea, a continuación te daremos algunos consejos para dormir bien en verano si estás embarazada.
Trucos para dormir bien en verano si estás embarazada
Una de las consultas más habituales en aquellas mujeres que están atravesando los últimos meses de gestación cuando hace calor es cómo dormir bien.
Además del insomnio que muchas sufren en el embarazo debido a los cambios hormonales y físicos, e incluso la ansiedad y los nervios, otra molestia suelen ser las altas temperaturas.
¿Te gustaría saber cómo dormir bien en verano si estás embarazada? Entonces te recomendamos que leas los siguientes consejos:
1. Coloca un ventilador ‘personal’
Dormir con aire acondicionado en la habitación no es bueno para nuestra salud. Pero esto no significa que debemos pasar calor toda la noche. La mejor manera para refrescar el ambiente es colocar un ventilador de pie o de esos pequeños que se colocan en la mesilla de noche.
Trata de conseguir uno lo bastante potente, como para garantizar cierto flujo de aire. Para enfriar aún más el dormitorio, puedes colocar un recipiente con cubos de hielo delante del ventilador.
2. Airea la habitación
Cierra las ventanas, persianas y cortinas durante las horas más calurosas del día, pero cuando comience a descender la temperatura, abre y airea, permite que el aire circule por toda la casa abriendo las ventanas de otros ambientes.
En lo posible y siempre que sea seguro, mantén todo abierto a la madrugada, que es el horario en el que menos calor hace.
3. No cenes demasiado
Las cenas copiosas no son una buena idea cuando hace calor, sobre todo si estás embarazada. Como primera medida, deberás esperar al menos dos horas para acostarte desde que terminas de comer.
En segundo término, procura elegir ingredientes y platillos ligeros, que incluyan frutas y verduras frescas. Por ejemplo, puedes comer ensaladas, cremas frías, gazpachos o salmorejos, etc.
Por el contrario, evita las harinas, las grasas y las comidas demasiado especiadas. Si no puedes hacer correctamente la digestión, te será más difícil dormir.
4. Enfría las sábanas
Algunas personas optan por poner las almohadas en el refrigerador y otras directamente eligen mojar las sábanas antes de acostarse. Quizás esto puede ser de gran ayuda, siempre y cuando tengas en cuenta que dormir con el cuerpo mojado puede conducir a una gripe o una enfermedad similar.
Por supuesto, siempre puedes utilizar una bolsa de agua fría —la misma que en invierno se llena con agua caliente— y colocarla en zonas cálidas del cuerpo: tobillos, muñecas, axilas, pies, detrás de las rodillas, nuca, etc.
5. Toma una ducha
No hay nada más refrescante que darse una ducha en pleno verano. Si bien podemos pensar que para reducir la temperatura corporal el agua debe estar fría, lo cierto es que mejor es que se encuentre templada.
Una ducha fría reactiva el gasto energético corporal y, en vez de refrescar, hace que tengamos aún más calor. Una vez que sales del baño, acuéstate lo antes posible, porque además es probable que estés relajada.
“Las cenas copiosas no son una buena idea cuando hace calor, sobre todo si estás embarazada”
6. Opta por ropa ligera
Nos referimos tanto a la ropa de cama como a la propia. Dile adiós a las decenas de almohadas que tienes en la cama; quédate con una o dos y acomódalas de forma tal que no te generen mayor calor al dormir.
Por otra parte, recuerda que, cuanto menos ropa uses para dormir, más cómoda y fresca te sentirás. Las prendas más adecuadas son las de lino o algodón, ya que permiten la transpiración. No uses tejidos sintéticos.
7. Ten agua a disposición
El último de los trucos para dormir bien en verano si estás embarazada es hidratarte muy bien, ya sea durante el día como a la noche. Antes de acostarte, llévate una botella o vaso de agua fresca y déjala en la mesa de noche. Lo malo es que aumentará tu necesidad de ir al baño, pero lo bueno es que te refrescará bastante en plena madrugada.
Además, en el caso de que no puedas conciliar el sueño, te aconsejamos que evites dar vueltas en la cama. Esto hará que aumente la temperatura de las sábanas y que te sientas más nerviosa o irritable. A veces, es mejor levantarse de la cama, dar una vuelta por la casa y luego volver a acostarse.