La carencia afectiva en los niños es más común de lo que se piensa. Y esto no es una exageración. La vida moderna ha ocasionado que aumenten los casos de visitas al psicólogo por diversos problemas entre los que se figura como causa el poco o la falta total de afecto en el entorno próximo.
En el caso de los niños es sumamente importante el afecto. Como seres humanos necesitan que se les preste atención, se muestre interés por su vida, se les mime y se les exprese amor y ternura a lo largo de su desarrollo. Así se satisface su necesidad básica de seguridad y afecto y se favorece su desarrollo psico-emocional.
De hecho, se han realizado numerosos estudios en los cuales se ha demostrado que, las caricias que se les da a los niños en la infancia temprana contribuyen significativamente en su desarrollo neuronal.
¿Qué es la carencia afectiva?
Existe un concepto errado de lo que significa la carencia afectiva en los niños. No está falto de amor solamente aquel que carece de amparo filial o que está sometido a la violencia.
También sufren de carencia afectiva aquellos niños que, aún teniendo a sus padres, no experimentaron una relación familiar sana. Bien sea por ausencias laborales u otras complicaciones.
Por lo tanto, la carencia afectiva en los niños es aquella situación en la cual el niño se ve privado de recibir afecto. Esto incluye lo siguiente:
- Violencia.
- Falta de atención.
- Falta de protección.
- Cuidados deficientes o nulos (que pueden desde el ámbito alimenticio hasta el emocional).
Hoy en día, las nuevas tecnologías ha perjudicado la comunicación y la calidad de los vínculos en las relaciones humanas. Como consecuencia también se ha afectado a padres e hijos. Por ello se puede ver que, a menudo, muchos padres están más atentos a sus teléfonos móviles que a sus hijos.
Por otra parte, los dispositivos electrónicos obstaculizan las relaciones y alteran el orden de prioridades. Razón por la cual no se atienden adecuadamente las necesidades básicas y, sobre todo, el afecto.
A continuación te comentamos cuáles son los síntomas de carencia afectiva en los niños. Comprobarás que la falta de amor y cuidados no solo repercuten en el aspecto emocional sino también en su salud física.
6 síntomas de carencia afectiva en los niños
1. Las infecciones
Aquellos niños que diariamente carecen o reciben muy poco cariño de sus progenitores, tutores, o cualquier adulto que se encargue de su protección son más propensos a contraer infecciones.
Pero ¿cómo es posible esto? La falta de cariño influye en la capacidad que tiene el organismo de defenderse de agentes externos como los virus.
En otras palabras, un sistema inmunológico deprimido no tiene los mecanismos de defensa lo suficientemente eficientes para combatir las infecciones y, por lo tanto, las probabilidades de que los agentes extraños invasores afecten al organismo son mayores.
2. El desarrollo físico
Una de las consecuencias que acarrea la falta de afecto es el retardo en el desarrollo físico del niño. El crecimiento se ralentiza. Esto también está relacionado con déficits fisiológicos. Sobre todo en los casos en los que existe una mala nutrición.
3. El comportamiento
Los niños con carencia afectiva son proclives a tener trastornos en el comportamiento. De acuerdo a las circunstancias y al niño el en cuestión, se puede evidenciar lo siguiente:
- Agresividad.
- Aislamiento.
- Melancolía.
- Brotes de ira.
- Cambios de humor bruscos.
- Falta de control de los impulsos.
- Propensión al llanto, entre otros.
4. El estrés infantil
El estrés es otro padecimiento estrechamente asociado a la carencia afectiva en los niños. Todo niño que no reciba el cariño suficiente por parte de sus padres puede desarrollar un nivel de estrés superior a lo que pueda soportar, lo cual tiene consecuencias tanto físicas como emocionales.
5. La desconfianza
Ante las ausencias, los vacíos y las fallas, los niños no se sienten seguros y esto hace que tengan temores a la hora de interactuar con otras personas.
Asimismo, es muy común que los niños con carencias afectivas se sientan desconfiados. Y es lógico ya que, después de todo, no tienen un buen ejemplo en su hogar.
Al no sentirse seguros y temer por su integridad física se muestran siempre a la defensiva y alertas ante lo que ocurre a su alrededor. Por lo tanto, la desconfianza es un indicador claro de que algo no marcha correctamente.
6. Dificultad para interactuar y relacionarse con otros
La dificultad de relacionarse con sus compañeros de escuela, amigos e, incluso, primos, es otro de los síntomas de carencia afectiva en los niños.
A menudo, les cuesta establecer relaciones sociales y se sienten muy ansiosos a la hora de hacerlo. Esto, evidentemente, es una consecuencia de la falta de seguridad que tienen en su hogar.
Bibliografía
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