Hay personas incapaces de tomar decisiones por sí mismas o de plantearse propósitos individuales. Esta condición es una de las principales consecuencias de la invalidación familiar.
La invalidación familiar es una práctica común en muchas familias que la aplican sin tener consciencia de ello. Se trata de un proceso donde los miembros son sometidos a descalificaciones, manipulación y maltrato psicológico.
En muchos casos, la invalidación familiar se manifiesta como una relación pasivo-agresivo. Debido a que la invalidación proviene de una figura de poder en la relación, la parte más débil cede ante el maltrato.
Consecuencias de la invalidación familiar
- Pérdida de identidad. Un adulto que ha sido invalidado en su infancia desconoce cómo comportarse. Esto incluye la forma cómo debe y puede manifestar sus emociones. Por lo general, son individuos que no encuentran un espacio en la sociedad y son incapaces de formarse un futuro.
- Inhibición de emociones. La forma más común de invalidación familiar es restar importancia a las emociones. Un ejemplo es aquel niño que ha sido incitado a dejar de llorar porque la situación no lo justifica, al menos para el padre.
En un futuro, estos niños aprenderán a inhibir sus emociones en lugar de controlarlas. La tendencia es a que se conviertan en adultos que reprimen sus sentimientos porque “no tienen importancia”.
En muchos casos, las consecuencias de esto son explosiones emocionales que atentan contra el entorno y el individuo.
- Incapacidad para relacionarse. El aislamiento es una de las consecuencias que se derivan de la invalidación. Al perder seguridad en sí mismo, el individuo no se cree capaz de socializar. Por ello, suelen ser personas solitarias o inestables.
- Otro fenómeno que puede darse como consecuencia de la invalidación familiar es la dependencia. Son personas que se atan a relaciones tóxicas por mucho tiempo; a causa de la invalidación, consideran que se merecen ese trato y que no pueden lograr algo mejor.
- Exceso de autocrítica. Las personas invalidadas constantemente mantienen un diálogo interno que reafirma su invalidación. Por lo general son muy autocríticas, con altos niveles de frustración, miedo y actitudes limitantes.
Otro factor determinante en su temperamento es el sentimiento de culpa; sea cual sea la consecuencia de los actos que los acompañe. Por ello, en muchos casos prefieren mantenerse al margen de cualquier situación.
- Abusador en potencia. Los niños víctimas de invalidación familiar pueden convertirse en adultos abusadores. Cuando no se ha logrado revalidar a la persona, es muy común que repita el mismo patrón en su adultez. De ahí que la historia se extienda con sus hijos y el resto de la familia.
El bullying como forma de invalidación familiar
A diferencia de lo que se cree, el bullying no es solo un fenómeno de los colegios y los patios de recreo. Dentro de los núcleos familiares también se viven situaciones de abuso psicológico; tal es el caso de la invalidación familiar.
En muchas ocasiones, los padres acostumbran a criticar a los hijos como una forma de reprenderlos o corregir un comportamiento.
Los efectos de la crítica no son siempre los esperados en los niños; por el contrario, pueden reafirmar una condición que se quiere corregir.
Una vez más, hay que hacer referencia al refuerzo positivo como la técnica ideal para la orientación de los niños, en lugar de amenazas o castigos.
Este comportamiento es muy común en niños con sobrepeso, por ejemplo. Los padres emplean descalificativos o bromas pesadas para concienciar al joven sobre su peso. De esta forma, sin querer, los padres se convierten en acosadores e invalidan los sentimientos de sus hijos.
“La invalidación familiar es una práctica común en muchas familias que la aplican sin tener consciencia de ello”
La revalidación del adulto
Revertir los efectos de la invalidación familiar es un proceso que lleva su tiempo. Sin embargo, es posible liberar al adulto de todos los preconceptos a los que fue sometido en su infancia.
- El primer paso debe ser el perdón a los padres. Seguramente, los padres han sido víctimas de la misma invalidación familiar. Por ese motivo, repiten en su familia el mismo patrón, ya que este tipo de conducta se realiza de forma inconsciente.
- El segundo paso debe ser reforzar un diálogo interno positivo para el control de las emociones. En lugar de proponerse grandes metas, el individuo se debe formular objetivos a corto plazo. Cada paso deberá ir reforzado por mensajes positivos y motivadores; de esta forma se podrá controlar el nivel de frustración e inseguridad.
Bibliografía
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- Core Topics. (n.d.). Invalidation. http://www.core.eqi.org/invalid.htm