Como madre, es posible que tengas la sensación de que el tiempo pasa volando y que ni siquiera las 24 horas del día son suficientes para lidiar con todos tus compromisos personales: jornada laboral, comidas, compras, etc.
Para combatir esta falta de tiempo y la pluralidad de actividades que acarreas a tus espaldas, necesitas poner en práctica algunos consejos que te ayudarán a cumplir con el objetivo de ser una madre organizada.
Las responsabilidades de la maternidad
La maternidad es un momento vital para tu desarrollo y crecimiento personal. Se trata de una experiencia maravillosa y, a su vez, agotadora que necesita la introducción de nuevos hábitos.
El gran número de tareas y responsabilidades a las que debes hacer frente comporta que sea necesario definir las prioridades y, a su vez, centrar la atención en aquellas que más lo requieran.
Una correcta organización favorecerá positivamente tu estado de ánimo, ya que contribuye a que reduzcas tus niveles de estrés y provoca que te sientas más liberada y relajada para la toma de decisiones.
Resulta mucho más fácil que puedas centrarte en lo que realmente importa, la familia, si gestionas correctamente aquellas labores que te producen tensión y que impiden tener una actitud positiva ante la vida.
En ese sentido, la gestión de tus tareas debe ser la óptima. Solo así lograrás reducir la presión que supone el hecho de llegar a tener un elevado volumen de actividades que llevar a cabo.
¿Cómo ser una madre organizada?
Como madre te enfrentas a un reto diario: conciliar la vida profesional y personal.
Una carga mental, unida a la poca flexibilidad horaria, a la cual debes hacer frente mediante estrategias como el orden y a la planificación.
A continuación, te presentamos las 5 claves que te ayudarán a lograr el objetivo de ser una madre organizada:
1.- Haz una lista de prioridades
La maternidad provoca que tus ocupaciones se multipliquen, por lo que resulta indispensable que realices una lista de prioridades que te permita actuar de una manera más efectiva.
Aunque en ocasiones no resultará sencillo identificarlas, detectar las preferencias te ayudará a lograr objetivos y a aumentar tu bienestar personal.
Si consigues identificar y atender a tus necesidades, gastarás mucha menos energía en la toma de decisiones.
2.- Gestiona aquellas actividades que te producen estrés
Tener el control de aquellas situaciones estresantes forma parte de la experiencia
Una correcta gestión interna favorecerá a un mayor control de las situaciones y a una reducción considerable de situaciones no deseadas.
3.- Prepara el día siguiente
Trata de preparar durante la noche anterior aquellos pequeños detalles que puedan hacer que ganes tiempo por la mañana, como puede ser la elección del vestuario de los pequeños.
Arañar algunos minutos te hará posible encarar el día de una manera más relajada, controlada y positiva.
Este cambio te permitirá gestionar el tiempo de una manera más efectiva y contribuirá a que seas una madre organizada.
4.- Acepta delegar responsabilidades
Es importante que compartas las tareas con los otros miembros de la familia y que, de esta manera, aceptes delegar en ellos algunas responsabilidades.
En el caso de que tengas pareja, está demostrado que el apoyo conyugal en las tareas domésticas contribuye a reducir el conflicto trabajo-familia y que, además, disminuye significativamente tus niveles de estrés.
Para los más pequeños, es muy positivo que delegues en ellos responsabilidades que sean acordes a sus posibilidades, lo antes posible, ya que ello reforzarán su desarrollo cognitivo.
5.- Evita los contratiempos
Tener un control real de las situaciones permitirá que sentirte más cómoda y relajada.
Para ello, es importante que preveas y evites cualquier tipo de contratiempo que altere tu estabilidad emocional y que, como si de un juego de dominó se tratara, acabe afectando también a los que te rodean.
Por lo tanto, una buena administración de tus tareas y de tu tiempo, junto con la implantación de nuevos hábitos, favorecerá que tengas un mayor control de las situaciones y reducirá los momentos de angustia.