Una tarea tan simple como cortar las uñas, representa un verdadero reto cuando se trata de bebés, pues estos son muy delicados y pequeños. Los deditos de un bebé son pequeñitos y sus uñas lo son más; muchas veces se puede llegar a confundir la piel con la uña y por ende existe el temor de ocasionarle una herida temer que se puedan mover.
La delicadeza del bebé es uno de los primeros retos a la hora de ofrecerle sus cuidados básicos, es por eso que nos preocupamos por su alimentación, su higiene y la ropa, así como por comprar todos los productos de cuidado y su respectiva utilización.
Al parecer el trabajo de cortale las uñas, requiere más práctica de lo que podríamos imaginar. Por esta razón, a veces los padres podemos evadirlo por mucho tiempo, lo cual no es recomendable. También tomamos la determinación de dejarlo en manos de alguien que tenga más experiencia o más disponibilidad de hacerlo.
Las uñas de los bebés crecen igual de rápido que las de los adultos, incluso más, porque el crecimiento se nota en mayor medida. Sabemos que cortarlas es un trabajo difícil, por eso en este apartado te vamos a dar diez trucos para que mejores este hábito.
7 trucos para cortarle las uñas a tu bebé
Cortar las uñas a tu bebé y no morir en el intento, es posible cuando se toman las recomendaciones de los expertos. Aclaramos que expertos pueden ser tanto los pediatras como las madres, porque la experiencia se logra con la práctica.
Hay dos factores básicos que se deben tener bajo control: la buena visión de la uña y el movimiento del bebé. Aunque estas son las principales razones para que la tarea se dificulte, son las claves para tomar la tarea por los cuernos.
Los trucos para cortarle las uñas al bebé son los siguientes:
- Aprovechar mientras el niño duerme. Esto evitará el temor de que se mueva, pero genera la inquietud de despertarlo en el proceso; así que si está despierto hazlo con la ayuda de otra persona.
- Utiliza los implementos adecuados. Es preciso que se use tijeras con bordes redondos o el cortaúñas diseñado especialmente para bebés; no utilizar las herramientas adecuadas hace más difícil el trabajo y se corren más riesgos.
- Crear el hábito. Se debe comenzar a cortar las uñas a los bebés desde nacidos, porque estas crecen rápido y por ende, pueden convertirse en un peligro de que el niño se arañe la cara. No hay impedimento para realizar esta tarea desde el primer día, además no hacerlo es perjudicial.
- Otras técnicas. Es muy fácil cortar cada fragmento, por las uñas son delicadas y se rompen de manera sencilla, por eso también se recomienda usar una lima eléctrica o manual que pueda quitar los excesos sin necesidad de cortar, esto solo cuando no estén muy largas.
- Es conveniente que se corten después del baño para que estén más blanditas. También es aconsejable que no se corten muy al ras del dedo, a fin de evitar cortar la yema.
- Mejora la perspectiva. Se acostumbra a levantar el dedo y colocar la uña hacia arriba, pero esto dificulta la visión; es preferible colocar la uñita hacia abajo y hacer presión a la yema para que se separe un poco hacia atrás.
- Elije el lugar adecuado. Aunque estes tratando de mejorar su comodidad y por eso prefieres dejarlo en su cuna, te recomendamos que busques un lugar iluminado y ventilado a fin de evitar que por falta de visión puedas dañar al bebé.
- Sé prudente, pero no tengas miedo. La firmeza con que se hace el corte de las uñas, es la principal clave para tener éxito. Si estamos nerviosos nos volvemos más torpes y pondremos en peligro la salud de nuestro pequeño.
- Utiliza algun distractor. Cuando el bebé se hace más grande, sus uñas se fortalecen y su piel es menos delicada; pero también crece su inquietud, lo que compromete en gran medida el corte de sus uñas. Para niños más grandes, se puede aplicar la técnica de la distracción, para que se fije en otra cosa y no se mueva.
- Limpiar después del corte. Aunque parezca trozos diminutos y inofensivos, las uñas que has cortado representan un peligro para el bebé porque podrían llegar a su boca o a sus ojos. Por eso es recomendable limpiar sus manitas, su ropa y el espacio donde permanezca el niño.
Sabemos que estos consejos van a fomentar la motivación de los padres a mejorar esta sana y vital práctica, pero es mejor conocido, que con el tiempo los padres obtienen la experiencia para realizar esta tarea.
Esto hace posible que se acomoden según su propia comodidad y seguridad, todo de acuerdo a las características de sus hijos y los instrumentos a su alcance.