El útero es el órgano femenino que se encarga de albergar al feto en desarrollo. Normalmente su forma es de pera, es totalmente hueco y se halla en posición vertical. Sin embargo, en algunas mujeres se presenta el útero inclinado, retroversión o retroflexión, como también es llamado.
Esta condición no siempre es total, puede ser solo una parte del útero la que se encuentra inclinada. En comparación con la pera, sería la punta de esta la que se halla flexionada hacia la espalda de la mujer. El útero inclinado se debe a distintos factores, este puede flexionarse hacia atrás con el tiempo o por cambios específicos.
Cuando este órgano deja de ser recto y vertical, puede ocasionar otros problemas femeninos. No obstante, en la mayoría de los casos esta situación no causa ningún síntoma. De igual manera, es posible que vuelva a su posición natural después de superada la situación que ocasionó la retroversión.
¿Por qué se produce el útero inclinado?
Generalmente cuando se produce la retroflexión del útero, la mujer ha experimentado ciertos cambios. Por ejemplo, puede ocurrir en el embarazo o en el momento del parto. El estiramiento o tensión del útero durante el período de gestación, puede ocasionar una antinatural desviación. En estos casos, lo normal es que después del parto el órgano vuelva a su estado previo.
Por otro lado, para la mujer madura es difícil evitar que el útero se mantenga en posición vertical o que vuelva hacia adelante después de haber retrocedido. En tal sentido, las mujeres mayores pueden comenzar a padecer progresivamente de este problema.
Otra causa común es la cicatrización producida por la endometriosis o fibromatosis, cuyas adherencias dejan secuelas. Tal cicatrización también ocurre ante la cirugía para tratar dichos trastornos. Para evitar esta situación, algunos especialistas indican la suspensión uterina, en conjunto con otros tratamientos.
¿Cuáles son los síntomas?
El útero inclinado puede provocar síntomas notorios y complejos. Sin embargo, muchas mujeres con esta condición nunca experimentan síntomas. Otros casos pueden contemplar las siguientes características.
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Menstruación dolorosa
- Infección en el tracto uterino
- Incomodidad con el uso de tampones
- Problemas relacionados a la fertilidad
- Incontinencia leve
Cuando se presentan estos síntomas, es necesario acudir al especialista, quien te hará un examen físico. El médico puede determinar que tienes el útero inclinado por medio de una evaluación pélvica rutinaria. Como el órgano se inclina hacia la parte posterior de la pelvis, es fácil determinar que ha cambiado de posición.
¿Cómo se trata el útero inclinado?
Mientras la mujer no tiene síntomas quizá el médico no intervenga demasiado. No obstante, para aliviar las principales molestias, es común que se opte por la cirugía. Este tratamiento quirúrgico también conocido como suspensión uterina, ayuda a que el útero vuelva a su posición normal. Además, el procedimiento ayuda a disminuir el dolor durante la menstruación o el coito.
La suspensión es un procedimiento bastante novedoso, el cual ha resultado muy eficiente. Su aplicación no conlleva a demasiadas complicaciones posoperatorias. Además, es el tratamiento que en la mayoría de los casos corrige de manera prolongada los síntomas del útero inclinado.
Otras opciones para tratar este problema pueden ser ejercicios rodilla-pecho, que surten efecto cuando se trata de una retroflexión temporal. También, existe un dispositivo plástico llamado “pesario” que se coloca dentro de la vagina y ayuda a revertir el problema de manera transitoria.
¿Cómo puede afectar el útero inclinado la fertilidad?
El útero inclinado solo se considera una causa de infertilidad cuando se ha descartado todas las opciones. Siendo que la mujer tiene problemas para quedar embarazada, pero no se ha determinado la causa, quizá se deba a la retroversión de este órgano. Sin embargo, esta no es una causa común de la infertilidad femenina.
Una mujer con útero inclinado puede quedar embarazada de manera natural. No se dan muchos casos de complicaciones relacionadas con esto durante el embarazo, en especial porque se sabe que en un aproximado de 12 semanas, ya ha desaparecido la retroflexión. Rara vez se produce una pérdida porque el útero no haya vuelto a una posición al menos intermedia.