Una de las tareas que despierta más incertidumbre en los padres, sobre todo en los primerizos, es la de cortar las uñas de un bebé. No obstante, esto es una necesidad muchas veces impostergable. Las uñas encarnadas en bebés causan en ellos problemas que pueden ser tanto molestos como dolorosos.
En sus primeros días de vida, las uñas de los bebés suelen ser muy blandas y delicadas. Esto se debe a la naturaleza líquida del entorno en el que pasaron tanto tiempo, el vientre materno. No obstante, conforme pasa el tiempo estas se endurecen. Así, llega un momento en el que debemos afrontar la difícil tarea de cortarlas.
Quizás para muchos padres esto sea un detalle menor, pero hay otros, a menudo menos experimentados, que dudan mucho sobre distintas cuestiones relativas a las uñas de su bebé. A continuación, abordaremos diferentes aspectos de esta temática.
¿Cuándo cortarle las uñas por primera vez?
Para evitar las uñas encarnadas en bebés, debemos centrarnos en su mantenimiento. Sin embargo, una duda muy común tiene que ver con el momento adecuado para cortarlas por primera vez.
La recomendación general indica hacerlo a las tres o cuatro semanas de nacido. Lo mejor, en estos casos, es evitar las tijeras, ya que cualquier movimiento puede resultar en una herida en su delicada piel. En su lugar, existen cortaúñas especiales, los cuales resultan más seguros y efectivos para realizar esta angustiante tarea.
En cuanto a la frecuencia de los cortes posteriores, se debe evaluar el crecimiento de las uñas en cada bebé. Si bien este es un aspecto que puede variar entre uno y otro, suelen volver a estar largas en muy poco tiempo. Las uñas de las manos suelen requerir un corte por semana; las de los pies, en tanto, crecen más lento. Con cortarlas una vez al mes bastará.
¿Cómo evitar las uñas encarnadas en bebés?
Los pequeños tienen la misma facilidad —o incluso más— de sufrir la encarnación de sus uñas que los adultos. Esto tiene que ver con su escasa dureza: pueden doblarse con extrema facilidad y crecer hacia la cutícula. De este modo, se produce una encarnación, que a su vez genera inflamación y una posible infección.
Para detectar las uñas encarnadas en bebés, debes estar atenta a los siguientes puntos:
- Controla el crecimiento correcto de sus uñas y verifica que las puntas no crezcan hacia las cutículas.
- Como la mayoría de las encarnaciones se producen en el dedo gordo, ten especial cuidado con esta zona.
- Si hay inflamación o la piel se pone roja, intenta remediarlo lo antes posible.
- En caso de que la uña haya crecido hacia abajo, puede supurar y causar una infección; verifica, entonces, que el bebé no eleve su temperatura corporal.
“Las uñas de las manos suelen requerir un corte por semana; las de los pies, en tanto, crecen más lento. Con cortarlas una vez al mes bastará”
¿Qué hacer con las uñas encarnadas en bebés?
Hay personas que son más propensas que otras a sufrir la encarnación de sus uñas. Por supuesto, esto también ocurre con algunos bebés. Si te encuentras con este problema, puedes seguir estos pasos para que el dolor no siga aquejando a tu bebé:
- Pon la mano o el pie afectado en remojo con agua tibia y jabón para ablandar sus uñas. También servirá el baño.
- El uso de povidona yodada 2 o 3 veces al día puede evitar la aparición de infecciones.
- Las cremas antibióticas pueden ser de utilidad para reducir los síntomas, consulta con un pediatra para conocer la mejor opción.
- Luego, cuando el dedo esté menos sensible y con cuidado, intenta remover la punta clavada; si puedes, también recórtala.
- Consigue las herramientas adecuadas, especialmente para los bebés pequeños. Vienen cortaúñas específicos y también tijeras sin punta.
- No las cortes demasiado; las uñas muy cortas pueden ser sumamente molestas, sobre todo si el bebé ya gatea o camina.
En algunos casos, puede ser necesario el uso de tópicos o productos especiales en el agua que usamos para el remojo. El fin de esto es que el dolor cese antes de proceder a quitar y cortar la uña encarnada. Por supuesto, ambas opciones deben ser recetadas por un pediatra.
¿Cuándo consultar con el pediatra?
Por fortuna, las uñas encarnadas en los bebés suelen curarse por sí solas con las atenciones mencionadas en la sección anterior. Esto se debe a que las uñas de los bebés son más flexibles y fáciles de manipular que las de los adultos.
No obstante, existen ciertas situaciones que ameritan la intervención de un pediatra, ya que pueden generar complicaciones mayores. En este sentido, es necesario consultar con el especialista en los siguientes casos:
- Si el enrojecimiento no mejora en pocos días con el uso de una crema tópica.
- Presencia de secreción purulenta abundante.
- Aparición de fiebre.
- Si el enrojecimiento se extiende más allá de la zona afectada.
La prevención de este problema es sencilla
Como en muchas otras cuestiones ligadas a la salud, la prevención es un aspecto fundamental de las uñas encarnadas en bebés. Tal y como apuntamos antes, lo mejor para evitar este padecimiento y sus posibles complicaciones es cortar las uñas con regularidad y cerciorarnos de que las puntas no se inserten en las cutículas.
En cuanto a la forma, lo ideal es cortarlas en línea recta. Otra recomendación muy útil es la de limarlas o colocar manoplas en los primeros días de vida. Con sus movimientos poco coordinados, los recién nacidos pueden rasguñarse la cara con mucha frecuencia.
En definitiva, las uñas encarnadas en bebés es algo a lo que los padres deben estar atentos. Se dan más que nada en los pies, debido al uso del calzado, y pueden generar mucha incomodidad y dolor. Si tienes dudas o ves signos de inflamación, consulta a tu médico.