Aunque se trata de una enfermedad común en niños, deben aplicarse tratamientos para la diarrea para impedir la deshidratación del pequeño. En algunos casos suelen confundirse las deposiciones blandas o líquidas con este problema, pero solo en los casos donde hay frecuencia y un fuerte hedor podríamos hablar de diarrea.
En general suele ser pasajera y se puede mejorar con curas y remedios caseros de fácil aplicación. Siempre que no se acompañe de otros señales, en cuyo caso es necesario acudir al pediatra para valorar un posible tratamiento.
Para tratar la enfermedad, los médicos pueden recetar medicamentos dirigidos a eliminar el agente patógeno; lo cual busca curar de raíz el padecimiento. No obstante, hay casos donde se hace necesario tratar el dolor que produce o reducir la inflamación del intestino, lo cual se puede hacer en casa.
Causas de la diarrea
El principal origen de este problema en muchos niños es una contaminación por virus (Rotavirus) y, en menor medida, a bacterias (Salmonella o Campylobacter).
La principal vía de infección es la fecal-oral, aunque los virus también pueden estar en algunas superficies. Por esto con el lavado de manos y la higiene adecuada en el momento de preparar las comidas o alimentar a los niños, se puede evitar la incidencia de este problema.
Las diarreas crónicas pueden tener, en cambio, orígenes muy diversos y es el pediatra quien debe valorar la situación y realizar las pruebas pertinentes. Algunas de las más destacadas son: intolerancia a la lactosa o a la proteína de la leche de vaca, síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa, etc.
7 tratamientos para la diarrea
Los siguientes remedios caseros para la diarrea, son recomendados en caso de que la afección no se haya prolongado por más de dos días y se conozca con precisión la causa de esta.
1. Hidratación oral
Este es uno de los primeros pasos para poner remedio a la diarrea infantil. Es importante para prevenir que aparezca la deshidratación o que pueda agravarse cuando ya ha aparecido.
Para ello son útiles las soluciones de rehidratación oral con glucosa y electrolitos. También se puede ofrecer caldos, jugos de frutas claros o bebidas isotónicas. El líquido debe ser administrado en pequeños sorbos.
Además los bebés alimentados con lactancia materna o leches de sustitución deben seguir con las tomas habituales.
2. Alimentos con pectina
Esta sustancia se halla presente en frutas y vegetales, donde los más recomendados son el plátano, las zanahorias y las manzanas. Se pueden administrar crudos o en papillas mezcladas con avena. Estos alimentos permiten limpiar el intestino y endurecer las heces.
Si bien no deben ser los únicos que se ofrezcan para comer mientras dura la diarrea. Es importante mantener una dieta variada y adaptada a la situación para evitar problemas nutritivos.
3. Zanahorias cocidas
Cuando se ingiere este vegetal cocido la composición de su fibra calma la mucosa intestinal. En algunos países son muy recurridos los remedios a base de arroz y zanahoria cocida que se usan como preparación para evitar la deshidratación.
Su eficacia para reducir la duración del problema así como el número de deposiciones ha sido corroborada mediante un estudio de observación.
4. Yogur, otro alimento en los tratamientos de la diarrea
Este es un alimento muy recomendado para recuperar los posibles daños sufridos en la flora intestinal tras el episodio de diarrea. Además, parece ser que su ingesta puede reducir la duración del problema y favorecer el aumento de peso en los niños que la sufren.
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5. Arcilla
La arcilla especial para consumo humano, puede contribuir a la desinflamación del tracto digestivo y por ende a la reducción del dolor. Esta arenilla posee minerales, donde destacan el magnesio, el sodio, el hierro, el potasio y el calcio.
Estos elementos contribuyen a la limpieza del intestino y regularizan la cantidad de líquidos, provocando que las heces se endurezcan.
Su posible uso entre los tratamientos de la diarrea infantil ha sido revisada de forma reciente. Los autores de dicho trabajo concluyen que usada como coadyuvante de la rehidratación oral puede reducir la duración de la diarrea y la producción de heces.
Sin embargo la evidencia disponible es de baja certeza, con lo que su administración debe ser controlada y aprobada por un especialista.
6. Agua caliente para el dolor
Para aliviar las molestias abdominales se recomienda el uso de bolsas de agua caliente o compresas de patata, que se hacen con patata cocida y se colocan con vendas en el abdomen del niño mientras están tibias.
7. Infusión de manzanilla
Esta es una planta que se usa a menudo para tratar y aliviar problemas digestivos. Su ingesta puede calmar el malestar digestivo, los cólicos y los espasmos que se presentan a veces cuando se padecen episodios de diarrea.
Para prepararla se calienta un vaso de agua y se añade una cucharadita de postre de flores de manzanilla. Se deja reposar unos 2 o 3 minutos, se cuela y ya está a punto para beber. Se puede agregar un poco de miel para suavizar el sabor.
Esta infusión se puede administrar una o dos veces al día en niños a partir de los 4 años. Para más seguridad se puede consultar con el pediatra.
¿Cuándo acudir al médico?
Siguiendo los tratamientos para la diarrea antes mencionados, es probable que esta haya desaparecido o dado muestras de hacerlo; pero algunas veces es necesario acudir al médico, pues este problema no debe dejarse pasar por mucho tiempo.
Si no se controla, podría traer problemas de deshidratación severa o puede ser el reflejo de una enfermedad más grave.
En tal sentido, una diarrea que se haya mantenido persistente por un período mayor a 24 horas debería ser evaluada por un especialista. Este caso requiere actuar ante la deshidratación y tratar la causa principal del trastorno.
De igual manera, se recomienda estar atentos a los siguientes signos.
- Falta de apetito.
- Mareos, letargo o somnolencia.
- Señales de deshidratación, como sequedad en mucosas de la nariz, ojos y boca.
- Presencia de sangre, moco o pus en las heces.
- Fiebre.
- Vómito y nauseas.
- Tonalidad negra de las heces.
- Si el niño ha sido diagnosticado con diabetes o enfermedades de los riñones o el corazón.
Consejos para prevenir la diarrea
Aunque es difícil evitar al 100 % que un niño sufra algún episodio de diarrea en sus primeros años de vida, se puede evitar su aparición con unas sencillas medidas.
La más destacable es sin duda la higiene y el lavado de manos. Este es esencial después de cambiar pañales, ir al baño, estar en contacto con personas enfermas y antes de manipular alimentos.
La mejor forma de lavar las manos es con agua tibia y jabón durante unos 30 segundos. Después se secan con una toalla limpia o con papel de un solo uso.
A parte de estas también es importante limpiar los vegetales y las frutas, refrigerar la carne y el pescado de forma rápida tras su compra y no tenerlos a temperatura ambiente por mucho tiempo. Además debemos asegurar una cocción total antes de servir.
Bibliografía
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