Tener perro puede incrementar el desarrollo social y emocional de los niños

Los perros, como mascotas en el núcleo familiar, aportan grandes beneficios para el desarrollo de los más chicos.
Tener perro puede incrementar el desarrollo social y emocional de los niños
María José Roldán

Revisado y aprobado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 10 diciembre, 2021

Son muchas las familias en el mundo que tienen mascotas en casa. Lo cierto es que estos animales se vuelven parte de la familia y se les quiere mucho por todo lo que aportan a nivel emocional. Pero más allá de lo gratificante que puede ser convivir con animales, los beneficios de tener una mascota en el hogar se traducen en mayor bienestar de todos sus convivientes.

Hay numerosos estudios que demuestran cómo la tenencia de animales domésticos contribuye a la buena salud de los pequeños, incluso cuando existen alergias. Además de la salud física, las mascotas, y en especial los perros, mejoran en desarrollo social y emocional de los más pequeños de la casa. Te contamos todo acerca del estudio que sustenta esta teoría.

Por qué tener perro mejora el desarrollo social y emocional en los niños

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Tener un perro en casa no siempre es fácil para las familias, ya que la tenencia de animales conlleva muchas responsabilidades y un gasto de dinero extra para sus cuidados.

Pero las personas que saben lo maravilloso que es tener a los canes como parte de sus vidas ven estos inconvenientes como algo menor. Pues todo lo que los animales les aportan a nivel interno es mucho mayor en relación a las cargas que suponen sus cuidados.

A raíz de esto, los investigadores del Departamento de Psicología de la Universitat Rovira i Virgili (Cataluña, España) han elaborado un estudio que fue publicado recientemente en la revista Anthrozoös. El objetivo del mismo era averiguar si existen diferencias concretas en el desarrollo socioemocional de los niños que tienen perro y los que no lo tienen.

Cómo se llevó a cabo el estudio

Durante la investigación se realizó un seguimiento a unos 120 niños y niñas de entre 3 y 5 años provenientes de dos escuelas públicas de este país. Sus padres debían responder a algunas preguntas de unos cuestionarios, los cuales evaluaban diferentes puntos relacionados al desarrollo de la socialización de los menores.

Por ejemplo, cómo era la interacción de sus pequeños con los adultos y con los otros niños, cómo eran sus formas de expresar las emociones y los sentimientos, las maneras de mostrar afecto, su autoconcepto, el grado de cooperación y el rol social que tenían. Las preguntas se contestaban de manera oral.

En cuanto a los perros, en ningún caso se tuvieron en cuenta aquellos animales entrenados para formar parte de terapias o que vivían en casa de otros familiares. Pues lo que se intentaba averiguar era la relación entre la convivencia con perros (el vínculo cotidiano) y el impacto en el desarrollo y en la salud de los niños.

Comprobado, tener perro beneficia al desarrollo de los niños

Niño abrazando a su perro.

Después de llevar a cabo el estudio, finalmente se pudo que el hecho de tener un perro como mascota en la casa mejora el desarrollo social y emocional en los pequeños. De hecho, las diferencias cuantitativas en los test realizados a los niños con y sin perro  fueron enormes, por lo que se puede decir que tener un perro como mascota es un beneficio en diferentes aspectos.

Por supuesto, esto no quiere decir que el hecho de no tener perros en casa es un factor limitante para que el niño alcance un adecuado desarrollo social y emocional. A lo que se refieren los expertos es a que la tenencia de perros es un factor positivo para la adquisición de este dominio. Y lo más importante es que han logrado demostrar que el contacto cotidiano con el animal potencia las habilidades socio emocionales en las edades tempranas de la vida.

Cabe destacar que este estudio es uno de los pioneros en el área y es fundamental continuar el seguimiento a largo plazo para conocer qué sucede a futuro. Entre otras cosas, para corroborar si dichos beneficios se trasladan también a la adolescencia e incluso, a la vida adulta.


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