Enseñar al bebé a dormir es una tarea que deben realizar los padres. Cada niño es un ser único y las técnicas que se utilicen deberán ser las adecuadas para él. Incluso hay maneras muy opuestas que pueden utilizarse con el mismo hijo en diferentes períodos de tiempo.
En general, se aconseja comenzar con este plan en el cuarto mes de vida del bebé, pero esto puede variar según cada caso. Algunos pequeños duermen varias horas de corrido desde muy pequeñitos, mientras que a otros les resulta más difícil.
Consejos generales para que el bebé duerma de corrido
Existen dos teorías totalmente opuestas con respecto a la forma de acostumbrar a los niños a conciliar el sueño por su cuenta. No obstante, primero hay que conocer algunas reglas que son comunes y ayudan a generar el hábito.
- Toda la familia debe estar de acuerdo con la técnica que se utilizará. Si la madre decide que lo dejará llorar en su cuna unos minutos, otra persona no debe ir a levantarlo.
- Fijar horas de siesta durante el día y respetar este horario. Así no estará tan cansado y podrá relajarse más rápidamente.
- Repetir una rutina por las noches antes de ir a la cama. Se puede brindar un baño, mimarlo con un cuento o canción, hacerle suaves masajes y meterlo en la cuna, por ejemplo.
- Intentar que duerma temprano. Si se espera a que tenga demasiado sueño, puede que se ponga nervioso y ya no pueda hacerlo.
- Evitar discusiones entre los mayores en ese momento; los bebés perciben las tensiones.
Los expertos siguen investigando y debatiendo sobre las mejores condiciones para enseñar al bebé a dormir, pero no llegan a un acuerdo precisamente porque no existe una manera única. Algunos padres tendrán los mejores resultados con una técnica determinada, y otros estarán felices con otras.
Métodos para enseñar al bebé a dormir
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Dormir sin que llore
Seguramente es el más deseado por los abuelos de los pequeños, ya que no desean que lloren jamás por nada.
William Sears es un pediatra que lleva adelante la bandera de esta teoría y basa sus consejos en la concepción de que se deben crear asociaciones positivas. Si el bebé logra conectar el dormir con caricias y tranquilidad, logrará un descanso saludable.
Hay que llevar al pequeño ya semidormido a su cuna y estar atentos al más mínimo sonido. Si es necesario, volver a tomarlo en brazos y acunarlo todas las veces que se despierte.
Darle el pecho, el biberón o un chupete, hacerle suaves caricias y brindarle seguridad son claves en esta técnica. Se aconseja también a los padres dormir con el bebé si lo desean. Lo importante es que el niño logre asociar este momento con algo seguro en su vida.
Este método lleva más tiempo y la enseñanza se realiza de forma gradual. Lentamente se irán haciendo más espaciados los despertares y el sueño será un momento placentero.
“William Sears afirma que si el bebé logra conectar el dormir con caricias y tranquilidad, logrará un descanso saludable”
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Dormir con llanto
En el otro extremo se encuentran quienes afirman que, para enseñar al bebé a dormir solo, hay que dejarles llorar. Con este método, los bebés toman el hábito más rápido, pero hay que tener la paciencia para llevarlo a cabo.
Richard Ferber asegura que es necesario que el niño aprenda a calmarse por sus propios medios. Para ello, hay que acostarlo en su cuna aún despierto. Si llora, acudir algunos minutos a su lado y calmarlo con unas palmaditas o canto, pero no tomarlo en brazos. Y volverlo a dejar.
El llanto por algunos minutos no le ocasiona ningún daño y ver a su progenitor que se acerca le brindará seguridad. Tras un rato de lágrimas, se dormirá.
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Método fading
Esta es una corriente que se encuentra entre las dos anteriores. Busca que el niño se calme solo, pero de manera más paulatina.
Se le acuesta despierto y los padres se quedan a su lado acunándolo hasta que duerma; poco a poco van colocándose más lejos o permanecen menos tiempo a su lado. Así, el bebé gradualmente adquiere el hábito de dormir sin compañía.
Más allá de la cantidad de consejos para enseñar al bebé a dormir solo, lo fundamental es la flexibilidad para alternar de un método a otro según se necesite.
“El método fading es una corriente que se encuentra entre las dos anteriores: busca que el niño se calme solo, pero de manera más paulatina”
Algunas de estas técnicas pueden funcionar para un niño, pero quizás no para otro. Solo hay que intentarlo y no desesperar con el sueño. Tarde o temprano, los resultados llegarán.
Bibliografía
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