Cómo solucionar los problemas de conducta de los niños

Como padres es común sentir frustración ante los problemas de conducta. Hay muchas maneras para solucionarlo, poniendo especial énfasis en el carácter y la comunicación. ¡Entérate cómo en este artículo!

Los problemas de comportamiento de los niños pueden crear conflictos en casa bastante graves, sobre todo cuando los padres no saben manejarlos o no pueden por los motivos que sean (cansancio, estrés, ansiedad, etc.) y los niños entran en una espiral de mal comportamiento donde sin darse cuenta se entra en una terrible guerra campal en casa. Y es que las quejas constantes de los niños pueden sacar lo peor de los padres, les pueden hacer gritar y bloquear el pensamiento.

Pero los padres deben tener una cosa muy clara: los niños no van a cambiar sus hábitos negativos de la noche a la mañana. Se necesita un trabajo constante para poder lograrlo y que los padres tengan sobre todo mucha paciencia y muestren el mejor ejemplo para que sean capaces de moldear su comportamiento. Pero, ¿cómo se pueden solucionar este tipo de problemas?

No entrar en una guerra de poder

Es necesario no entrar en luchas de poder con los niños, no importa lo que ocurra debes saber escoger las batallas, hay algunas que no es necesario entrar. En ocasiones no es necesario entrar en debates con los hijos, así que ellos tendrán que lidiar con la frustraciones o la ira, pero lo necesario es diferenciar los comportamientos para poder manejarlos.

Para que no entres en una lucha de poder innecesaria, lo mejor que puedes hacer olvidar los gritos y darle la oportunidad a tu hijo de participar en las decisiones, con algunas alternativas que tú escojas. Así tendrá la oportunidad de sentir que controla sus decisiones, pero la realidad es que eres tú quién escoge las mejores opciones.

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No reacciones, pero tampoco ignores

Lo primero que tienes que hacer antes de reaccionar es determinar qué es lo que ha estado haciendo mal. Muchos padres de forma errónea responden a la mala conducta (muchas veces de forma exagerada) sin saber por qué ha ocurrido.

Si el comportamiento es por llamar la atención lo mejor es no reaccionar ante ello, pero no ignorarla por completo puesto que ignorarla significa que lo permites. Hay que reconducir a los niños para que sepan qué se espera de ellos y cómo deben comportarse en algunas situaciones.

Cuando los niños se comportan mal, normalmente suelen llamar la atención de sus padres de forma negativa, algo que les refuerza negativamente y pueden volver a hacerlo una y otra vez sólo por recibir la atención de sus padres. En este sentido, los padres tendrán que prestar atención a los niños cuando mejoren su conducta y su comportamiento y no reaccionar cuando los niños están comportándose mal.

Sé positivo

Tener una actitud positiva en la vida es crucial para transmitir buenas energías a los niños y niñas. En ocasiones habrán rabietas inevitables y seguramente también enfrentamientos entre hermanos… pero entrando en una espiral de negatividad sólo se conseguirá que haya más problemas en el ambiente.

Por eso es necesario que se tenga una actitud positiva ante cualquier conflicto para transmitir estas buenas energías a los pequeños. Si es necesario, una idea es salir de la estancia por unos segundos, respirar hondo y contar hasta 10, así podrás calmar los nervios y poder afrontar de nuevo el problema.

No etiquetes a tus hijos

Es absolutamente necesario que nunca etiquetes a tus hijos llamándoles cosas como: “eres malo”, “qué pesado eres”, o cualquier connotación negativa. Esto solo será una profecía autocumplida, porque al etiquetar a tu hijo pensará que él es así y debe comportarse acorde a cómo tú piensas que es.

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Por eso, si quieres etiquetar a tu hijo de algún modo y quieres evitar que existan problemas de conducta, asegúrate de hacerlo de forma positiva en los momentos de buena conducta, así le estarás reforzando de forma positiva: “me encanta cuando te comportas así, eres tan bueno”, “estoy orgullosa de ti, eres muy amable“, “Gracias por acercarme las toallas, eres muy servicial”, serían algunos ejemplos.

Sé flexible y consciente

Al mismo tiempo es necesario que seas consciente de por qué se comporta así tu hijo, de saber por qué existen esos problemas de conducta y busca la base de ese comportamiento. En ocasiones pueden ser problemas emocionales que no sabe cómo expresar de otro modo. También deberás asegurarte que no eres demasiado estricta en las normas y que en casa existe disciplina positiva con flexibilidad de normas acorde a las circunstancias.

 

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