¿Qué es el síndrome de Raynaud?

El síndrome de Raynaud es una patología vascular que produce una falta de oxigenación transitoria de los tejidos más distantes del cuerpo. Una de las zonas que puede verse atacada por este fenómeno es el pezón, lo que despierta fuertes dolores durante el amamantamiento.

Desafortunadamente, esta condición es la causa de muchos casos de abandono precoz de la lactancia materna, pero tiene un tratamiento para controlarla. ¿Cómo se manifiesta esta enfermedad y cómo se manejan sus síntomas? Te lo contamos a continuación.

El síndrome de Raynaud

El síndrome o enfermedad de Raynaud es una patología en la cual se produce un estrechamiento transitorio de los vasos sanguíneos de pequeño calibre. Específicamente, ocurre en las arterias de pequeño calibre que irrigan la piel, lo que dificulta el flujo de sangre hacia los tejidos más “lejanos” del cuerpo: manos, pies, nariz o pezones.

Este espasmo vascular se manifiesta con cambios en la coloración y en la temperatura de las estructuras antes mencionadas y suele ser más frecuente en el sexo femenino. De hecho, se estima que el síndrome de Raynaud del pezón afecta al 20 % de las mujeres en edad fértil.

Este problema radica en las consecuencias negativas que se producen al momento de amamantar al bebé: dolores intensos y punzantes, cambios de color, úlceras y grietas en el pezón

Habitualmente, el síndrome de Raynaud es confundido con una infección por el hongo Candida albicans por el dolor. No obstante, el especialista sabrá establecer el diagnóstico correcto con el examen clínico.

¿Qué causa el síndrome de Raynaud?

Aún se desconoce la causa exacta de esta enfermedad, pero sí se conocen algunos factores de riesgo que predisponen a su aparición:

• Una respuesta vascular exagerada al frío (los episodios son más frecuente en el invierno).
• Estrés emocional: cuando hay estrés se segregan catecolaminas, sustancias que predisponen al espasmo vascular.
• Problemas mecánicos de la lactancia, como un mal agarre del pezón o un frenillo corto en la lengua del bebé. Ambas situaciones provocan traumatismos sobre una zona sensible y pueden desencadenar los síntomas del sindrome.
• Infecciones del pezón.
• Tabaquismo.
• Consumo de alcohol.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Raynaud del pezón?

Las manifestaciones propias de esta condición suelen tener una intensidad y una frecuencia variable, por lo que pueden aparecer durante la toma o unos minutos luego de amamantar.

A continuación, describimos los malestares más significativos:

• Dolor en el pezón: de gran intensidad y aparición repentina en el pezón. Muchas mujeres los describen como pinchazos y ocurren alrededor de las tomas. Empeoran con el frío y mejoran al aplicar calor sobre la zona afectada.
• Cambio de color en la punta del pezón: Como la sangre no llega adecuadamente al extremo del pezón, este se torna de un color blanco luego de la toma. Seguidamente, adopta un tono morado y luego, vuelve a su color rosado.
• Grietas, úlceras o ampollas en el pezón.

Cuando el flujo de sangre retorna a la normalidad, se produce una sensación de palpitación o de hormigueo sobre el pezón y la piel se enrojece. Estos síntomas pueden afectar a ambas mamas, pero no de manera simultánea.

Tratamiento del síndrome de Raynaud

El tratamiento de este síndrome durante la lactancia tiene cormo objetivo calmar las molestias y a prevenir complicaciones relacionadas con la isquemia del tejido mamario. Por eso, busca reducir la vasoconstricción y promover una vasodilatación en el área del pezón.

Entre las medidas que recomiendan para tratarlo se destacan las siguientes:

• Evitar que la madre esté expuesta al frío, sobre todo mientras da la teta.
• Escoger ropa que mantenga el calor en el área afectada.
• Amamantar en lugares cálidos.
• Aplicar calor en la zona del pezón antes y después de las tomas. Una buena técnica es usar un calcetín de algodón, rellenarlo de arroz crudo, anudarlo y calentarlo en el microondas unos segundos. Luego, colocarlo sobre el pecho, calentar el área e inmediatamente ofrecer la toma al bebé.
• Corregir malas posturas de amamantamiento que favorezcan a los traumatismos de pezón.
• Consumir bebidas calientes antes de amamantar, pero evitar la ingesta de café u otras bebidas que contengan cafeína o teína por su efecto vasoconstrictor.
• Realizar actividades de relajación para reducir el estrés. De igual manera, si la lactancia motiva esta sensación, relajarse y calmar el miedo antes de ofrecer el pecho.
• Mantener una rutina de ejercicio aeróbico y consumir suplementos de magnesio, calcio, vitamina B6 y aceite de onagra.
• Evitar el tabaquismo.
• Considerar el uso de analgésicos orales para manejar el dolor.

Un 40 % de las madres que amamantan refieren un alivio de los síntomas luego de poner en práctica estas recomendaciones.

En caso de que estos persistan, el especialista indicará un tratamiento farmacológico con nifedipina oral, un medicamento antihipertensivo bastante eficaz y compatible con la lactancia materna.

¡Evitar el destete precoz!

Aunque el síndrome de Raynaud del pezón suele causar molestias y dificultar la lactancia, no debe constituir una causa para el destete antes de tiempo.

Con la implementación de las medidas adecuadas, los síntomas suelen disminuir y permitirle a la madre amamantar. Por eso, es importante contar con el apoyo de una asesora de lactancia y solicitar ayuda al médico de cabecera siempre que se necesite. Así, podrás brindarle a tu bebé el más preciado alimento.