¿Se contagian las ganas de quedarse embarazada?

¿Has experimentado alguna vez un incremento en tu deseo de ser mamá cuando una mujer cercana atravesó su embarazo? Este fenómeno es muy frecuente y tiene su explicación; te la contamos a continuación.

¿Se contagian las ganas de quedarse embarazada?

Suele pasar que, cuando una mujer queda embarazada, una o varias de sus amigas o familiares también deciden buscar un bebé. Ciertamente, este fenómeno social ha despertado la curiosidad de muchos e hizo que surgieran teorías al respecto; de allí la pregunta: ¿Las ganas de quedarse embarazada son contagiosas?

¿Cuántas veces has oído el famoso dicho popular que asegura que los embarazos se contagian? Aunque por mucho tiempo se lo consideró una broma, la realidad es que no difiere demasiado de lo que ocurre.

Con el paso del tiempo, la repetición de casos de mujeres que integran los mismos grupos laborales o de amistades que quedan embarazadas llevó a profundizar sobre esta cuestión. Los resultados de diversos estudios sorprendieron a los investigadores: no es ningún mito que las ganas de quedarse embarazada se transmitan de una persona a otra.

Motivos del contagio de las ganas de quedarse embarazada

Por supuesto, este contagio no se debe a cuestiones físicas. El embarazo no es un ‘virus’ que pase de persona a persona al compartir un vaso, por ejemplo. Se trata de una disposición mental que surge a partir de un deseo y se convierte en una determinación según del bagaje de cada quien (personalidad, historia familiar, estilo de vida, etcétera); por tanto, se trata de un fenómeno, más bien psicológico.

Lógicamente, el fenómeno no aplica a todas las mujeres ni a todos los casos: también están las que mantienen su plan de vida inalterable. Este puede incluir la maternidad en algún momento, o quizás no. A continuación, enumeraremos los cambios que se producen en la forma de interpretar su realidad en cada mujer.

Mayor deseo de ser mamá

Cuando una mujer se siente profundamente conmovida por el hecho de ver a otras personas disfrutando de un bebé, resulta inevitable que ella misma se proyecte en esta situación. Y si la ilusión se mantiene en el tiempo, se convertirá, inevitablemente, en un deseo de ser madre. Por lo tanto, ella buscará la oportunidad de concretar su sueño. 
La maternidad puede ser contagiosa para las amigas cercanas.

Aumento de la confianza para lograrlo

El embarazo y el parto son dos momentos que generan muchas dudas y ansiedad para las mujeres. Sin embargo, al ver que una persona de su entorno atravesó estos procesos con éxito, muchas se sienten con mayor confianza y determinación para poder hacerlo también. Esto se potencia cuando se trata de mujeres de la misma edad, que viven en circunstancias similares o que pertenecen a un mismo grupo íntimo.

Más información sobre el tema

El diálogo permanente con la flamante o futura mamá puede conducir a que una mujer se aprehenda más sobre el tema. Hoy en día, hay muchísima información disponible, así como una gran variedad de profesionales que se dedican a preparar a la mujer para la maternidad.

Como resultado, se eliminan muchos prejuicios y mitos que hacían dudar a la mujer sobre los peligros y beneficios de ser madre. Asimismo, los aspectos positivos se remarcan con mayor intensidad, lo que redunda en un mayor deseo de experimentar esas sensaciones.

“Al ver que una persona de su entorno atravesó el embarazo con éxito, muchas se sienten con mayor confianza y determinación para poder hacerlo también”

Fuente de apoyo

Además de la influencia que la situación de una mujer pueda tener en las ganas de quedarse embarazada para otra, también hay aspectos prácticos que se deben considerar. Toda situación es más fácil de afrontar colectivamente; esta idea aplica también al embarazo.

Sobre todo en los grupos de amigas, tener un embarazo casi simultáneo ofrece la oportunidad de compartir sensaciones, preocupaciones y momentos. Además, desde el punto de vista. económico resulta muy provechoso: por un lado, las compras se pueden hacer al por mayor en lugar de al detal y, por otro lado, se da la optimización de recursos —como gastos en viajes o los préstamos de ropa— y todo esto permite afrontar este proceso con mayor tranquilidad.
Pasar tiempo con las amigas puede ser sumamente reconfortante para una madre.

¿Puede producirse el efecto inverso?

Así como las ganas de quedarse embarazada se contagian en grupos de mujeres que comparten tiempo juntas, también puede presentarse la situación opuesta. Cuando la idea de postergar la maternidad está presente en varias integrantes del conjunto, esta se refuerza aún más.

En estos casos, mengúa la influencia que puede tener la maternidad —planeada o no— de una de sus integrantes. De hecho, es muy probable que esto acabe por convencer aún más al resto de las chicas de que aún no están preparadas para el proceso.

En definitiva, es complicado establecer conclusiones cuando se trata de la mentalidad humana. Además, se debe considerar que aquí influyen también muchos otros factores, como el momento personal y de la pareja, su estabilidad económica y los proyectos de vida de cada individuo.

Aún así, ahora ya sabes que la próxima vez que escuches sobre el contagio del embarazo no se tratará de un chiste sin más. Este fenómeno existe, y es sumamente probable que conozcas casos con asiduidad.

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