Cuando pensamos en alguien que padece psicopatía, generalmente, se nos viene a la mente un asesino o un criminal violento. Y es que esta es la imagen que se transmite a través de series, películas y otros medios de comunicación. Así, nos cuesta imaginar que un menor de 6 u 8 años pueda entrar en esta categoría. Sin embargo, a esta temprana edad ya es posible intuir si un niño será un psicópata.
Esta es una afección mental de la que hablamos mucho, pero de la cual sabemos poco, pese a que se estima que entre un 1 y un 2 % de la población la padece. Al tratarse de un trastorno de la personalidad, los primeros rasgos son visibles desde la infancia y tienden a permanecer a lo largo de los años. Por ello, es importante identificarlos cuanto antes y aplicar una intervención adecuada a fin de reducir su impacto. Te contamos más a continuación.
¿Qué es la psicopatía?
En primer lugar, es necesario resaltar que no existe un consenso respecto de los criterios para diagnosticar psicopatía. Generalmente, esta condición se solapa con otras como el trastorno disocial o el trastorno antisocial de la personalidad. Sin embargo, no son exactamente lo mismo.
A pesar de ello, podemos definir la psicopatía como un trastorno mental caracterizado por la ausencia de empatía, de culpa y de remordimiento. Esto lleva a la persona a moverse por su propio beneficio sin tener en cuenta su impacto en los demás.
Esta tendencia aparece ya desde la infancia, aunque es posible que pase desapercibida hasta la adolescencia. Es allí cuando los comportamientos pueden volverse más violentos y llamativos. Es importante recalcar que se ha encontrado que no todas las personas que padecen psicopatía se convierten en asesinos, delincuentes sexuales o criminales. De todas formas, las dificultades sociales y el desprecio por las normas suelen ser una constante.
Rasgos que permiten intuir si un niño será un psicópata
Aunque nos cueste imaginar que un niño puede tener rasgos psicopáticos, existen varias manifestaciones tempranas de este trastorno que no deben pasar desapercibidas. A continuación, te mostramos cuáles son para que puedas estar alerta por si las detectas en tus hijos.
Crueldad con los animales
Este es uno de los signos tempranos más claros de que un niño puede ser un psicópata. Maltratar a los animales, dañarlos deliberadamente o matarlos son prácticas que denotan una enorme falta de empatía. Esto puede ser el preámbulo de la violencia hacia otras personas.
Piromanía
La piromanía consiste en una anormal atracción por el fuego y una tendencia a provocar incendios de forma deliberada. Si tu hijo quema objetos o lugares repetidamente, muestra satisfacción de hacerlo y no siente culpa o remordimiento, esta es una preocupante señal.
Manipulación
Los niños con rasgos psicopáticos son expertos manipuladores. Se mueven únicamente por su propio beneficio y saben cómo manejar a los demás para lograr lo que desean. A través de diversos medios, suelen lograr que sus padres cedan y que cumplan con todos sus deseos. Para ello, pueden recurrir a la mentira, el chantaje o la coacción.
Falta de empatía
Estos menores son incapaces de considerar los sentimientos ajenos. No se inmutan ante el sufrimiento de los demás, no valoran las repercusiones que sus actos pueden tener en otros y no muestran pena ni sienten compasión.
Desafío a las normas y a la autoridad
Todos los niños pueden rebelarse ante sus padres en ciertos momentos. Sin embargo, cuando la violación de las normas y el desafío a la autoridad es constante, hemos de estar alerta. Estos niños no respetan la jerarquía y terminan por dominar a sus padres. Además, no suelen responder ante ciertos métodos como los castigos.
Otras manifestaciones tempranas de psicopatía
Además de las anteriores, existen otras señales que pueden indicar que un niño será un psicópata y, por ende, no deben pasarse por alto:
- Nunca muestra remordimiento por su mala conducta.
- Presenta una baja tolerancia a la frustración y puede reaccionar de forma violenta cuando algo no sale como desea.
- Muestra rasgos narcisistas, se siente superior al resto y es exigente con los demás.
¿Cómo actuar al respecto?
Diversas investigaciones han encontrado que la psicopatía tiene un alto componente genético, que explica cerca del 50 % de la varianza. Es decir, que una gran parte de las posibilidades de padecer el trastorno no son controlables.
Sin embargo, la crianza y el ambiente que el niño vive durante la infancia también tiene una gran influencia. Y es que son los niños que padecen trauma, abuso continuado o que viven con padres negligentes los que con más frecuencia presentan estos rasgos. Así, un estilo educativo democrático marcado por el afecto y los límites puede reducir las probabilidades.
Sin embargo, si ya has detectado algunas de las anteriores señales en tu hijo, es importante que te pongas en manos de profesionales. Trabajar fuertemente la empatía y las habilidades sociales puede ayudar a mejorar la adaptación del niño. De todos modos, es un psicólogo o un psiquiatra quien debe indicar las intervenciones más adecuadas.
Bibliografía
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