¿Qué hago si mi hijo muerde a sus compañeros?

Los niños muerden por numerosos motivos.

¿Estás preocupado porque tu hijo muerde? Es extraño pensar en esto, pero los niños en general muerden. Por alguna razón los pequeños caen en la tentación de morder a otras personas, ya sea a sus compañeros, a sus padres o a otros adultos. Algunos niños hacen de este mal hábito una rutina, pero la realidad es que todos en algún momento de su infancia lo hacen.

Sin embargo, a pesar de que sabemos que es relativamente normal, no conviene que lo dejemos pasar. Si el niño muerde es preciso corregirlo y evitarlo. Se cree que forma parte de su desarrollo y del descubrimiento de sí mismo. De igual manera, es un mecanismo de defensa “avanzado”, es decir, lo que no puede explicar con palabras lo explica mediante mordidas.
Normalmente el niño muerde más por frustración que por agresividad. En la mayoría de los casos él no quiere agredir a otra persona, pero quizá si quiere quitársela de encima o manifestar su descontento. La infancia puede ser un periodo complicado para ellos igual que para los padres.

¿Qué hago si mi hijo muerde a sus compañeros? ¿Cómo enfrentar a sus padres? ¿Es necesario castigarlo u obligarlo a pedir disculpas? 
Los niños pueden mostrar su frustración y enfado de muchas maneras

Recordemos que la actitud de los adultos es compleja de entender para los niños. Muchas acciones de tipo normativo, moralista o diplomático no encajan en las prácticas infantiles. Por ejemplo, ser cortés, dialogar y buscar soluciones es algo que precisa de tiempo para ser aprendido. En este sentido, la manera de corregirlos no puede ser demasiado “adulta”, pues es necesario que él la comprenda.

Descubre el origen de la conducta

Tu hijo muerde por distintas razones. En ocasiones se trata de un comportamiento copiado de otros niños. No obstante, el principal motivo es que trata de comunicarse. Eso sí, aun cuando comprendamos lo que sucede y nos resulte difícil se trata de una práctica que debemos censurar.

Padres y maestros son los principales encargados de corregir y evitar que los niños muerdan. En el colegio es típico que algún padre acuda con la queja de que su hijo ha sido mordido por uno de sus compañeros. Por eso, a veces el maestro es el primero que debe actuar ante el problema.

Que el profesor de tu hijo te llame para comunicarte que tu hijo muerde a otros niños puede resultar vergonzoso e inquietante. Es normal que lo neguemos e intentemos justificar su acción, pero ante todo es preciso corregir. Es conveniente que hables con tu hijo y descubras la causa de esta conducta.

Con seguridad el pequeño sentirá vergüenza. Pero, ¿cómo demuestra un niño la vergüenza? Quizá rompa a llorar, tenga una rabieta o quiera agredirte físicamente. En consecuencia, la corrección puede complicarse más.

¿Por qué muerde?

Como hemos dicho, sus motivos pueden ser diversos. Entre las principales causas econtramos las siguientes:

  • El niño muerde porque intenta expresar sus sentimientos. Algo le incomoda, no le gusta o quiere una cosa desesperadamente.
  • Desconoce su entorno y las personas que se encuentran en él.
  • Se está defendiendo de la agresión de otro niños.
  • Si es un bebé, puede que tenga molestias por la dentición.
  • Comienza a ser independiente, por lo cual las limitaciones le generan frustración.

Mi hijo muerde, ¿Ahora qué hago?

Si ya hemos pasado por varios episodios de mordidas, sabemos que muerde y porqué, debes saber que es posible evitarlo por medio de una comunicación adecuada. Recordemos que él puede llegar a morder sin tener en cuenta las posibles consecuencias, pero también puede ocurrir que no le importe. En cualquier caso es necesario intervenir, evitar que suceda nuevamente o al menos que modere su comportamiento.

Si tu hijo muerde es necesario que tomes precauciones

Las siguientes acciones pueden ayudarte a controlar a tu hijo cuando muerda:

  • Habla con él, explícale que ese comportamiento no es aceptable. Recuerda adecuar el lenguaje a su edad, para que pueda entenderte mejor. Cuéntale tus sentimientos y los del niño agredido. Dile que ese comportamiento será castigado y que te hace estar muy triste.
  • Evitando gritos y maltrato, podemos aplicar cierta autoridad. La corrección debe ser inmediata, puedes castigarlo privándolo de aquello que más le guste. Por ejemplo, limitando el tiempo de jugar o de ver televisión.
  • No dejes de observar su comportamiento, probablemente esté dando señales de incomodidad u otro sentimiento que lo lleva a morder. Si te adelantas a su conducta, puedes evitar que termine mordiendo.
  • Procura que evite la venganza en todos los sentidos. En ocasiones los niños muerden porque han sido mordidos primero o para defenderse de otra agresión. Evita que otros niños le muerdan y dale instrucciones para que se defienda de otra manera.
  • Mantén una comunicación efectiva con profesores y cuidadores para que se extienda la precaución y se apliquen acciones disciplinarias.

No es demasiado complicado evitar que los niños muerdan, porque cuando se dan cuenta que algo no está bien, los niños comienzan a moderar y cambiar sus malos comportamientos. En algunos casos basta con mostrarles el mal que hacen. Sin embargo, lo más importante siempre es el amor con que los corregimos, para que se sientan amados y comprendidos.

Bibliografía

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