Como padres y madres, es natural que queramos garantizar la felicidad, el éxito y la seguridad de nuestros hijos. Por eso, el momento de conocer e interactuar con sus parejas suele ser complejo. Muchos padres se topan con una imagen poco positiva en estos casos. ¿Qué hacer si no me gusta la pareja de mi hija?.
¿Cómo actuar si no me gusta la pareja de mi hija?
Tu hija se ha formalizado en pareja y ha llegado el momento de conocer a la persona que ha elegido. Quizás esto te despierte cierto sentido de sobreprotección, y es natural tener miedo a perderla. Te has esforzado mucho para criarla, educarla y ofrecerle una vida sana y digna, por lo que pretendes lo mejor para ella.
No obstante, hay que asumir que los hijos crecen y tienen el derecho de tomar sus decisiones y dar sus propios pasos. La elección de la pareja es una de estas elecciones importantes, en las cuales debemos apoyarlos.
¿Y si no me gusta la pareja de mi hija?. Puede suceder que no estemos de acuerdo con las preferencias de nuestros hijos en cuanto a su compañía, pero el respeto y el amor siempre deben prevalecer.
No prejuzgar es la clave para empezar de forma positiva
Para empezar a ser sinceros con nosotros mismos y con nuestros hijos, debemos asumir nuestros propios perjuicios. Este será el primer paso para cambiar y poder abrir nuestra mente para conocer a nuevas personas, de otros ambientes y distintas realidades.
Al conocer la nueva pareja de tu hija, recuerda no prejuzgar por la apariencia, mucho menos por sus gustos personales. Quizá esa persona no se vea espectacular porque ha tenido un mal día en el trabajo, o simplemente porque su economía no le permite acceder a las mejores ropas y accesorios.
Por otro lado, las preferencias de cada uno deben ser respetadas por igual. A algunas personas les gusta ser más sencillos, mientras otros prefieren lucir más llamativos.
Antes de prejuzgar por el aspecto o las preferencias, es mejor dedicar tiempo a conocer a la persona que tu hija ha elegido. Los perjuicios son dañinos para todas las relaciones, y depende de nosotros cambiarlos.
Entender que los jóvenes son jóvenes
Si tu hija es una adolescente o una joven, es posible que experimenten algunos problemas de comunicación. Más allá del amor que seguramente las une, las diferencias generacionales suelen dificultar la interacción con los hijos que atraviesan esta etapa.
Los jóvenes de hoy tienen su propio lenguaje, y la tecnología es parte integral de su forma de ser. A los padres, el vocabulario y las preferencias de los adolescentes pueden resultarles muy extraños; sin embargo, no deben olvidarse de que también han sido jóvenes.
De nuevo, la recomendación es no prejuzgar, sino apostar a la paciencia para conocer mejor a los hijos. Con la ayuda de internet y de las redes sociales, se puede comprender un poco mejor la forma de hablar y actuar de los jóvenes.
Esto nos ayudará a mejorar la comunicación con ellos; podremos fomentar un vínculo de amistad, confianza y comprensión. Además, estaremos más preparados para conocer a su pareja, quien de seguro también será un joven adolescente, con una personalidad bastante similar.
Conocer a una nueva persona lleva tiempo
Al verte por primera vez, probablemente la pareja de tu hija estará muy nervioso; por lo tanto, puede cometer algunos errores y hasta parecer antisocial. Esto significa que esta persona entiende lo importante que es este momento y desea agradarte.
Hay que recordar que jamás conseguiremos conocer a una persona en un día, y mucho menos en algunas horas. Si acabas de conocer a la pareja de tu hija, recuerda darle la oportunidad de mostrarte su verdadera personalidad.
“Hay que asumir que los hijos crecen y tienen el derecho de tomar sus decisiones y dar sus propios pasos. La elección de la pareja es una de estas elecciones importantes, en las cuales debemos apoyarlos”
Deja que tus hijos cometan sus propios errores
A veces, el tiempo da la razón a los padres y algunas parejas simplemente no perduran. Nuestras hijas pueden terminar separándose de esta persona que no nos agrada, pero no debemos ser parte del problema, y sí de la solución.
Establecer y mantener una pareja sana y feliz es muy complicado. Esto requiere tiempo, esfuerzo y dedicación. Quizá no estemos de acuerdo con quien nuestra hija ha elegido compartir su vida; no obstante, jamás debemos convertirnos en un peso que ambos deban cargar en su camino por la vida.
Todos hemos tenido experiencias positivas y negativas con actuales y antiguas parejas. Seguramente, hemos estado agradecidos a aquellas personas que nos han escuchado y acompañado en estos momentos.
Como padres, queremos la felicidad de nuestros hijos, y la realización amorosa es parte de una vida feliz. Es posible que tu hija no se quede con su actual pareja por toda la vida, pero puede ser inmensamente feliz en los años que elija mantener esta relación.
Si un día te comunica la decisión de romper con su pareja, debes ahorrar dichos como “Yo sabía” o “Te lo advertí”. Simplemente, recuerda que es joven y necesita mucho amor, cariño y paz para superar este momento tan difícil.