Los pucheros son una de las reacciones más comunes en niños para lograr obtener algo que desean o cuando están enojados. Son considerados estrategias de chantaje emocional empleadas por niños; al ser una de las etapas por la que todo niño pasará, es indispensable conocer el tema y prepararse para actuar en presencia de esta.
¿Por qué los niños hacen pucheros?
Los berrinches y pucheros son estrategias utilizadas por los menores para conseguir algo que desean. Son frecuentes en bebés, porque no pueden expresarse e incluso les cuesta reconocer sus sentimientos.
Por tal motivo, emplean esta táctica cuando se sienten enojados, frustrados y tristes. Otras razones por las que un niño puede hacer pucheros son las siguientes:
Necesitan de atención
Una gran parte de los niños realiza berrinches de forma pasiva a través de los pucheros. Lo hacen cuando no obtienen atención por parte de los padres y se incrementa cuando no la consiguen o ven que sus padres están disgustados por su comportamiento. Evidentemente, puede ser una clara señal de alarma de que el pequeño requiere de tiempo de calidad por parte de sus padres.
Incapacidad para expresar los sentimientos
Existen niños, e incluso adolescentes, que no logran expresar de manera clara lo que sienten y recurren a los pucheros. Es una actitud frecuente en infantes con padres restrictivos y autoritarios, para indicar que son infelices y provocar una postura diferente en ellos.
Chantaje y manipulación a los padres
Otra de las razones —y la más frecuente— por la que los niños recurren a hacer pucheros es lograr conseguir una reacción de los padres. Los pequeños son muy inteligentes y aprenden a detectar los puntos débiles de los padres o mayores.
Por tal razón, hacen berrinches y pucheros para lograr lo que quieren; por ejemplo, que se les compre un juguete o dejar de comer algo que no les gusta.
¿Cómo reaccionar ante un puchero como chantaje emocional?
Los psicólogos infantiles sugieren comenzar por aprender a decirles ‘No’ de manera firme y explicando las razones. En la mayoría de los casos, esto empeora la situación. No obstante, lo ideal es ignorar el comportamiento errado del menor.
Una que vez que pase el episodio, se debe hablar suavemente con él y explicarle en términos sencillos por qué estuvo mal. Asimismo, hay que brindar las herramientas necesarias para aprender a manejar la frustración o decepción.
Ceder a los berrinches o pucheros puede llevar a crear chicos contestones y chantajistas; ellos recurrirán a la manipulación para alcanzar lo que desean. También se debe evitar recurrir a los golpes y gritos en casos de castigos, debido a que solo se estaría dando lugar a la formación de personas agresivas y violentas.
“Los pucheros pueden ser una manifestación de chantaje emocional por parte de los niños”
Recomendaciones para no ceder ante las manipulaciones
Un niño es símbolo de inocencia, bondad e ingenuidad; sin embargo, con el paso del tiempo, se pueden volver manipuladores. Ninguna persona nace siendo un chantajista, son actitudes que se aprenden con experiencias para conseguir lo que se desea.
Para que esta conducta no se convierta en lo común de la crianza, ten en consideración los siguientes consejos:
- Evita usar el chantaje con tu hijo. Son muchos los padres que presentan quejas sobre el chantaje de sus pequeños cuando, de hecho, esta es una conducta empleada por ellos para conseguir una reacción de los niños. Recuerda que eres el modelo a seguir de tu pequeño.
- Aprende a no ceder ante el chantaje. Para ello, es importante controlar las emociones y no permitir que el niño logre lo que quiere con estas acciones.
- Se debe evitar perder la calma y tienes que esforzarte por mostrarte tranquilo. De esta manera, el pequeño comprenderá que no logrará desestabilizarte emocionalmente y no repetirá el comportamiento.
- La crianza de los hijos requiere de disciplina y amor; el perfecto equilibrio entre ambas garantizarán el éxito. Por tal razón, en la etapa de los pucheros, no ceder ante las manipulaciones es una muestra de amor.
En conclusión, los pucheros pueden ser una manifestación de chantaje emocional por parte de los niños. Es una actitud aprendida con las experiencias pasadas para conseguir lo que se desea o para expresar frustración o enojo. Comprender el por qué de este comportamiento puede ayudar a frenar este tipo de actitudes.
Bibliografía
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