Protectores solares naturales para bebés, ¿son eficaces?
Los protectores solares naturales son los más recomendados para los bebés. Esto es porque la piel de los pequeños es muy sensible y los componentes de dichos productos son menos irritantes que los químicos.
A continuación, te detallaremos todos los aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir el mejor protector solar natural para tu pequeño.
La delicada piel del bebé
A diferencia de lo que ocurre con otros tejidos, la maduración estructural y funcional de la piel es un proceso paulatino y dinámico, que inicia al nacimiento y culmina cerca del primer año de vida.
Por este motivo, la piel de los bebés es mucho más delgada que la de los adultos y su sistema de defensas (sistema inmunológico) aún no está completamente desarrollado.
A su vez, las glándulas sebáceas funcionan a un ritmo más lento y por lo tanto, la superficie de la piel del pequeño cuenta con menor cantidad de grasas protectoras (o manto lipídico).
Debido a todas estas características, la piel de los bebés se quema y se deshidrata con mayor facilidad que la de los adultos.
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¿Cómo elegir los mejores protectores solares naturales para bebés?
La Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos no aconseja la aplicación de ningún tipo de protector solar en los bebés menores de 6 meses. De hecho, se recomienda cubrirles toda la piel con ropas y sombreros en caso de exponerlos al sol.
Para los bebés mayores de 6 meses, los expertos sugieren el uso de protector solar con factor de protección (FPS) 50 o mayor, resistente al agua y de amplio espectro (contra los rayos UVA y UVB).
Efectividad de los protectores solares naturales para bebés
Los protectores solares minerales que cuentan con dióxido de titanio y óxido de zinc son las opciones ideales para los bebés y los niños, sobre todo para aquellos de pieles sensibles.
A diferencia de otros productos, estos no se absorben y sus minerales quedan distribuidos por toda la superficie cutánea y así bloquean a los rayos UVB y UVA.
Ambos compuestos son capaces de reflejar, dispersar y refractar la luz solar, condición que los hace más seguros que los protectores solares orgánicos.
A mayor cantidad utilizada, mayor es el grado de protección. No obstante, su aplicación es un tanto engorrosa porque son muy espesos y difíciles de esparcir en la piel de los niños. Esto es un factor determinante de su eficacia, razón por la cual resulta fundamental optar el tipo de presentación más práctica.
¡Evitar los derivados de la oxibenzona!
La gran mayoría de los componentes de los protectores solares para niños son considerados seguros. Sin embargo, la American Academy of Pediatrics desaconseja el uso de aquellos que contienen oxibenzona.
La oxibenzona, el octisalato, el octinoxato, el octocrileno, la avobenzona y el homosalato son algunos elementos comunes de estos productos, que se absorben a través de la piel y pueden provocar algunos cambios significativos en el organismo del niño. Entre ellos, se destacan los siguientes:
- Alteraciones hormonales.
- Alergias.
- Daños en las células, que pueden aumentar el riesgo de cáncer.
Además, estas sustancias perjudican al medio ambiente, ya que son capaces de alterar la información genética de algunas algas y perturbar así el ecosistema marino. De hecho, decolora y favorece la muerte de las especies presentes en los arrecifes de corales.
Medidas adicionales de protección solar en los bebés
La American Academy of Pediatrics recomienda no exponer a los bebés menores de 6 meses al sol de forma directa. Además, se aconseja mantenerlos a la sombra durante las horas pico, entre las 10 y las 16 horas.
Para garantizar su eficacia, es importante aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exponerse a sus radiaciones y repetir la aplicación cada dos horas o luego del baño.
Las prendas de vestir con filtro solar son una excelente opción para los niños, ya que actúan como una barrera para los rayos UVB y UVA. Dentro de este grupo se incluyen a los gorros de ala ancha y a los trajes de baño con FPS.
Dentro de lo posible, es preferible optar por dejar a los niños a la sombra, en especial a los menores de un año.
El protector solar como hábito desde edades tempranas
Crear el hábito de usar protector solar a diario es igual o más importante que cualquier otra de rutina de cuidado e higiene. Por ello, una buena estrategia es comenzar a inculcar estos cuidados desde épocas tempranas de la vida.
Además, con estas medidas no solo se previenen las quemaduras solares agudas, sino también las lesiones malignas que pueden manifestarse a futuro.
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