Es esencial que sepas cómo prevenir que tus hijos crezcan con mentalidad de víctima para ayudarlo a aprender a tomar responsabilidad personal por la forma en que piensa, siente y se comporta. De este modo no pasará por la vida insistiendo en que es una víctima de gente mala y circunstancias desafortunadas.
Incluso cuando se enfrenta a las dificultades, es importante que enseñes a tu hijo a verse a sí mismo como una persona mentalmente fuerte que puede soportar la adversidad. Si ya estás viendo señales de victimismo no esperes a que se convierte en una actitud recurrente.
Aquí te indicaremos cómo prevenir la mentalidad de víctima.
Crea rituales de gratitud
La gratitud mantiene la autocompasión. Dedica tiempo para hablar con tu hijo acerca de por lo que está agradecido cada día. Incluso cuando se encuentra con circunstancias difíciles, este es un modelo a seguir para tener una actitud agradecida.
Crea rituales diarios que ayuden a tu hijo a reconocer todas las razones por las que tiene que estar agradecido. Aquí hay algunas ideas:
- En la cena pregúntale a tu hijo acerca de la mejor parte de su día.
- A la hora de acostarse dile que nombre tres cosas buenas que le ocurrieron.
- Crea una tabla y anuncios de agradecimiento o notas donde escriba por qué está agradecido.
Enseña a tu hijo cómo callar el pensamiento negativo y la mentalidad de víctima
Algunos niños tienden a tener una perspectiva más pesimista que otros. Pero con un poco de ayuda pueden reconocer que su pensamiento negativo, aunque quizás no de una forma exacta.
Ayuda a tu hijo a silenciar su pensamiento negativo mediante la búsqueda de excepciones a la regla. Si sigue insistiendo, recuérdale las actividades divertidas en las que ha participado recientemente.
Si te dice, “A nadie le agrado”, indícale las personas que lo hacen.
Enseña a tu hijo cómo lidiar con emociones incómodas
Enseña a tu hijo a lidiar con las emociones incómodas como el miedo, la ansiedad, la ira y la tristeza. Los niños que tienen habilidades de confrontamiento saludables son menos propensos a insistir en los eventos negativos menores.
Un niño que tiene confianza en su capacidad para manejar la desilusión no va a pensar que la vida es injusta cuando es el momento de abandonar el campo de juego.
Disciplina el comportamiento de tu hijo, pero no la emoción. Hazle saber que sus emociones están bien, pero que es importante para manejar esas emociones de una manera socialmente apropiada.
Enséñale formas saludables de expresar sus sentimientos y prevenir la autocompasión negativa.
Enseña habilidades para resolver problemas
Los niños que carecen de habilidades para resolver problemas pueden toma un enfoque pasivo de la vida y tener mentalidad de víctima. Un niño que no sabe cómo hacer su tarea de matemáticas puede resignarse a una mala calificación sin siquiera tratar de encontrar una solución.
Un niño que toma medidas cuando se enfrenta a la dificultad es mucho menos probable que se vea a sí mismo como una víctima indefensa.
Motívalo a ayudar a otras personas
Es fácil para los niños pensar que tienen los mayores problemas del mundo. Muéstrale que hay un montón de gente con problemas más grandes y que él puede ayudarlos. Ayudar a otras personas puede demostrarle a tu hijo que no importa lo joven que es o qué problemas ha experimentado, sino la capacidad de ayudar a otra persona.
Hacer un voluntariado en un comedor social, ayudar a un vecino de edad avanzada a trabajar en el jardín o participar en un proyecto de recaudación de fondos son tres buenas alternativas.
Enséñale habilidades de asertividad
Enseña a tu hijo que no tiene que ser una víctima pasiva. Si otro niño agarra un juguete de su mano, ayúdalo a pedirlo de nuevo. O bien, si está siendo agredido por otros niños en la escuela, háblale sobre cómo solicitar a ayuda a un maestro.
Los niños que no tienen mentalidad de víctima pueden decir: “No hagas eso”, o “No me gusta cuando haces eso”. Esto reducirá la probabilidad que vaya a convertirse en una víctima.