A todos nos ha pasado la sensación de sentir como si muchos insectos nos caminaran por alguna de las extremidades o como si tuviéramos dormida una pierna, un pie o un brazo. Sin embargo, ¿sabes exactamente por qué sentimos hormigueo en algunas partes del cuerpo?
Aunque esta sensación no es dolorosa y generalmente desaparece rápido y sin esfuerzo, sí resulta bastante incómoda cuando nos ocurre. Sin ahondar mucho en el tema, siempre se presume que esto pasa por un problema de circulación.
No obstante, en realidad se debe también a otros factores que a menudo son desconocidos por la mayoría de la población. Pensando en mantenerte bien informada, hemos preparado estos curiosos datos explicativos. ¡No te los pierdas!
¿Por qué sentimos hormigueo en algunas partes del cuerpo?
La parestesia temporal —conocida comúnmente como hormigueo— es una sensación bastante incómoda que puede sentirse en cualquier zona del cuerpo, pero que generalmente se presenta en las extremidades; es decir, en los brazos, las manos, las piernas y los pies.
Cuando esto ocurre, se entiende que están involucradas las estructuras del sistema nervioso central o periférico. En pocas palabras y para hacerlo más entendible, esto se da cuando se ejerce algún tipo de presión sobre las terminales nerviosas, generalmente en las extremidades.
Ahora bien, te preguntarás por qué esta sensación se desarrolla mayormente en los brazos y piernas. Lo que sucede es que es bastante común que ejerzamos presión sobre estas áreas al sentarnos, recostarnos o tomar una pose por un período largo de tiempo.
Es entonces cuando se pisan los nervios que recorren la zona y que se encargan de transmitir información entre el cuerpo y el cerebro.
Como si fuera poco, también pasa que, con la presión de la postura, ahogamos los vasos sanguíneos que irrigan oxígeno a los nervios; por lo tanto, estos se encuentran imposibilitados de enviar información al cerebro.
El cosquilleo, entonces, comenzará al liberar la presión porque los nervios estarán transmitiendo sus señales, aunque de forma tardía.
Estos son los motivos principales por los cuales se presenta el hormigueo o la parestesia temporal en las extremidades del cuerpo. Sin embargo, también hay otras causas que se traducen directamente como síntomas de patologías específicas. Te las detallamos a continuación.
Otros motivos por los que se presenta la parestesia
Problemas circulatorios
Las personas que sufren de problemas circulatorios presentan con cierta regularidad hormigueo en sus extremidades. Esto tiene sentido, con base en lo que explicamos en el apartado anterior con respecto a la irrigación de sangre hacia los nervios.
A diferencia de esto, en los casos de problemas circulatorios se debe considerar que la obstrucción del flujo no se debe a una postura, sino que depende directamente del sistema circulatorio.
Neuropatía diabética periférica
Cuando una persona padece neuropatía diabética periférica, los niveles de azúcar en sangre suelen aumentar considerablemente y causar daños en el sistema nervioso. Esto produce síntomas en las extremidades inferiores como el hormigueo, la sensación de ardor o incluso la pérdida de la sensibilidad.
Lesiones nerviosas
En los casos de lesiones nerviosas, como pueden ser la compresión en nervios raquídeos, los daños por traumatismos o la presencia de hernias que afecten nervios, es normal que se produzcan con frecuencia episodios de parestesia temporal.
Es bastante común que ejerzamos presión sobre estas áreas al sentarnos, recostarnos o tomar una pose por un período largo de tiempo. Es entonces cuando se pisan los nervios que recorren la zona y que se encargan de transmitir información entre el cuerpo y el cerebro.
Consumo de alcohol o tabaco
El consumo frecuente de las sustancias tóxicas presentes en el tabaco y las bebidas alcohólicas conduce de manera irremediable a la aparición de parestesia. En ambos casos, el cuerpo se va intoxicando de tal manera que los nervios se dañan o no logran responder sus comandas.
Síndrome de las piernas inquietas
Este síndrome también responde a un trastorno neurológico y suele manifestarse durante las noches, cuando la persona se encuentra en una posición de quietud intentando descansar.
Justamente, se denomina síndrome de las piernas inquietas porque quienes lo padecen no logran conciliar el descanso a causa del malestar del hormigueo.
Para finalizar, enumeraremos otros posibles desencadenantes de este malestar:
- Presencia anormal de niveles de potasio y calcio en el cuerpo.
- Carencia de vitamina B12.
- Haber sufrido la mordedura de una serpiente o un alacrán.
- Padecer un shock anafiláctico.
- Efectos secundarios por el consumo de medicamentos o drogas.
- En el caso de los deportistas o las personas que hagan ejercicios físicos demandantes, como respuesta a agotamiento, fatiga y trabajo excesivo de los músculos.
Si persiste en el tiempo, el hormigueo puede indicar algo
Con toda esta información, será mucho más probable que identifiques cuál es el desencadenante de estas molestias en tu cuerpo. Recuerda que si los síntomas se agravan o el malestar se extiende por demasiado tiempo, una consulta médica es la mejor alternativa para descartar problemas más graves.
Bibliografía
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- Campos D, Kimiko R. Neuropatías periféricas dolorosas. Rev Bras Anestesiol. 2011; 61: 5: 351-360
- Martín-Peña N, Morell Sixto ME, Rodríguez de Mingo E. Doctor, tengo hormigueos. Semer - Med Fam. 2010;36(1):51-55. doi:10.1016/j.semerg.2009.09.002