¿Por qué ocurren los sudores nocturnos en niños?

Los sudores nocturnos pueden presentarse por diferentes razones en los niños. De hecho, no tienen que ser graves en la mayoría de los casos. ¿Sabes por qué ocurren? Aquí te lo detallamos.
¿Por qué ocurren los sudores nocturnos en niños?
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 29 septiembre, 2023

La sudoración nocturna en niños puede ser una respuesta normal del cuerpo. A menudo, los padres se preocupan cuando sus hijos sudan en exceso durante la noche y es importante comprender que esto puede ser parte de su desarrollo natural.

Sin embargo, siempre es recomendable estar atentos y buscar orientación médica si tienes inquietudes sobre la sudoración nocturna de tu hijo para descartar cualquier problema subyacente. A continuación, exploraremos las causas habituales de los sudores nocturnos en niños y las consideraciones médicas asociadas.

¿Qué son los sudores nocturnos en niños?

Los sudores nocturnos se definen como episodios de sudoración profusa que ocurren durante la noche, lo que provoca que los niños se despierten empapados en sudor. Estos episodios pueden variar en intensidad, desde un sudor leve hasta una sudoración excesiva y pueden ocurrir de manera ocasional o recurrente.

En relación con este tema, un estudio publicado en la revista Disease in Childhood realizado en una muestra de 6,381 niños con edades entre 7 y 11 años, reveló que aproximadamente el 12 % de estos niños experimentaron sudores nocturnos en algún momento.

Causas comunes de sudores nocturnos en niños

Los sudores nocturnos pueden clasificarse en primarios o secundarios, dependiendo de su causa. Los primarios suelen ser el resultado de factores como: el ambiente cálido, el uso excesivo de ropa de cama, el estrés, la ansiedad o la predisposición genética.

Por otro lado, los sudores nocturnos secundarios están vinculados a una condición médica subyacente o una causa específica. Esto puede incluir infecciones, enfermedades autoinmunes, trastornos hormonales o endocrinos, patologías neurológicas y otras condiciones médicas.

Es importante identificar la causa subyacente de los sudores nocturnos para abordar de manera adecuada el problema. Algunas de las causas más comunes son las siguientes.

1. Temperatura corporal elevada

La fiebre es una de las causas más comunes de sudores nocturnos en niños. Cuando el cuerpo está combatiendo una infección, puede aumentar su temperatura interna, lo que a su vez provoca sudoración como parte de su mecanismo para reducir la fiebre. En estos casos, es importante que los padres controlen la temperatura corporal de su hijo y busquen atención médica si la fiebre persiste o es alta.



2. Sobrecalentamiento

Los niños tienden a abrigarse en exceso durante la noche, lo que puede resultar en sudoración excesiva. Para prevenir esto, es importante mantener la habitación a una temperatura adecuada y asegurarse de que el niño esté vestido de manera apropiada para la temperatura ambiente.

Además, los bebés y niños pequeños tienen una mayor cantidad de glándulas sudoríparas por área en comparación con los adultos y aún no regulan su temperatura corporal de manera eficiente. Por lo tanto, es fundamental prestar atención a la ropa que usan durante la noche para evitar la sudoración excesiva.

3. Pesadillas y terrores nocturnos

Los niños que experimentan pesadillas o terrores nocturnos suelen sudar al comenzar estos episodios, como destaca la Asociación Española de Pediatría. Estas pesadillas pueden ser causadas por el estrés, la ansiedad o la imaginación de los niños. Por lo tanto, es esencial hablar con el niño para comprender sus miedos y preocupaciones.



4. Cuadros infecciosos

Además de la fiebre, las infecciones como resfriados, gripe, amigdalitis u otras enfermedades virales pueden causar sudores nocturnos en los niños mientras el cuerpo lucha por resolver el cuadro. En estos casos, verifica que el niño no presente alguna de las siguientes manifestaciones clínicas:

  • Rinorrea.
  • Dolor corporal.
  • Estornudos y tos.
  • Congestión nasal.
  • Dolor de garganta.
Si la causa es una gripe o un resfrío, los sudores nocturnos desaparecerán una vez superado el cuadro clínico.

5. Apnea del sueño

Aunque menos común, la apnea del sueño puede causar sudores nocturnos en niños. Esta condición se caracteriza por la interrupción de la respiración durante el sueño y, además, por la agitación que provoca.

Los niños que la sufren no suelen dormir bien por las noches, ya que sus vías respiratorias se bloquean. En consecuencia, se restringe el flujo de aire, lo que ocasiona como efecto secundario sudores nocturnos. Un estudio publicado en la revista BMJ Open destaca la importancia del tratamiento adecuado en estos casos para poder disminuir los síntomas.

¿Los sudores nocturnos en niños requieren atención médica?

Si tu hijo experimenta sudores nocturnos de manera recurrente o si están asociados con otros síntomas preocupantes, es importante consultar a un médico pediatra. El médico realizará una evaluación exhaustiva, que puede incluir análisis de sangre y otras pruebas, para determinar la causa subyacente de los sudores nocturnos.

Sin embargo, un estudio publicado en la revista Journal of the American Board of Family Medicine sugiere que hay poca evidencia sobre la efectividad del tratamiento con medicamentos para los sudores nocturnos. Por ese motivo, ayudar a tu hijo a mantener una correcta higiene del sueño podría ser una alternativa. 

Manejo de los sudores nocturnos con la higiene del sueño

La organización Sleep Education define la «higiene del sueño» como la serie de prácticas y hábitos que promueven un sueño saludable y reparador. Estas prácticas están diseñadas para mejorar tanto la calidad como la cantidad del sueño y pueden ser beneficiosas para aquellas personas que experimentan dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo durante la noche.

A continuación, te detallamos algunos componentes clave de la higiene del sueño que pueden ayudar a establecer una rutina de descanso adecuada para los más pequeños.

1. Horario regular de sueño

Es aconsejable acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el reloj biológico interno y mejora la consistencia del sueño.

2. Ambiente de sueño confortable

Un ambiente de sueño cómodo es esencial, en especial para los niños. Esto incluye proporcionarles una cama y un colchón adecuados a su edad y tamaño, mantener una temperatura en la habitación agradable y asegurarse de que haya suficiente oscuridad para crear un entorno propicio para el descanso. Además, es importante reducir el ruido al mínimo y evitar interrupciones que puedan perturbar su sueño.

3. Limitar la exposición a pantallas

La exposición a pantallas de dispositivos electrónicos, como teléfonos móviles, tabletas y computadoras, antes de acostarse puede interferir con la calidad del sueño debido a la luz azul que emiten. Por tanto, se recomienda evitar el uso de estas pantallas al menos una hora antes de dormir para favorecer un mejor descanso.

4. Evitar comidas pesadas antes de dormir

Las comidas pesadas o picantes antes de acostarse pueden causar malestar estomacal y dificultar el sueño. Por tanto, se recomienda cenar unas horas antes de acostarse.

No te preocupes, tiene solución

Los sudores nocturnos en niños pueden derivar de diversos factores, aunque las infecciones y la fiebre se destacan como las causas más comunes. Estar alerta a los síntomas y buscar atención médica es esencial si los sudores nocturnos persisten, se acompañan de otros síntomas inquietantes o si tu hijo experimenta malestar general.

Fomentar una comunicación abierta con el pediatra y comprender las causas subyacentes es fundamental para garantizar la salud y el bienestar de tu hijo. Recuerde que la tranquilidad y el cuidado parental desempeñan un papel crucial en el apoyo a su hijo durante estos episodios.


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