Piel grasa durante el embarazo: consejos y cuidados

La piel grasa suele generar una gran molestia durante el embarazo. A continuación, te detallamos algunos consejos y cuidados que debes ofrecerle.
Piel grasa durante el embarazo: consejos y cuidados
Maria del Carmen Hernandez

Escrito y verificado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 17 septiembre, 2021

La piel grasa es uno de los tantos cambios fisiológicos que sufre el organismo de la mujer durante el embarazo. El tratamiento de esta condición es estético, en la mayoría de los casos. La buena noticia es que suele resolverse espontáneamente luego del nacimiento.

¿Quieres saber más de qué se trata? Entonces, no te pierdas toda la información que hemos preparado para ti.

Causas de la piel grasa durante el embarazo

Durante la gestación, ocurren una gran variedad de alteraciones inmunológicas, hormonales y metabólicas en el cuerpo de la mujer.

Algunas hormonas aumentan sus niveles para favorecer el desarrollo del bebé y como consecuencia, estimulan a las glándulas del cuerpo a producir más secreciones.

Entre ellas, las glándulas sebáceas de la piel, encargadas de producir sebo (grasa) como mecanismo de protección. Si bien se localizan en las distintas partes del cuerpo, son más abundantes a nivel de la parte superior del pecho, el rostro, la zona detrás de las orejas y la espalda.

Entre las manifestaciones clínicas más frecuentes de este fenómeno, se destacan las siguientes:

  • Brillo excesivo.
  • Poros dilatados.
  • Acné.
  • Alteración de la capa hidrolipídica que recubre la piel.
  • Incluso, pueden aparecer rugosidades y asperezas palpables en las distintas zonas del cuerpo.

Cuidados de la piel grasa durante el embarazo

Implementar una correcta rutina de cuidado contribuye a mantener la piel saludable y funcional. A su vez, evita el desarrollo de impurezas, infecciones o lesiones indeseadas.

La limpieza adecuada es el cuidado más básico

Mujer embarazada limpiando los restos de maquillaje de su cara con un disco de algodón.

Lo ideal es mantener una rutina de cuidado e higiene por la mañana y por la noche, antes de acostarse. Esto ayuda a eliminar el sebo y los restos de células muertas, para que la piel se regenere de forma natural.

Las limpiezas de cutis en el embarazo deben realizarse con geles de limpieza que no contengan alcohol ni perfumes. Además, deben evitarse los productos abrasivos o que contengan muchos químicos.

Un aspecto importante a considerar es que lavarse el rostro con mayor frecuencia que la indicada puede ser contraproducente, ya que estimula aún más la producción de sebo.

Alimentación e hidratación equilibrada

Los hábitos alimentarios están íntimamente relacionados con algunas afecciones dermatológicas. Por lo tanto, se recomienda aumentar la ingesta de frutas y verduras y reducir la cantidad de azúcar y grasas saturadas de la dieta. Además de los beneficios para el organismo, contribuyen a mantener una piel saludable.

La hidratación suficiente asegura el correcto funcionamiento del sistema digestivo y otros órganos del cuerpo. También contribuye a la eliminación de toxinas a través de la orina y evita que se eliminen por los poros de la piel.

Uso de lociones tónicas

Luego de la limpieza, la piel se encuentra preparada para la aplicación de soluciones tónica con elementos astringentes (como ácido salicílico) para disminuir el exceso de oleosidad.

Otra sustancia recomendada es el ácido glicólico, que otorga mayor luminosidad, mejora el tono y la textura de la piel.

El ácido láctico también es una excelente opción, incluso puede utilizarse en los meses en los cuales la exposición a los rayos ultravioletas es alta. No así el el ácido retinoico, que debe ser utilizado bajo ciertos recaudos.

Humectación y nutrición de la piel

Aún cuando la piel se torna grasa, la humectación es necesaria. Por este motivo, lo ideal es elegir cremas que no contengan aceites y si los tienen, que sean glicerina o ácido hialurónico.

Según un estudio publicado en The Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, el aloe vera es una muy buena opción para tratar la piel grasa. El producto que se use debe contener al menos un 10% de aloe vera, para ser considerado como humectante eficaz.

Es importante destacar que esta sustancia puede provocar reacciones alérgicas en algunas personas, por lo que se recomienda probar una pequeña cantidad en el antebrazo antes de utilizar en todo el cuerpo.

Mascarillas faciales

Mujer con la piel grasa aplicando una mascarilla de arcilla.

Las mascarillas faciales a base de arcillas cosméticas curativas tienen la capacidad de absorber la grasa de la piel y se usan en diferentes afecciones.

La arcilla verde francesa es una de las mas utilizadas para el tratamiento del acné y de la piel grasa. Incluso, las mascarillas faciales que se remueven con agua son más suaves que las que se despegan.

La elección de los productos correctos

En la actualidad, existe una gran variedad de productos oil free que están recomendados para este tipo de pieles. Lo ideal es optar por cosméticos no comedogénicos, con alta concentración de agua y ligeros. Esto incluye a los productos de higiene y también a los de maquillaje.

La piel grasa y la calidad de vida durante el embarazo

La piel oleosa es una de las preocupaciones dermatológicas mas frecuentes de las embarazadas. Por lo tanto, la mejor medida de prevención es la rutina de cuidado constante y funcional.

No se recomienda el uso de remedios caseros para la piel grasa durante la gestación, por los riesgos potenciales sobre la salud de la mamá y del bebé. La mejor opción es concurrir al médico dermatólogo para iniciar un tratamiento adecuado, seguro y eficaz.


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