Padres manipuladores, hijos víctimas

Así como hay padres que ofrecen libertad a sus hijos para tomar sus decisiones, hay algunos que se van al otro extremo. Se trata de los padres manipuladores, quienes provocan grandes daños a sus pequeños incluso cuando esta no es su intención.

El maltrato infantil puede darse en diferentes ámbitos.

El síndrome de padres manipuladores se da cuando ellos tienen a sus hijos victimizados. Se trata de algo más común de lo que podemos llegar a imaginar. De hecho, esto es conocido como síndrome de alienación parental.

Hay padres manipuladores que se valen de diversas estrategias para ejercer control sobre sus hijos. Este llega a extenderse a todos los aspectos de la vida de sus hijos; tanto en su educación como en su vida sentimental y familiar.

¿Por qué existen los padres manipuladores?

1.- No quieren perder a sus hijos

Existes varias razones posibles para que los progenitores se conviertan en padres manipuladores. Muchos padres temen el momento de que los hijos se vayan de casa y hagan su propia vida.

Esto es especialmente así en las culturas en las que los hijos se van a temprana edad de casa. Bajo ese temor, empiezan desde temprano a manipular la mente de sus hijos para ejercer un control fuera de lo normal sobre ellos.

2.- Divorcios o separaciones en malos términos

Muchas veces, frente a una separación o divorcio, uno de los padres empieza a manipular a los hijos para molestar a la expareja. Buscando afectar al otro o ejercer mayor control en la vida de los niños, los manipulan para lograr sus objetivos.

Se trata, a menudo, de un tipo de manipulación que va ligado a un cierto miedo a la soledad. Esto puede darse el caso de que el padre o la madre haya perdido al cónyuge o se haya separado; es una reacción del progenitor ante un temor a envejecer solo.

Los padres manipuladores ejercen una presión excesiva sobre sus hijos.

Características y actitudes de los padres manipuladores

Por lo general, todos los padres manipuladores comparten características en común entre sí. Estos tienden a cambiar su percepción de las personas que manipulan; es decir, dejan de considerarlas como personas y empiezan a pensar que son cosas u objetos. Así, pierden cualquier tabú emocional; después de todo, ¿qué restricciones morales se pueden tener con un objeto?

De igual forma, es habitual que este tipo de padres presenten las siguientes características y actitudes:

1. Todo gira en torno a su estado de ánimo

Es común que las reuniones y conversaciones familiares giren en torno a como se sienta el padre manipulador. En este sentido, cuando el padre está feliz, el mismo se muestra abierto, receptivo y amoroso, favoreciendo la interacción familiar.

No obstante, cuando su estado de ánimo es negativo, el entorno se vuelve tenso, incómodo y difícil de abordar. Esto se debe a que las personas víctimas de la manipulación están sujetas a la aprobación o desaprobación de sus actos por parte de sus padres.

2. No celebra los éxitos de sus hijos

A los padres manipuladores les resulta difícil concebir y compartir el éxito y las alegrías de sus hijos. En ocasiones, ven estas situaciones como un deber de sus hijos y no como un logro bien merecido. De igual forma, algunos padres pueden mostrarse críticos y transformar una buena noticia en algo malo o vergonzoso.

3. El afecto es la herramienta de manipulación

Por lo general, los padres manipuladores adquieren una postura de víctima para lograr sus cometidos. De esta forma, el afecto se convierte en el medio de manipulación y control de las demás personas. Para ello, suelen utilizar frases como: “Si me amaras vendrías a verme todos los días” o “He hecho tanto por ti y no lo valoras”.

4. Crean límites sociales en sus hijos y los apartan de los seres queridos

En la mayoría de los casos, este tipo de padres tiende a crear brechas entre sus hijos y las personas de su entorno social. En este sentido, buscan generar conflictos mediante la crítica y la invención de eventos fuera de la realidad.

Además, es común que menosprecien el vínculo con las parejas y los amigos. De esta forma, aíslan a sus hijos y los convierten en las víctimas de sus actos, sin que nadie pueda advertir lo sucedido.

Consecuencias de tener padres manipuladores

Tener padres manipuladores puede afectar negativamente la vida futura de sus hijos. Esto puede tener consecuencias sobre su vida personal y familiar, así como en sus relaciones laborales. Las más notables son estas:

1.- Falta de autonomía

Una de las peores consecuencias en los hijos que tienen padres manipuladores es la incapacidad de tomar decisiones. Los hijos se vuelven personas indecisas, que no tienen la capacidad de decidir frente a las situaciones más sencillas, y mucho menos en situaciones complejas.

Asimismo, los pequeños se acostumbran a que sean sus padres controladores los que tomen todas las decisiones importantes de su vida. Esto puede llegar a incluir qué estudiar, dónde hacerlo, cuándo casarse y con quién, dónde trabajar y dónde vivir.

2.- Carencia de confianza

El hijo pierde por completo la confianza en sí mismo. No dejarlo tomar sus propias decisiones es interpretado por el niño como falta de confianza de los padres hacia él.

A la larga, este problema deriva en una pérdida absoluta de la confianza, algo que también acaba viéndose reflejado a través de una baja autoestima.

“Las estrategias de algunos padres para manipular llegan a extenderse a todos los aspectos de la vida de sus hijos; tanto en su educación como en su vida sentimental y familiar”

3.- Problemas con los roles de vida

Cuando logran formar su propia familia, estos niños empiezan a tener problemas como padres o madres. Además, también tienen problemas con el cónyuge y hasta en el trabajo.

Esto es debido a que no saben bien qué actitud deben tomar. De este modo, acaban teniendo una mala relación con sus hijos, esposas, nietos, hermanos, amigos, etc. Al perder la capacidad de relacionarse correctamente con ellos, su sociabilidad se ve afectada.

4.- No asumen responsabilidades

Los padres manipuladores ejercen otro efecto peligroso sobre sus hijos: es que estos llegan a perder la capacidad de responsabilizarse por sus errores.

Esto, con el tiempo, puede derivar en una serie de problemas, como por ejemplo que los hijos crean que los padres siempre les salvarán de las dificultades como lo han hecho antes.

Los padres manipuladores toman decisiones por sus hijos.

5. Menos capacidad de emprendimiento

Otra de las consecuencias de la inseguridad que adquieren los hijos gracias a sus padres manipuladores es la incapacidad de emprender. Como no han podido tomar decisiones por su cuenta prácticamente nunca, se les hace difícil embarcarse en nuevos proyectos.

En el caso de que sí reúnan el valor de emprender un camino, estará marcado por la inseguridad y ellos presentarán una tendencia a crear conflictos en sus negocios. Por lo general, los padres llegan a tomar todas las decisiones de negocios de sus hijos.

Tener padres manipuladores es una de las peores cosas que pueden sucederle a los hijos. Por los motivos aquí citados, hay que hacer un esfuerzo por no convertirse en padres manipuladores. 
En caso de que ya lo seamos, entonces es menester luchar por dejar de serlo. Si crees que puedes estar comportándote así, evítalo: tendrá consecuencias directas sobre tus hijos.

Bibliografía

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