“Mi esposo me ha ayudado con el bebé”, una frase que solemos oír con frecuencia cuando llega un nuevo integrante a la familia. Así mismo, mientras la mamá está en periodo de posparto, seguramente también has escuchado a algún hombre decir: “Estoy ayudando a mi esposa con el niño”.
Pero hay algo que quizás algunas personas no se percatan y es el hecho de que estas expresiones denotan que la responsabilidad de atender al bebé es exclusiva de la madre. Así, se instaura una idea equivocada de que los papás solo deben brindar ayuda o “dar una mano” a su pareja, aunque no es su real tarea. ¡Error!
El hecho de que esto se diga con frecuencia, alimenta una creencia que deforma el rol paterno y le resta participación en la crianza del niño. La paternidad no implica una colaboración del hombre hacia su compañera de vida en todo lo relacionado con el bebé. Este rol requiere, obligatoriamente, mucha dedicación y esfuerzo en el cuidado del niño desde que nace. Reflexionemos sobre esto.
Imposiciones sociales en torno a la paternidad
Las dinámicas con las que se suele vivir en sociedad imponen la desigualdad de tareas entre papá y mamá. Las empresas son un sencillo reflejo de esto: con frecuencia vemos cómo al hombre se le otorga poco o nada de tiempo para recibir y cuidar al recién nacido. En cambio, a las mujeres se les conceden por ley varias semanas o meses para recuperarse y cuidar del bebé.
Tanto en América Latina como en los diversos países de Europa la extensión de tiempo varía en torno a la licencia de maternidad, pero casi siempre está muy por encima de lo que se le admite al padre. Esto representa una clara imposición de las obligaciones de la madre, distintas a las de su pareja.
Si bien es cierto que el vínculo entre madre e hijo es sumamente importante, también es fundamental para el niño que su papá esté presente y atento. Los cuidados y el tiempo juntos son valiosos, sobre todo, durante los primeros meses de vida del bebé. Y es que el lazo afectivo con el padre garantiza un impacto positivo e indiscutible en el desarrollo del pequeño, así como también en su integración familiar.
El padre que atiende a sus hijos
El padre que atiende a sus hijos debe tener presente que esta es su responsabilidad. Un compromiso de por vida que se transforma a medida que este ser especial crece.
Para ponerle fin a la idea de “ayudar a mi esposa” en lugar de ejercer el rol paterno, hay que recordar que tener un bebé es una cuestión de dos. Crea un balance en tu casa en donde las tareas sean compartidas, ya que mantener el hogar no tiene por qué quedar únicamente en tus manos.
En la actualidad, se sabe que el buen funcionamiento del hogar y de la familia dependen del trabajo en equipo, lo que incluye la crianza de un niño.
Con esto no se niegan las diferencias entre el género femenino y el masculino, pues para nadie es un secreto que las mujeres son quienes sufren los cambios en su cuerpo desde el embarazo. Pero indudablemente, hay una gran diferencia entre ayudar a la madre y acompañarla con el compromiso real de la paternidad. Este es un amor que también debe ser incondicional.
Bibliografía
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- Tobío, C. (2012). Cuidado e identidad de género. De las madres que trabajan a los hombres que cuidan. Revista Internacional de Sociología, 70(2), 399-422. Recuperado el 22 de septiembre 2021, de: http://revintsociologia.revistas.csic.es/index.php/revintsociologia/article/view/427/450
- Montesinos, R. (2004). La nueva paternidad: expresión de la transformación masculina. Polis: investigación y análisis sociopolítico y psicosocial, 2(4), 197-220.