4 cosas que no debes esperar de tus hijos

Los padres, en ocasiones, nos creamos unas expectativas sobre nuestros hijos que luego no llegan a cumplirse. Esto nos produce frustración e incluso, decepción. Te contamos cuáles son, para que te hagas una idea de lo que no debes esperar de ellos.

En la educación de nuestros hijos, los padres a veces tenemos expectativas que al final son bastante diferentes de lo que sucede en realidad. Esto nos hace sentir defraudados, porque lo que esperamos nunca se concreta. Por esta razón, es importante tener en claro que hay cosas que no debes esperar de tus hijos, ya que puede que se trate de tus propios deseos, pero no de los suyos.

Esto no quiere decir que no tengamos que esperar nada de nuestros hijos. Incluso, ellos necesitan que esperemos cosas de ellos, puesto que si esto no fuera así, nunca se esforzarían por cumplir con las normas de convivencia, que son fundamentales y que le ayudarán a lo largo de toda su vida. En este artículo, vamos a contarte más al respecto.

¿Qué cosas no debes esperar de tus hijos?

Muchos padres nos creamos expectativas acerca de cómo tienen que comportarse o hacer las cosas los menores, pero estas no llegan a cumplirse. Por esa razón, es importante que tengamos claro qué debemos esperar y qué no de nuestros hijos. Vamos a verlo a continuación.

1. Que se comporten como otros niños

Cada niño es como es. Algunos son más extrovertidos y otros no lo son tanto. Unos son más bajitos y otros más altos. En general, los adultos tenemos una tendencia a comparar de forma consciente o inconsciente a nuestros hijos con los demás. En parte es normal, pero, en muchas ocasiones, la forma en la que expresamos esto puede hacer mucho daño a los menores.

Comparar a los hermanos tiene consecuencias negativas en el pequeño que es juzgado como menos capaz. Además, si comparamos a nuestros hijos con otros de forma negativa, les damos a entender que no son lo suficiente buenos. En lugar de todo esto, lo que debemos hacer es lo siguiente:

  • Establecer unas expectativas que sean realistas. Los niños se van a desarrollar mucho mejor si no esperamos de ellos cosas que no están a su alcance.
  • Enseñar a nuestros hijos que esperamos lo mejor de ellos y que pueden dar su mejor versión con su esfuerzo y constancia.
No se debe esperar que los hijos sean buenos todo el tiempo o que se comporten como otros niños. También, se debe evitar caer en comparaciones, ya que se puede hacer daño al menor que es juzgado.

2. Que sean buenos todo el tiempo

No podemos esperar que nuestros hijos sean buenos todo el tiempo, esto es algo que no tiene sentido. Todos tenemos días malos y esos en que quizás no somos tan buenos como otros días. A veces, no estamos de humor ni tenemos ánimo para dedicarnos a hacer lo que deberíamos. Esto mismo les puede pasar a los niños. Entonces, ¿qué es lo que esperamos cuando queremos que nuestros hijos sean buenos?

  • Tenemos que especificar qué significado tiene cuando nos referimos a que nuestro hijo sea bueno. Por ejemplo, cuando comparte los juguetes con sus hermanos o le lee un cuento a su hermanita, en lugar de decirle lo bueno que ha sido, debemos darle las gracias por sus buenos actos y actitudes.
  • Nadie es bueno siempre, así que tampoco debemos pretender que nuestros hijos lo sean las 24 horas del día. A veces, es mejor darles tregua y dejaremos pasar algunas cosas no tan buenas, pero que no hacen daño a nadie y tampoco son prioridades. Esto hará que la crianza sea un poco más sencilla.

3. Que se comporten como si fueran más grandes

A veces, esperamos que nuestros hijos se comporten como los mayores, pero tenemos que pensar cuál es su edad o la etapa que atraviesa. Los niños pueden ser muy tranquilos en un minuto y al siguiente sacarte de tus casillas. También, pueden ser curiosos, muy habladores o hacer tonterías. Los pequeños van a comportarse de acuerdo con su edad y, por tanto, no debemos esperar que lo hagan de otra manera.

  • Debemos entender que los niños son niños y se comportan como tales.
  • Puede que haya niños que se comporten con una mayor madurez, pero esto no significa que se trate de un adulto.
Muchas veces, los padres esperan que sus hijos sean como ellos. Sin embargo, a veces les dicen cómo tienen que actuar, pero no dan el ejemplo. En general, los menores aprenden más por imitación que a través de órdenes o consejos.

4. Que sean como tú

A veces, parece que los padres tenemos la necesidad de que nuestros hijos sean como nosotros. Es cierto que aprenden de nuestros comportamientos. Por ejemplo, si somos ahorradores, puede que ellos también empiecen a serlo; si tenemos una percepción pesimista de la vida, hay más probabilidades de que los niños acaben teniéndola igual; o si nos escuchan gritar cuando estamos enfadados, aprenderán que esa es la manera de expresar las emociones.

Por esta razón, debemos enseñarles a nuestros hijos a través de nuestras conductas, sin decirles cómo tienen que actuar o cómo deben ser. Los niños son esponjas y siempre están pendientes de lo que hacemos, por lo que debemos sacar nuestra mejor versión para que se queden con esta.

” Los niños nunca han sido muy buenos en escuchar a sus mayores, pero nunca han fallado en imitarles”

– James Arthur –

Sobre lo que no debes esperar de tus hijos

Ya hemos visto que hay ciertas cosas que no debes esperar de tus hijos, porque acabarían por producir frustraciones sin ninguna necesidad. Sí, es importante que tengamos expectativas y que esperemos que los pequeños saquen su mejor versión, pero no por quedar por encima de sus compañeros o amigos, sino por ellos mismos. Así, podrán ver que todo esfuerzo lleva su recompensa.

Por lo tanto, no olvides que debes dejarles ser quienes son sin forzar nada. Eso sí, es importante que siempre seas su guía y su apoyo incondicional. Es clave tener siempre expectativas realistas sobre los hijos y, de esta forma, nunca acabaremos decepcionados.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Giménez, M. (2012). Los niños vienen sin manual de instrucciones: técnicas de una superniñera para educar a tus hijos. Aguilar.
  • Elias, M. J. (2014). Educar con inteligencia emocional: Cómo conseguir que nuestros hijos hijos sean sociables, felices y responsables. DEBOLS! LLO.
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