Los niños que hablan demasiado en clase sufren un problema de atención que puede llegar a afectar negativamente sus calificaciones escolares. Si bien es cierto que demuestra que el niño tiene muchas amistades y facilidades para socializar, esto ocurre en el momento menos oportuno.
Estas situaciones son especialmente difíciles para los padres, ya que no se encuentran en el aula para controlar y regular el comportamiento del niño. Por ello, en estos casos lo más importante es encontrar la manera de motivar al pequeño y hacerle comprender lo importante que es atender en clase.
Si deseas que los niños que hablan demasiado en clase cambien su actitud, lo mejor es mantener una conversación constructiva, con el objetivo de conocer por qué se distraen con tanta facilidad y tratar de motivarles para seguir las explicaciones del profesor y dejar los momentos de confesiones para el recreo.
Una vez que les permitas expresar su opinión sin interrupción, anímales a que reflexionen sobre su comportamiento en clase.
Encuentra el motivo
Para poder corregir ciertas actitudes, es necesario descubrir el origen del conflicto. Entre otras causas, puede deberse a los siguientes factores:
- Tiene la sensación que es la única vez que recibe atención, ya sea del maestro o de sus compañeros de clase.
- Se siente aburrido con el material y necesita algo más desafiante.
- Tiene complicaciones para comprender el material educativo.
- Tiene al lado a un amigo hablador.
- Necesita descansos físicos frecuentes.
- No tiene interés por seguir las indicaciones del profesor.
- El tutor no explica los conceptos de la manera adecuada.
- Se encuentra en los primeros años escolares y ante una situación completamente nueva.
Practica en casa con el pequeño
Si deseas que tu hijo mejore su comportamiento en la escuela, es importante que practiques en casa. De hecho, puedes empezar ejercitando hábitos de turnos en casa para enseñarle a esperar y escuchar y así darle más oportunidades de controlar sus impulsos.
Por ejemplo, evita que el niño interrumpa las conversaciones. Si el pequeño está hablando demasiado, recuérdale que aún no es el momento de hablar, o que es el momento de estar más tranquilo y controlar sus impulsos. Haz esto de forma natural y respetuosa, no como si hubiera hecho algo mal.
Asimismo, también puedes involucrarlo en juegos que implican tomar turnos. Por ejemplo, los juegos de mesa son una actividad divertida e ideal para tomar y comprender la necesidad de respetar los turnos; si no, crea tus propios juegos de escuchar y hablar, en los cuales cada uno se turne para contar una historia.
Qué hacer con los niños que hablan demasiado en clase
Si observas que tu hijo está distraído o que tiene problemas de atención en la escuela, quizás sea un buen momento para mejorar su atención en casa. A continuación, te mostramos algunos consejos para conseguirlo:
1. Mantén un ambiente tranquilo en casa
El primero de nuestros consejos es que, en la medida que sea posible, debes tratar de no gritar a tu hijo ni perder los papeles. Mantener un ambiente tranquilo en casa ayudará a minimizar las distracciones del pequeño.
2. Limita las distracciones en casa
Para ayudar a que el niño no se distraiga, te recomendamos limitar la cantidad de tiempo que pasa delante de la pantalla, ya que puede interferir en su capacidad de concentración.
Asimismo, controlar el tiempo que invierten con los videojuegos o los dispositivos electrónicos conseguirá que se concentre más en clase.
“Si deseas que los niños que hablan demasiado en clase cambien su actitud, lo mejor es mantener una conversación constructiva, con el objetivo de conocer por qué se distraen con tanta facilidad”
3. Problemas de visión y audición
Si el pequeño comienza a tener problemas de atención en la escuela, llévalo a un pediatra para realizar una prueba de visión y audición. De hecho, algunas veces los problemas de atención del niño pueden deberse a los problemas para ver o escuchar con claridad.
4. Manténte positivo en presencia del niño
Si es posible, te recomendamos no discutir con la pareja delante de los niños. Estas discusiones pueden tener un gran impacto en el pequeño y provocan que tengan problemas para concentrarse en clase.
Asimismo, es necesario que compartas momentos y experiencias positivas con el niño. Esto evitará las fuentes de ansiedad y, por lo tanto, la distracción.
5. Dedica tiempo a tu hijo
Para mejorar la atención del pequeño, es necesario dedicar un tiempo con el pequeño todos los días y llevar a cabo actividades de manera conjunta. Por ejemplo, leer una historia, jugar a un juego de mesa o pintar. Esto le servirá para desarrollar su interés y la concentración en la misma actividad.
6. Imponer reglas en casa
Para que un niño no tenga problemas de atención, deben imponerse reglas en casa y estas han de respetarse, tanto por el padre como por la madre del pequeño. Los padres deben ponerse de acuerdo sobre las reglas que conciernen a su hijo y se apoyan mutuamente; estar en la misma onda con respecto a la disciplina es crucial cuando un niño tiene problemas para concentrarse.
Finalmente, recuerda que cambiar la actitud de aquellos niños que hablan demasiado en clase es posible si utilizas los consejos adecuados. Te recomendamos tener paciencia y dedicar el tiempo necesario para que el pequeño preste más atención. ¡De seguro lo conseguirás!
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Lacunza, A. B. (2011). Las habilidades sociales y el comportamiento prosocial infantil desde la psicología positiva. Pequén, 1(2), 1-20. http://revistas.ubiobio.cl/index.php/RP/article/view/1831
- Villanueva, N. B. (1997). Socialización y comportamiento infantil según el género. Mitológicas, 12(1). https://www.redalyc.org/pdf/146/14601203.pdf