La infancia se caracteriza por la libertad, la energía y la espontaneidad. Los niños actúan movidos por sus impulsos y deseos, sin tener muy en cuenta cómo sus actos pueden afectar a los demás; y esto es algo natural. Sin embargo, si se sobrepasan ciertos límites, puede llegar a generar rechazo en otros y a tener problemas en sus relaciones. Por esto, es importante saber guiar y poner límites a los niños que molestan mucho a los demás.
El egocentrismo infantil es parte del proceso de desarrollo. Durante los primeros años de vida los pequeños no son capaces de ponerse en el lugar del otro ni contemplar una perspectiva diferente a la suya propia. Esto puede llevarles a fastidiar a los demás para entretenerse, obtener atención o lograr el control de la situación. No actúan con maldad, simplemente están explorando el mundo y aprendiendo a relacionarse, pero es importante que los adultos atiendan a estas manifestaciones.
¿Cómo actuar con los niños que molestan a los demás?
Como hemos comentado, en principio no resulta preocupante que un niño tenga ciertas conductas molestas o desconsideradas. Sin embargo, si no le ayudamos a desarrollar empatía y habilidades sociales, puede llegar a convertirse en una persona maleducada, hiriente o agresiva. Para evitar que esto suceda, te recomendamos poner en práctica las siguientes pautas educativas desde el hogar.
Ofrecer atención y estimulación
En ocasiones lo que sucede no es que los niños molesten, sino que los adultos tienen unas expectativas poco realistas respecto a ellos. En función de su edad, no podemos pretender que un chico permanezca sentado, quieto y callado por grandes periodos de tiempo. Su mente curiosa e inquieta necesita atención y estimulación y, si no la recibe, es más probable que se implique en conductas poco apropiadas como gritar, interrumpir o pegar.
Asegúrate de comprender las necesidades de tu pequeño y cubrirlas en la medida de lo posible. De este modo, no necesitará molestar para ser visto.
Promover una autoestima saludable
La autoestima inadecuada puede llevar a los niños a meterse con otros más débiles para reforzar su propia seguridad. Agredir a sus hermanos o compañeros de clase es una conducta inaceptable, pero que muchas veces está motivada por las carencias emocionales del menor. Así, fortalecer la autoestima de tu hijo lo ayudará a sentirse válido, valioso y seguro y desde aquí podrá relacionarse de forma sana y respetuosa con los demás.
Fomentar empatía
Como hemos dicho, los niños, por su propio proceso madurativo, no son capaces de ponerse naturalmente en el lugar del otro, pues su perspectiva es la única que tienen en cuenta. No obstante, los adultos podemos ayudarles a ir desarrollando la empatía.
Si tu hijo se comporta con hostilidad hacia los demás, hazle saber cómo está afectando su comportamiento a los otros, explícale cómo los está haciendo sentir y anímale a pensar cómo se sentiría él en su lugar. Esta sencilla toma de conciencia puede ayudar a mejorar su comportamiento.
Desarrollar habilidades sociales
Las habilidades sociales son fundamentales a la hora de relacionarse tanto con otros niños como con los adultos. Desde modales básicos hasta saber hacer peticiones, negociar o resolver conflictos, estas capacidades ayudan a que los niños puedan desenvolverse fácilmente y con éxito en sus interacciones. Sin ellas, es mucho más probable que el infante recurra a la agresividad y las conductas inapropiadas para lograr su objetivo.
Establecer límites
Lo anterior puede ayudar a prevenir que los niños molesten a los demás, pero si, a pesar de todo, lo hacen, es imprescindible establecer límites. Han de saber que ciertas conductas o comentarios son inaceptables y que estos tienen consecuencias. Explicarles los motivos y exponerles las normas con claridad ayudará a que las acaten y comprendan.
Los niños que molestan a los demás tienen problemas sociales
Enseñar a los pequeños a comportarse adecuadamente no solo es una cuestión de que no molesten a los demás; por ejemplo, que no agredan a otros niños o no importunen a los adultos. Además, es un importante beneficio para ellos mismos.
Como seres sociales, gozar de relaciones armoniosas y satisfactorias nos ayuda a estar más saludables y felices, y un niño que no sabe comportarse experimentará rechazo por parte de los otros. Por ello, enseña a tu hijo a tener en cuenta a los demás, a cooperar y a negociar y le estarás ofreciendo herramientas sumamente valiosas.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Gimeno Morales, M., & Galbe Sánchez-Ventura, J. (2015). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad:¿ incrementa su prevalencia o se promueve su diagnóstico?. Pediatría Atención Primaria, 17(65), e95-e98. https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1139-76322015000100024&script=sci_arttext&tlng=en
- Estévez López, E., Martínez Ferrere, B., & Musitu Ochoa, G. (2006). La autoestima en adolescentes agresores y víctimas en la escuela: La perspectiva multidimensional. Psychosocial Intervention, 15(2), 223-232. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-05592006000200007