Soledad infantil: niños hiperaburridos por padres hiperocupados
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La soledad infantil es una realidad indeseada que, lamentablemente, muchos niños atraviesan . Y es que en medio de tantas rutinas y ocupaciones que hay en algunas familias, los menores quedan “a su suerte”, hiperaburridos. Incluso, algunos cuentan con una supervisión mínima que no es suficiente para trazar límites ni crear hábitos sanos y adecuados para su etapa de vida.
De este modo, es común ver que hay muchos pequeños que han perdido el interés por jugar y que los dispositivos con pantallas se han convertido en sus mejores aliados para combatir el aburrimiento.
La era digital ha arrasado con muchas costumbres sanas para cualquier grupo familiar y tanto el internet como los móviles representan universos entretenidos para todas las edades. Ahora bien, ¿qué pasa con las familias que permanecen juntas pero que están separadas por la tecnología? Reflexionemos sobre esto.
Padres ocupados, niños aburridos
Muchos padres trabajan desde casa y tienen la posibilidad de pasar mucho tiempo junto a sus hijos. Sin embargo, esta no es una razón suficiente para asegurar que los niños no se sienten solos .
A veces, la soledad no implica estar en un espacio sin nadie más a su alrededor. Y es que sentirse solo puede significar que, a pesar de haber personas en el hogar, realmente no se puede compartir con ellas lo que se piensa ni sentirse escuchado. En este sentido, la soledad infantil puede ser el fruto de muchos “ahora no puedo” o “estoy ocupado”, de parte de los padres.
Si bien es cierto que las redes sociales y los móviles han representado una fuente de contacto y acercamiento con quienes están lejos, también pueden ser los causantes de que quienes estén cerca, se alejen .
Durante los últimos años, las dinámicas de vida tuvieron un drástico giro al recurrir a tener que recurrir a la virtualidad para tratar de mantener a salvo los trabajos, la formación académica y el entretenimiento. Pero estar conectados para llevar a cabo estas actividades ha tenido un precio muy alto .
Laptops, tabletas, móviles y televisores han cumplido una especie de rol de “niñera” que implica grandes riesgos. Además de que se deja a un lado la necesidad de la interacción humana, las actividades al aire libre y el fortalecimiento del vínculo familiar, la peor consecuencia es que, sin querer, los niños son empujados a una vida solitaria .
La soledad infantil
La salud física y emocional de los niños queda muy afectada por la soledad. Luego de pasar tanto tiempo frente a las pantallas , a muchos chicos no les interesa jugar con otros, a menos que se trate de casos especiales. Por ejemplo, competir con un familiar o primo en un videojuego.
Estas dinámicas son capaces de generar poca tolerancia a la frustración, impaciencia y emociones negativas, como ansiedad, estrés y agresividad. Y esto solo hace referencia al área psicológica, pues la salud física también se ve afectada. Las pantallas son capaces de interferir en los siguientes aspectos:
- Horas de sueño: el ritmo circadiano se ve alterado por mantenerse tan expuesto a la luz de los dispositivos electrónicos.
- Peso corporal: mantenerse en un solo lugar sin hacer actividad física genera un estilo de vida sedentario que predispone al sobrepeso y a la obesidad.
- Rendimiento académico: al invertir horas en el juego, se pierde el interés en estudiar y en realizar las asignaciones escolares.
¡Tu hijo te necesita!
Para combatir la soledad infantil, una interacción constante y afectiva entre padres e hijos es estrictamente necesaria . Como adultos de la casa, debemos hacer un esfuerzo por administrar mejor nuestros horarios de trabajo y responsabilidades para que los niños tengan prioridad.
Y es que no hay nada más valioso que el tiempo, sobre todo cuando se trata de la familia. Los momentos de calidad serán los mejores recordados en el futuro y tienen mucha relevancia en el desarrollo emocional y psicosocial de los más pequeños. Eso jamás podrá ser sustituido por los videojuegos, ni los programas de televisión o de streaming.
No permitas que las pantallas se interpongan entre tú y tus hijos. La soledad infantil es la peor consecuencia de ser padres hiperocupados, sin tiempo para sus hijos. Esfuérzate por pasar mayor tiempo de calidad con ellos y verás que entablar una buena relación con tus niños no tiene precio.
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