Niños desobedientes, ¿cuál es la causa de su comportamiento?

“Mi hijo me tiene cansada, nunca me hace caso”, suelen protestar muchos padres frente a las malas conductas de sus hijos. Sin embargo, los niños desobedientes no se levantan una mañana proponiéndose sostener firmemente un pésimo comportamiento a lo largo del día.

Contrariamente, los niños desobedientes suelen ser producto de un modelo de autoridad ejercido por sus propios progenitores, sean estos adultos autoritarios, excesivamente contemplativos o negligentes. Aunque los más grandes desconocen los motivos de esa actitud, la realidad es que si persiste recibe un nombre y apellido.

La ciencia ha denominado esta condición como “Trastorno Negativista Desafiante“, la cual -de acuerdo a las estadísticas presentadas por la Sociedad Española de Pediatría y Atención Primaria- afecta al 15% de los menores españoles antes de llegar a los 16 años.

Por supuesto, estas conductas indeseadas de los niños desobedientes perjudican tanto el desarrollo del menor como su entorno familiar. Eres Mamá te cuenta cómo identificar este problema de comportamiento del chico, cuáles son las causas de su rebeldía y cómo corregir esa actitud.

Niños desobedientes, ¿por qué?

Seguramente estés cansada de pedirle a tu hijo, con una abrumadora constancia, que guarde los juguetes que arrojó al suelo o que no revolee juguetes hacia el techo de la casa ni los arroje desde el balcón rumbo al vacío. Pero, ¿conoces los motivos por los cuales es tan rebelde?

Desde la psicología se explica que el menor, entre los 2 y los 5 años tiende a desarrollar un sentido de identidad, independencia y autonomía mucho más fuerte que cuando apenas era un bebé para el cual eras su mundo y su patrón a seguir.

Por eso mismo, para forjar su personalidad mientras que se diferencia de sus mayores, comienza a mostrar resistencia a lo impuesto, se opone a las órdenes y reglas establecidas, con lo cual se exhibe más rebelde.

Asimismo, los expertos indican que los niños desobedientes, mediante esta serie de conductas poco felices, también ponen a prueba a sus padres mientras aprenden paulatinamente a controlar sus impulsos, lo cual requiere por parte de los padres mucho tiempo y paciencia.

Modelos de autoridad equivocados, motivo de meaculpa y reflexión paterna

Otra de las causas que llevan a los niños desobedientes a presentar un comportamiento poco adecuado en público o puertas para adentro, son los modelos de autoridad de sus padres. Los especialistas indican que estos patrones son erróneos, por lo cual es menester reflexionar en torno a ellos:

• Padres autoritarios. Es el caso de los chicos criados en un ambiente autoritario, en donde se obedece para evitar el castigo pero sin comprender de razones. Además, estos chicos se irritan fácilmente puesto que no son escuchados ya que el adulto tiene la palabra final.

¿Cuál es el resultado? Forjamos el desarrollo de niños desobedientes, resentidos, inseguros y con baja autoestima. Entonces, la desobediencia mantiene una estrecha relación con la rebeldía infantil. Por eso, se recomienda fomentar hogares armoniosos basados en la enseñanza de valores y la diferenciación de lo bueno y lo malo.

• Padres excesivamente condescendientes. Aquí los padres se consideran amigos de sus hijos para alejar temores absurdos. De esta manera, los progenitores consienten a los menores sin educarlos con firmeza y disciplina, con lo que la figura de autoridad se debilita hasta desaparecer. Es justo en este momento en que aparece la figura de los niños desobedientes.
• Padres negligentes. La educación del niño no reviste importancia y el vínculo afectivo es mínimo, por lo que los menores simplemente buscan cariño en amigos con las mismas carencias afectivas. Estos niños desobedientes suelen ser poco tolerantes y tienen serios problemas de conducta además de un mal rendimiento escolar.

Pasos para encaminar a niños desobedientes

• Identificar niños desobedientes. Estas conductas aparecen desde los dos o tres años, edad en la que debes saber cuándo esta actitud es excesiva y puede suponer un problema a futuro. Para ello, es fundamental observar las primeras conductas -más frecuentes en niños que en niñas- que conforman un patrón dado a la continuidad y hostilidad de su desobediencia para con las figuras de autoridad.
• Motivar a los niños desobedientes. Lo ideal para comenzar un camino hacia la solución de este problema es estimular la motivación del pequeño reforzando aspectos positivos de su comportamiento mientras ignoras los negativos. Sería interesante que además se muestre una actitud colaborativa en la que se permita al menor expresarse mas explicando siempre mediante un diálogo los problemas ocasionados con su actitud.
• No perder la calma frente a este desafío infantil. Controla tu enfado, que no te venzan los nervios. Para ello, puedes colocarte a la altura del niño a fin de generar un contacto visual directo en pos de poder hablar con calma con la criatura.
• Establecer límites y normas para diluir la rebeldía. De esta forma fijas una barrera entre lo que se debe hacer y lo que no. Sin embargo, estas deben ser claras y razonables, además de adaptarse a la edad del menor. Asimismo, se aconseja explicarle al chico el porqué de cada norma y los beneficios de las mismas.
• Fijar rutinas. Una buena ayuda a la hora de encaminar niños desobedientes es mantener un horario y un ritmo de vida estable en pos de evitar una vida caótica donde resulte imposible guiarse por horarios, límites y normas una vez que sean imperiosas. Implementando rutinas estableces un orden y equilibrio del hogar al mismo tiempo que fomentas una actitud colaborativa y asertiva en el pequeño.