Hay niños demasiado responsables de por sí sin que los padres les tengamos que inculcar la importancia de la responsabilidad porque ellos ya la tienen. Todos los padres queremos que nuestros hijos se comprometan con lo que hacen y sean responsables, aunque debemos tener cuidado de no inculcar un exceso de responsabilidad porque acabaría haciendo sufrir a los niños.
La responsabilidad es un valor importante en la vida de las personas; nos motiva a cuidar, a ser capaces de tomar decisiones y tener un compromiso con ellas, aceptar las consecuencias que puedan tener nuestras decisiones y acciones.
Que los niños sean muy responsables para su edad no debe preocuparnos, sin embargo, hay algunos “excesivamente responsables”, y este exceso puede dar lugar a situaciones de sufrimiento en los más pequeños. Por ello, vamos a darte algunas claves para evitar que los niños demasiado responsables sufran.
Niños demasiado responsables
Los niños demasiado responsables son chicos con unas exigencias muy altas que se preocupan en exceso por todo lo que les rodea. Pueden llegar incluso a sentir que otras personas y lo que estas sienten son responsabilidad suya, lo que provoca, en algunas ocasiones, sentimientos de culpa en ellos.
Es bueno enseñar a los pequeños a ser responsables, pero en su justa medida, no debemos caer en el error de exigirles demasiado. Esto precisamente puede llevarlos a ser muy críticos con ellos mismos y hacerles sufrir. Entonces, ¿qué es educar a niños responsables? Es enseñar a los niños a hacerse cargo de sus cosas y tareas, a la vez que aprenden las consecuencias de no hacerlo.
Es fundamental que no establezcamos responsabilidades por encima de las que pueden asumir con respecto a su edad y maduración. Por lo tanto, los niños tienen que ir haciéndose cargo de las cosas de manera paulatina para no caer en los excesos. Se trata de ir aprendiendo, como en el resto de cosas, y aquí nuestra confianza en ellos va a jugar un papel muy importante.
¿Cómo podemos saber si son niños demasiado responsables para su edad?
En ocasiones nos encontramos ante niños que parecen adultos pequeños desde temprana edad. Sienten una gran responsabilidad por sus cosas y por las de los demás y esta situación, a veces, puede verse fomentada por la actitud de la familia.
En un principio, esto no debe preocuparnos, pero sí debemos observar si el niño tiene una baja tolerancia a la frustración y siempre quiere que todo le salga perfecto desde un primer momento. Es ahí cuando tenemos que analizar y ver si les estamos exigiendo demasiado; si es así, ellos pueden sentir que nos decepcionan si no lo hacen perfecto.
Características de los niños demasiado responsables
- Se llevan mejor con adultos o niños mayores que con los de su edad.
- No quieren que nadie les ayude; todo quieren hacerlo por ellos mismos.
- Son muy responsables con sus cosas, muy ordenados y limpios.
- Son los típicos “niños modelo” en el colegio, tanto en comportamiento como en rendimiento.
- Tienden a ser niños introvertidos.
Con estos chicos las muestras de cariño y afecto van a jugar un papel importante. Es importante que les hagamos saber que no es malo equivocarse, que de los fallos todos aprendemos y que no nos vamos a sentir mal porque hayan cometido errores. Debemos hacerles entender que nosotros les vamos a querer igual con independencia de sus logros o sus fallos.
Claves para que los niños demasiado responsables no sufran
Es aconsejable tratarlos con amor y cariño, y tener complicidad con ellos, a la vez que nos mostramos claros y firmes en el momento que sea necesario. Esto les ayudará a sentir que los queremos por lo que son y no por cómo se porten o hagan las cosas.
Vamos a ver a continuación algunas claves para evitar que los niños demasiado responsables sufran con algunas de las situaciones con las que se pueden encontrar.
No hablar de situaciones problemáticas delante de ellos
Al hablar de situaciones problemáticas delante de ellos, estaríamos aumentando su ansiedad, sobrecargándolos de responsabilidades que no son adecuadas para su edad.
Explicarles que los queremos por lo que son, no por lo que logran
Es importante hacerles saber que el amor que sentimos hacia ellos es incondicional, que los querremos pase lo que pase. Que no necesitan complacer a nadie, sino hacer las cosas por ellos, que son los verdaderamente importantes.
Promover sus fortalezas y autoconfianza
Podemos animarles a que expresen sus opiniones o deseos, elogiaremos sus buenas acciones y evitaremos censurar sus expresiones. Lo que necesitan es disminuir esa inseguridad que sienten cuando piensan que no han hecho algo bien.
Atenderlos con cierta rapidez
Estos niños no suelen demandar mucho nuestra atención, así que, cuando necesiten que les hagamos caso, es importante que los atendamos de forma inmediata.
Contarles la verdad cuando algo les afecta a ellos
Si hay algún tema que también les afecta a ellos, es importante que les contemos la verdad, y decirles que son temas por los que no se tienen que preocupar, que son cosas que los mayores deben solucionar.
Enseñarles que los fallos y los errores son oportunidades de aprendizaje
Es importante que les enseñemos que los errores nos pueden enseñar muchas cosas, que no es necesario que siempre salga todo perfecto. Muchas veces las cosas salen bien tras varios intentos y no por esto se deben sentir mal o culpables. No siempre salen todas las cosas perfectas, pero la intención es lo que cuenta.
Fomentar el clima de confianza entre nosotros
Que en casa haya un ambiente de confianza entre todos va a ser muy importante, ya que esto fomentará el diálogo y que expresen en cada momento cómo se sienten; que hablen con nosotros con libertad y nos cuenten todo lo que les preocupa.
Educarlos en asertividad
Si los educamos para que sean niños asertivos, hará que su autoestima se fortalezca y sean capaces de defenderse de exigencias de otros que aprovechen su alta responsabilidad. Esto les hará mejorar su relación con sí mismos y con los demás, sin considerarse más ni menos que otras personas.
En definitiva, hay niños demasiado responsables que lo son de forma innata. Por eso, es importante que nos demos cuenta y que no tengamos un alto nivel de exigencia con ellos, puesto que acabarán sufriendo si en algún momento no cumplen con nuestras expectativas.
Recordad siempre mostraros cariñosos con vuestros hijos, ya que esto les hará confiar en que los queréis por lo que son y no por lo que consiguen o logran. Esto es fundamental para que estos niños con excesiva responsabilidad no sufran.
Bibliografía
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