Cómo diferenciar la mentira de la fantasía en niños

Diferenciar la mentira de la fantasía puede resultar complicado. Tenemos que tener en cuenta varios aspectos para saber si los niños lo hacen con intención de engañar o si forma parte de su imaginación. Te contamos qué aspectos tienes que tener en cuenta.

Los niños pequeños tienen una gran imaginación y, por esta razón, nos cuesta diferenciar la mentira de la fantasía. Entre los 3 y los 5 años, los niños tienen un pensamiento mágico, en el que creen en los seres fantásticos, las hadas, los duendes, el ratón Pérez y en cualquier otro ser imaginario. Para ellos, cualquiera de estos puede cobrar vida e incluso hablar.

Por eso, cuando hablamos con nuestros pequeños, tenemos que saber diferenciar entre sus fantasías y las mentiras. Así, antes de pensar que el niño nos miente, debemos tener en cuenta algunos aspectos, como su edad, su personalidad, su madurez y la intención de lo que nos cuenta. En este artículo, vamos a ver cómo podemos diferenciarlas.

Cómo diferenciar la mentira de la fantasía según la edad de los niños

Es muy importante que tengamos en cuenta la edad de los niños a la hora de interpretar si hay voluntad de mentir o, simplemente, se debe a su desmesurada imaginación. A continuación, vamos a verlo por edades.

Hasta los 4 años

Estos pequeños se encuentran en la edad del pensamiento mágico. Su fantasía está en pleno apogeo y puede que nos sorprenda al decirnos que ha visto un duendecillo en su habitación. Decirle en ese momento que eso no es posible, no sirve de nada, ya que ellos todavía no entienden las reglas de la verdad.

De los cuatro a los 7 años

En estas edades están entre la realidad y la fantasía. Son algo más conscientes de sus mentiras y, cuando las utilizan, lo hacen para agradar a sus padres o para ocultar algún fallo. En esta etapa, también utilizan su fantasía para protegerse de emociones o situaciones a las que no saben cómo enfrentarse.

A partir de los 7 años los niños tienen más conciencia sobre las mentiras y sus consecuencias. Muchas veces, las utilizan para conseguir algo o para agradar a otras personas.

De los 8 a los 12 años

En estas edades ya han aprendido a distinguir las mentiras piadosas y la repercusión que estas pueden tener en el resto de las personas. Ya es utilizada con la intención de conseguir algo, de hacerse el gracioso o para salir de situaciones que les comprometen. Así, evitan cualquier responsabilidad que no tienen ganas de asumir o una regañina.

Aspectos clave para diferenciar la mentira de la fantasía en niños

Para poder distinguir entre la fantasía y la mentira en los niños, debemos tener en cuenta y analizar estos aspectos que vamos a ver a continuación:

Personalidad

La personalidad del niño también es un aspecto a tener en cuenta para averiguar si lo que dice es mentira o producto de su fantasía. Hay pequeños que son muy imaginativos y pueden incluso fantasear más allá de los 6 o 7 años.

Madurez

Cada niño es diferente y tiene un nivel de maduración distinto debido a ciertos factores, como por ejemplo genéticos, culturales, familiares o sociales. Sin embargo, la edad es clave para distinguir la mentira de la fantasía, aunque a veces la edad cronológica no se corresponde con la edad mental de niño.

Intención

Cuando los niños mienten, falsean algo que ha pasado en realidad al confirmar o negar con la intención de engañar. Esto lo hacen para evitar las consecuencias negativas por haber realizado esa acción o si buscan ser aprobados por los demás. Cuando son pequeños, la intención es simplemente explorar, experimentar y divertirse.

Las primeras mentiras forman parte de un juego en el que los niños buscan observar cómo reaccionan los adultos. Cuando son más grandes, pueden engañar para librarse de los regaños.

¿Cómo debemos actuar?

Aunque no lo creamos, las mentiras son también una oportunidad para educar a nuestros hijos. Por ejemplo, se pueden aprovechar esas situaciones para generar confianza, fomentar la sinceridad y enseñarles a diferenciar la mentira de la fantasía. Incluso, para inculcar valores y que asuman responsabilidades. Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto?

  • Hasta los 4 años: permitirles que expresen sus vivencias en dibujos o al narrar sus historias, por muy fantasiosas que parezcan.
  • De los 4 a los 7 años: si queremos que nuestro hijo valore la sinceridad, es importante decirle siempre la verdad y usar un lenguaje que pueda entender. Nuestro objetivo es ayudarle a expresar lo que le pasa y crear la confianza para que pueda decir siempre lo que piensa.
  • De los 8 a los 12 años: podemos utilizar películas para analizar los personajes que utilizan el engaño y la mentira para conseguir lo que desean. Así, podemos hacerles ver que esto no es lo correcto. Nuestra finalidad es que en nuestra familia haya la suficiente confianza para que todos digamos la verdad.
  • No mentir a los niños: muchas veces mentimos con la intención de proteger a nuestros hijos. Sin embargo, esto no ayuda a que desarrollen su sinceridad y honestidad. Además, rompe la confianza en los adultos.

Acerca de cómo diferenciar la mentira de la fantasía en niños

Como has visto, diferenciar la mentira de la fantasía, en ocasiones, puede que no sea sencillo. Por eso, debemos tener en cuenta los aspectos que hemos visto en este artículo. No podemos interpretar que un niño de 4 años nos miente cuando nos cuenta algo sobre un ser imaginario. Simplemente, porque todavía no tiene la intencionalidad de mentirle a los adultos con un propósito.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Sotillo, M., & Rivière, Á. (2001). Cuando los niños usan las palabras para engañar: la mentira como instrumento al servicio del desarrollo de las habilidades de inferencia mentalista. Infancia y aprendizaje, 24(3), 291-305.
  • Llosa, M. V. (2016). La verdad de las mentiras. Alfaguara.
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