Los primeros años de vida de los pequeños pasan en un abrir y cerrar de ojos. Es tan rápido el transcurso del tiempo que solo hace algunos años los sosteníamos en nuestros brazos y ahora son adolescentes que intentan cultivar su independencia. Sin embargo, a pesar de que tus hijos se hagan mayores, siempre te van a necesitar.
Todos los padres deseamos que nuestros pequeños crezcan con una gran educación emocional y salud física que les permita alcanzar sus objetivos y convertirse en adultos funcionales, empáticos, responsables, independientes y autónomos. Y para que eso suceda es necesario que poco a poco los hijos desplieguen sus alas y vuelen con libertad. Pero dándoles la oportunidad de regresar al nido cuando sientan la necesidad de descansar.
Sin importar que tus hijos se hagan mayores te van a necesitar
Durante sus primeros años en la primera infancia, los niños necesitan del cuidado constante de su madre y de su padre para velar por su bienestar. Esas figuras de apego y amor familiar son todo lo que los pequeños requieren para crecer sanos y felices. Por lo que es normal que se aferren a ellos y quieran estar todo el tiempo a su lado.
No obstante, conforme pasan los años y los hijos comienzan a ganar más independencia, dejan de ser las vulnerables criaturas que eran para aventurarse a explorar el mundo. Es durante la infancia en donde las emociones empiezan a aflorar y se pueden presentar pataletas y rabietas que ponen a prueba la paciencia de los padres.
Pero conforme llega la adolescencia, es habitual que muchos pequeños se alejen de sus papás en pro de descubrir su propia identidad. Algo que podría parecer como un signo natural de rebeldía e individualismo, pero que no debe tomarse como una razón para abandonar a los hijos. Pues, durante esta etapa, y toda su vida en general, van a necesitar del amor y las lecciones de sus padres.
El acompañamiento paternal es para toda la vida, a pesar de que tus hijos se hagan mayores
La vida es un camino repleto de aprendizajes que nunca nos termina de enseñar cosas nuevas. Porque en esta rueda cíclica en donde el tiempo transcurre y los niños se hacen adultos, mientras sus padres se hacen ancianos, siempre necesitaremos del cariño y el apoyo de nuestro núcleo cercano. En especial de nuestros papás, que fueron quienes nos regalaron la existencia.
Y puede que ahora tus hijos no necesiten que los acompañes al baño, pero sí que estés presente en cada logro que alcanzan. Puede que ya no requieran que les prepares el biberón, pero sí que les enseñes a cocinar sus propios alimentos. Y así como antes les enseñabas de inteligencia emocional, puede que ahora debas recordarle todas esas enseñanzas.
A pesar de que durante toda su infancia debiste sostener la mano de tu hijo para que aprendiera a dar sus propios pasos, llega un momento en el que se hace inevitable que lo soltemos para que se aventure a pisar con firmeza nuevas tierras. Algo que no significa que debas dejar solo a tu pequeño, sino caminar a su lado brindándole tu compañía.
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4 consejos para afrontar la adolescencia de los hijos
Cada etapa de la vida de los pequeños está llena de retos y alegrías que deben saber enfrentarse. Y para nadie es un secreto que durante la adolescencia es muy habitual que los hijos comiencen a exigir más espacio y libertad para explorar el mundo. Algo que no tiene nada de malo siempre y cuando se establezcan límites apropiados para cuidar de su bienestar.
Estas son recomendaciones para afrontar la llegada de la adolescencia de tus hijos.
1. Construye puentes y no muros
Muchos padres sienten que sus hijos se separaron drásticamente de ellos al llegar la adolescencia. Y en ese punto es muy importante saber respetar la individualidad y autoestima de los pequeños para acercarnos a ellos desde la empatía. Así que si notas que te comienzas a alejar de tus hijos, reflexiona en que ellos deben estar pensando lo mismo.
Por lo tanto, procura construir un puente sólido entre ambos que los conecte y no un muro que los divida. La adolescencia está llena de muchos obstáculos y crudas realidades que pueden llegar a afectar a muchos jóvenes. Contar con el acompañamiento de los padres y su amor incondicional es un gran privilegio que no cuesta nada brindar.
2. Conecta con sus emociones
Mira a tus hijos a los ojos y descubre en su mirada aquello que no se atreven a decir con palabras. Permanece a su lado como un guía protector con el que siempre podrá contar y descansar del mundo exterior. Y, sobre todo, regálales la confianza para que puedan sentirse seguros de contarte cualquier cosa por la que estén pasando.
3. Corrige desde el respeto y la empatía
Todos los padres y madres fuimos adolescentes en algún momento y sabemos que los errores hacen parte fundamental de esta etapa. Sin embargo, más allá de ahondar en los problemas, es importante que como padres sepamos corregir desde el respeto y la empatía para brindar valiosas lecciones. De los errores también se aprende.
4. Sé un refugio de protección y seguridad
Los adolescentes, a pesar de contar con la madurez y los conocimientos para enfrentar algunas circunstancias, no dejan de ser aún unos pequeños temerosos que necesitan de los abrazos de mamá y de papá cuando las cosas no salen como esperaban. Por eso, asegúrate de ser ese lugar seguro en donde sientan protección y puedan confiar sus problemas.
A pesar de que tus hijos se hagan mayores, siempre te van a necesitar
La felicidad que nos brindan los hijos a lo largo de la vida no tiene precio alguno. Y sin importar que las cosas sean muy diferentes a cuando eran solo unos niños, la adolescencia también trae grandes alegrías y orgullos que recompensan todo el esfuerzo y dedicación.
Por eso, acompaña a tus pequeños en esta nueva etapa de su camino y dedícate más tiempo a ti misma. Porque recuerda que los padres somos esas guías para que los hijos aprendan a volar para en algún punto marcharse del nido. Así que debemos cuidar de ellos, pero nunca olvidarnos del bienestar propio.
Bibliografía
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