Lesiones benignas en la piel del bebé: tipos y cuidados

Si bien la piel del bebé es suave y tersa, también es delicada y sensible. Por lo tanto, suele presentar diferentes lesiones con bastante frecuencia.
Lesiones benignas en la piel del bebé: tipos y cuidados
Maria del Carmen Hernandez

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez.

Última actualización: 02 octubre, 2022

Existen lesiones benignas en la piel del bebé que suelen ser transitorias y se resuelven con el transcurso del tiempo de forma espontánea. Además, la piel del recién nacido aún no se encuentra desarrollada por completo, lo que hace imprescindible poner en práctica los cuidados adecuados para intentar evitar su aparición.

Tipos de lesiones benignas en la piel del bebé

En la mayoría de los casos, las lesiones benignas de la piel del bebé tienen una evolución limitada a los primeros meses de vida, sin la necesidad de requerir tratamiento. No obstante, es importante reconocerlas para que los padres no se preocupen o alteren. A su vez, las afecciones pueden ser provocadas por diversos factores como el frío, el calor, las bacterias, las alergias, los hongos o el contacto prolongado con el pañal húmedo. Conoce cuáles son las lesiones benignas más comunes a continuación.

Miliaria

La miliaria es un tipo de erupción por calor que ocurre en los bebés recién nacidos por el bloqueo de sus glándulas sudoríparas subdesarrolladas. Esta se manifiesta como diminutas protuberancias rojas en la región de las nalgas y en la espalda. Para prevenirlas, se recomienda no vestir al bebé demasiado abrigado ni con pañales gruesos y elegir prendas de vestir de 100 % algodón.


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La miliaria se presenta con mayor frecuencia en los climas húmedos y cálidos. Se trata de un tipo de erupción por calor que se identifica por la aparición de diminutas protuberancias rojas en los bebés.

Erupción del pañal

La dermatitis del pañal afecta a alrededor del 50 % de los lactantes y representa el 25% de las consultas dermatológicas en el primer año de vida. Las principales manifestaciones son un sarpullido rojo en las áreas que están recubiertas por el pañal. Por esto, lo ideal es evitar el contacto prolongado de la piel con las heces y la orina para disminuir la humedad de la zona. Además, se aconseja que la tela o las cintas adhesivas no generen demasiada fricción en la superficie cutánea.

Costra láctea

La dermatitis seborreica, también conocida como costra láctea, se suele presentar en el transcurso de las primeras semanas de vida. Esta se caracteriza por la presencia de escamas blancas o amarillas en el cuero cabelludo grasoso. Si bien no hay forma de prevenir su aparición, una vez presente puede ser removida con el uso suave de aceite de almendras.

Acné neonatal

El aspecto del acné neonatal es muy similar al acné vulgar de la adolescencia. Es decir, presenta pápulas inflamatorias, comedones y pústulas en el rostro. Además, aparece durante las primeras semanas de vida en el 20 % de los lactantes por la estimulación de las glándulas sebáceas. Si bien acostumbra a desaparecer por sí solo en los primeros meses de vida, pueden indicarse cremas con eritromicina 2 %.

Eritema tóxico del recién nacido

El eritema tóxico es una patología de la piel inflamatoria y benigna. Esta se presenta entre el primer y el tercer día de vida como diminutas pápulas en el tronco. No hay manera de prevenirla, pero tampoco requiere de tratamiento, ya que es una afección asintomática y se resuelve de manera espontánea.



Eccema atópico

La dermatitis atópica es la afección de la piel más frecuente, no solo para los bebés, sino también en niños y adultos. La piel se ve enrojecida y se genera picazón en distintas partes del cuerpo.

También se la conoce como dermatitis atópica. Es la afección de la piel más frecuente que afecta a los bebés, a los niños y a los adultos. En general, los síntomas debutan durante el primer año de vida y mejoran a medida que el pequeño crece. Sin embargo, la afección puede reaparecer como brotes luego de unos años.

Ante esta afección, la piel se observa enrojecida, áspera y seca. Además, se manifiesta con picazón intensa, en especial en las mejillas y en las zonas de flexión de las piernas y los brazos. Si bien no se puede prevenir su desarrollo debido a su base genética, se recomienda mantener la piel humectada, utilizar prendas de vestir de algodón y realizar baños cortos con agua tibia.

Mancha azul o de Baltz

Se trata de un nevo que se localiza en la región lumbosacra y se puede extender hacia los glúteos. Además, se encuentra al momento de nacer y tiende a desaparecer de forma gradual en los primeros años de vida. En ocasiones, puede persistir durante la niñez e incluso hasta la edad adulta.

Cuidados de la piel del bebé

La piel es una barrera protectora que ayuda a prevenir la pérdida de minerales y fluidos corporales, a evitar la absorción de sustancias tóxicas y a proteger contra diversas infecciones.

Por su parte, la piel del recién nacido es sensible y delicada, al igual que su sistema inmune. Por ello, si bien existen sarpullidos habituales en los neonatos, las fragancias y las tinturas en la ropa, así como los productos químicos y los detergentes, pueden provocar sequedad, irritación, erupciones y rozaduras. Algunas recomendaciones para cuidar la piel del bebé recién nacido incluyen las siguientes:

  • No bañarlo con demasiada frecuencia: de lo contrario, se eliminan los aceites protectores naturales de la piel, por lo que queda seca y vulnerable.
  • Evitar el uso de productos cosméticos perfumados: esto se debe a que pueden provocar irritación durante los primeros meses del bebé.
  • Enjuagar las prendas de vestir antes de estrenarlas: incluso, se debe elegir enjuagues para ropa que no tengan colorantes ni fragancias.

Las lesiones benignas en la piel del bebé y la consulta médica

Afortunadamente, la mayoría de las lesiones benignas en la piel del bebé se presentan por corto tiempo y se resuelven por sí solas. No obstante, existen casos que pueden necesitar ungüentos, cremas o fármacos orales para resolver el cuadro. En conclusión, siempre es importante consultar al médico pediatra ante cualquier inquietud o antes de comenzar algún tratamiento no indicado por un especialista.


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