Los niños no vienen con instrucciones y durante la crianza los padres han de servirse de las opiniones de expertos. Sin embargo, algunas de ellas no son tan beneficiosas como parecen. Hablemos de las consecuencias del método Estivill, una de las más polémicas técnicas para entrenar el sueño de los bebés.
¿Qué es el método Estivill?
El método del doctor Eduard Estivill consiste en un conjunto de pautas para enseñar a los bebés el hábito del sueño. El objetivo es que dormir se convierta en algo rutinario y mecánico. Las recomendaciones básicas incluyen:
- Asociar la luz al día y la oscuridad a la noche. Para ello, durante el día, el niño ha de dormir con luz y por la noche sin ella.
- Diferenciar el ruido del día y el silencio de la noche. El bebé ha de acostumbrarse a dormir con sonidos durante el día, mientras hemos de procurar que por la noche reine el silencio.
- Establecer una rutina y un horario. Además, el niño debe dormir en su cuna, en la misma habitación que sus padres, pero nunca en la misma cama. A los tres meses, habrá que trasladarlo a su propio cuarto.
- Para dormirlo, no se le debe coger en brazos, ni cantarle, merecerlo ni acariciarlo. Simplemente hemos de poner al niño a dormir y, sin tocarlo, despedirnos de él con unas palabras y salir de la habitación apagando la luz.
La pauta clave: déjale llorar
Sin embargo, la pauta más conocida y polémica de este método es la que propone el doctor para aquellos casos en que las recomendaciones anteriores no son suficientes y el bebé llora.
Ante el llanto, los padres han de mantenerse alejados de la habitación y no acudir junto al bebé hasta cumplir una tabla de tiempos que cada vez se espacia más. Al principio será un minuto de espera, luego tres, luego cinco, incluso 15.
Eficacia del método Estivill
Este sistema de adiestramiento del sueño que lleva poniéndose en práctica más de 15 años ha dado muy buenos resultados, relativamente. Son muchos los padres que han comprobado que sus bebés dejaban de llorar por las noches y se quedaban callados sin reclamar su atención.
Sin embargo, tristemente esos bebés permanecen callados no porque hayan aprendido a dormir tranquilos, sino porque han aprendido que nadie va a socorrerlos cuando pidan ayuda.
Consecuencias del método Estivill
Desde el adultocentrismo, lo que un padre puede desear es que su hijo se duerma y se mantenga tranquilo hasta la mañana. A nadie le hace gracia pasarse la noche en vela con un bebé teniendo que madrugar al día siguiente. Por tanto, este método parece ofrecer la solución mágica.
Sin embargo, hemos de ponernos en la perspectiva de esos niños por un momento. Los bebés se basan en instintos, no cuentan con el desarrollo cerebral necesario para manipular o engañar. Si tu bebé llora en la noche, no es un tirano, no es un maleducado, no te está ‘toreando’. Realmente siente que su vida corre peligro.
El llanto es una función natural que durante años ha ayudado a la supervivencia de la especie. Un bebé no es capaz de entender que en su cuna está seguro ni que mañana tienes que trabajar. Solo sabe que es un ser indefenso, que depende de ti para todo y que, ahora mismo, se encuentra absolutamente solo en la oscuridad de la noche.
En esta situación, el bebé comienza a generar cortisol debido a su elevado nivel de estrés y de angustia. Debido a la sensación de desamparo, se experimenta un crecimiento exponencial de la posibilidad de sufrir secuelas futuras. Ansiedad, depresión, baja autoestima o incapacidad de defenderse son solo algunas de las consecuencias del método Estivill.
Tu bebé tiene derecho a ser atendido y protegido por sus padres. Si le dejas llorar solo en la oscuridad por periodos de tiempo cada vez más largos, no le estás enseñando a dormir, le estás enseñando que está solo ante el mundo. Es realmente un acto que va en contra de todo instinto natural.
Por ello, es realmente imprescindible no dejar de lado esa voz interior que nos pide coger en brazos a nuestro bebé angustiado, por encima de cualquier recomendación externa.
Si has aplicado o has sido receptor de este método, puedes participar en una investigación que se está desarrollando actualmente sobre sus efectos.
Bibliografía
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- Bernabé, J. R. Y., & Malmierca, J. L. M. (1992). Indefensión aprendida en sujetos humanos y su inmunización. Influencia del estilo atribucional y de los programas de reforzamiento. Revista Latinoamericana de Psicología, 24(3), 301-321.
- Reguera Nieto, E. A. (2014). Apego, cortisol y estrés, en infantes: una revisión narrativa. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 34(124), 753-772.