La importancia de la atención en el aprendizaje

Mantener una buena atención es fundamental en el proceso de aprendizaje. A continuación te explicamos su importancia.

La atención es un sistema funcional complejo y dinámico que facilita el procesamiento de la información y permite la selección de los estímulos necesarios para la realización de actividades sensoriales, cognitivas o motoras. Es decir, para llevar a cabo cualquier proceso cognitivo, es necesario que actúen los mecanismos atencionales. Por tanto, se puede decir que, la atención en el aprendizaje es fundamental.

Así, este concepto, según Ríos-Lago y Periañez, se puede definir del siguiente modo:

 “La atención es la habilidad mental de generar y mantener un estado de activación tal que permita un adecuado procesamiento de la información. La atención permite la selección de información específica entre múltiples fuentes disponibles. Ello incluye estimulación interna y externa, memorias, pensamientos e incluso acciones motoras. En este sentido, la atención debe ser considerada como un complejo sistema de subprocesos especializados que proporcionan precisión, velocidad y continuidad a la conducta”.

-Ríos-Lago y Periañez-

La atención durante el estudio

Para tener un buen rendimiento académico, es necesario estudiar. Pero, en los momentos de estudio, es muy frecuente perder la atención, lo cual puede depender de factores:

  • Externos: lugar de estudio, tiempo de estudio, ruidos, distracciones del exterior.
  • Internos: preocupación, cansancio, nerviosismo, estrés, etc.Niños con una enorme atención al aprendizaje en clase de ciencias.

Por ello, hay que procurar que los niños estudien en un ambiente que reúna las cualidades adecuadas. Las condiciones de un lugar de estudio óptimo son:

  • Siempre el mismo.
  • Correctamente iluminado.
  • Bien ventilado.
  • Sin distracciones.
  • Con una temperatura agradable.
  • En el que haya una mesa y una silla.

Asimismo, es importante asegurarse de que los pequeños realizan descansos durante el estudio. Esto es esencial para que puedan lograr relajarse y concentrarse mejor. De hecho, se aprende más rápido cuando se tiene la capacidad de manejar la atención durante un breve periodo de tiempo, siendo este muy productivo y eficiente.

También es conveniente observar a los niños, para garantizar que mantienen la calma ante la presión que puede suponer el estudio. En este sentido, hay que transmitirles una serie de pautas que les permitan estar alertas con respecto a sí mismos, de modo que sepan detectar cuanto antes los bajones de atención para volver a recuperarla y regresar a la tarea.

“Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.

-Albert Einstein-

Qué factores tener en cuenta para trabajar la atención

Estar atentos supone un prerrequisito fundamental para el aprendizaje porque es lo que garantiza la consolidación, el mantenimiento y la recuperación de la información. En tal sentido, se ha de considerar que:

  • La atención va disminuyendo a lo largo del día y de las tareas que se ejecutan, por eso es tan importante establecer momentos de descanso.
  • Los ambientes enriquecidos de elementos estimulantes aumentan la capacidad cerebral atencional.
  • La ansiedad, el miedo y el estrés provocan que los estudiantes estén pendientes de información periférica y no de la importante.
  • La atención promedio dura entre 10 y 20 minutos.
  • El ejercicio y la actividad física, más si ocurre al aire libre, favorecen la atención y por ende, el aprendizaje.
  • Las actividades artísticas (por ejemplo, tocar un instrumento) mejoran el autocontrol al fomentar la atención ejecutiva.

Estrategias docentes para capturar la atención

  • Los conocimientos nuevos deben ser transmitidos con brevedad, precisión y claridad, y no por más de 15 minutos. Si se trata de repasos, el tiempo puede ser mayor, dado que exige menor consumo de recursos.
  • Los receptores y vías sensoriales se habitúan a la estimulación uniforme, reduciendo la capacidad de atención. En ese sentido son estratégicos los contrastes sensoriales y los estímulos novedosos.
  • Hacer ejercicios de atención antes de iniciar la clase mejora la capacidad atencional.
  • No comenzar la clase hasta haber logrado la atención del grupo.
  • Sacar del área de clases los elementos distractores.
  • Colocar cerca del docente los estudiantes de menor rendimiento.
  • Evitar los tiempos muertos, por ejemplo, mientras se escribe algo en la pizarra que toma unos minutos, hacer que los estudiantes por turno hagan resúmenes orales de lo visto hasta ese momento.
  • Emplear ejemplos cercanos, del entorno, familiares, para explicar.
  • Utilizar acertijos, preguntas que supongan retos y se planteen desde el comienzo de la clase, se refuercen en el transcurso y se respondan al final, en caso de que no hayan sido respondidas antes.
  • Recurrir al humor.

La importancia de la atención en el aprendizaje

El aprendizaje hace referencia a la adquisición de conocimientos y habilidades. Pero, para poder aprender, es sumamente importante contar con una atención adecuada. En ese marco, hay tres tipos de atención según los mecanismos implicados, que se necesitan para estudiar y aprender:

  • Selectiva: capacidad para seleccionar los aspectos relevantes, inhibiendo otros estímulos.
  • Dividida: el sujeto distribuye la capacidad de atención al verse sometido a una sobrecarga estimular.
  • Sostenida: capacidad para mantenerse concentrado en una tarea durante un periodo de tiempo prolongado.

Y según el grado de control, la atención será:

  • Voluntaria: la atención que el niño despliega, por ejemplo, para adquirir el lenguaje y las tareas escolares.
  • Involuntaria: la que apunta a algo nuevo, fuerte y significativo, cuyo interés desaparece cuando se torna monónoto o repetitivo.

Niña mejorando la atención en el aprendizaje con su madre en la biblioteca.

Todo esto implica un buen nivel de activación fisiológica. Es decir, mantener un estado de alerta, con el fin de responder a los estímulos ambientales, de modo que se atienda a las señales relevantes y se desprecien las irrelevantes.

El nivel de activación afecta también al rendimiento en las tareas pues, a medida que este aumenta, incrementa la eficiencia del trabajo. Por tanto, es esencial que los niños duerman bien durante la noche para poder estar activos en los momentos diurnos de aprendizaje. De lo contrario, estos se sentirán fatigados, tanto física como mentalmente, lo cual provoca disfunciones en la capacidad de concentración.

Además, para mantener una buena atención, se requiere cierto interés y motivación. De hecho, cuanto más le gusta una asignatura al alumnado, mejor asimila los conceptos y conocimientos que se imparten en la misma, puesto que estos se preocupan por atender en clase y se esfuerzan a la hora de hacer las actividades relacionadas con dicha materia.

“La atención es una herramienta en el aprendizaje, al hacer las clases entretenidas, los alumnos pondrán más atención”.

-Eva Eloísa Raya Ramos- 

Bibliografía

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